MAS VAMPIROS...AN

>> lunes, 31 de agosto de 2009

10.IRA.


El beso pronto se convirtió en algo mas. Andrew me abrazó aún mas fuerte contra su cuerpo y yo no podía pensar en nada mas que en él y sus besos. Yo era mucho mas baja que Andrew porqué él era realemente un hombre alto, me cogió de las caderas y sin esfuerzo me subió a su brazo para no tener que inclinarse, yo le rodeé la cintura con las piernas y sin dejar de besarme él me llevó hasta la cama. Con un sólo tirón desgarró mi camiseta e intensificó sus besos por todo mi cuerpo, los botones de su camisa también saltaron cuando yo tiré de ella, Dios Andrew tenía un cuerpo tan perfecto...los musculos de su abdomen se ondulaban cada vez que respiraba y su espalda...

Él dejó un rastro de besos des de mi cuello hasta mi ombligo, sus manos encontraron el boton de mis pantalones y pronto estuve desnuda entre sus brazos, por el contraio él estaba completamente vestido, solamente con su camisa abierta. Andrew besó y lamió todo mi cuerpo, sus manos eran talentosas y yo estaba mas que excitada, empecé a quitarle la ropa y el separo mis muslos con su rodilla, bajó lentamente encima de mi y me besó. Podía sentir su obvia excitación contra mi cuerpo pero también podía sentir que él estaba dudando. Decidí ayudarle, le empujé y los dos giramos de manera que él quedó debajo de mi. Juguetonamente empecé a quitarle su ropa interior pero por ¡Todos los Santos! Eso tenía que ser definitivamente ilegal:

  • Dios mío Andrew.- le dije con ojos como platos.- tu deberías tener problemas de espalda.

  • Oh, callate.- me dijo riendo. Y volví a estar debajo de él, esta vez no tenía dudas pero si parecía preocupado.

  • Adelante.- le dije.


Él me volvió a besar y mientras se introdujo en mi. Si pensaba que Arion era maravilloso, Andrew era glorioso, aunque me hizo el amor con pasión y fiereza cada uno de sus maravillosos toques desprendia tendreza y amor.

Pero la mágia se rompió inmediatamente después de que terminaramos, yo me sentía completa y llena de dicha pero en cuanto él habló la ira me invadió:

  • Pensé que eras virgen.- me dijo.

  • ¿Acaso importa?- le pregunté sin perder la calma.

  • Pues sí. Pensaba que era importante para ti, pero veo que te has acostado con el primer imbécil que has encontrado.

  • Oh.- le dije furiosa.- ahora el señor se preocupa por su ego, cuando hace unos minutos me estabas follando no parecía que te importara no haber sido el primero.

  • Eres tan vulgar.- me dijo y salió de la cama para ponerse su ropa.

  • Yo sere vulgar pero tu eres un completo hijo de puta.

  • No te pases conmigo niña estupida.

  • Yo no me estoy pasando, simplemente estoy diciendo la verdad. Si es que no puedo creer que me haya acostado contigo. ¿En que estaría yo pensando?

  • Ese es tu problema, Carolina, que no piensas.

  • ¿Y sabes cuál es el tuyo? Que eres un puto egocentrico y un carcamal, deja ya de vivir en la edad media, estamos en el siglo XXI y enterate ya, las mujeres pensamos por nosotras mismas.

  • ¿Ahora a ser una puta se le llama pensar por si misma?- me levanté de la cama y lo empujé hasta la puerta.

  • Si crees realmente que soy una puta, tranquilo, lo seré.


Le tiré fuera de la habitación y inmediatamente después me entraron ganas de gritar y de llorar, de ir detás de él para patearle el culo. En cambio me vestí y salí por la ventana de la habitación, estaba cabreada y necesitaba que me diera el aire.


Volví después de un par de horas, Lucy estaba en la cama y la ventana estaba cerrada, golpeé el cristal de la ventana con los nudillos para que Lucy me abriera pero la tia tenía el sueño profundo, al final saqué el móvil de mi bolsillo y la llamé:

  • ¿Sí?- contesto ella medio dormida.

  • Mira a la ventana.- miró y dejo escapar un grito, luego vió que era yo y vino para abrir.

  • ¿Tu estas loca? Por poco me da un infarto.

  • Lo siento.- entré en la habitación.

  • ¿Dónde estabas?

  • Por ahí, necesitaba que me diera el aire.

  • ¿Que ha pasado con Drew?

  • Nos hemos acostado.- le dije.

  • ¡Qué grande!

  • Luego se ha cabreado por no ser el primero y me ha llamado puta.

  • ¿Qué?

  • Lo que oyes.

  • ¡Menudo gilipollas! ¿Pero este tio quién se cree que es?

  • Si es que soy estupida. Me ha llamado fulana esta mañana y yo como si nada, le perdono y él repite.

  • ¡Ai, Carol!


Lucy me abrazó y se pasó un buen rato consolandome. Por la mañana me pasé como 15 minutos intentando despretar a Lucy, al final la amenacé con chuparle toda la sangre y ella se levantó. Me encontré con Andrew en el comedor del hotel y fue un momento realmente tenso, él estaba increible pero yo de lo único que tenía ganas era de arrancarle la cabeza y ponerla en una vitrina para poder lanzarle dardos cuando me sintiera irritada.

Esquiamos durante toda la mañana y “comimos” en el restaurante de las pistas, por la tarde teníamos aun unas horas para esquiar pero Lucy y yo decidimos quedarnos en la cafeteria delante de la chimenea.

Esa noche a los de ultimo curso nos dejaron salir. Fuimos con el resto de la clase a un pub que había cerca del hotel y nos pasamos la noche haciendo el tonto, Lucy se emborrachó un poco y me convenció para bailar con ella. A eso de las cuatro emprendimos el regreso hacía el hotel ya que el toque de queda era a las 4.30.


Los días de esquí pasaron mas o menos todos igual, no hubo ningun nada destacable o de suma importancia. Lo unico, bueno...Andrew y yo no habíamos hablado des de que hicimos el amor y luego nos peleamos.

Volvimos en el mismo autobús destartalado y cuando llegamos llamamos a Giovanni para que nos viniera a recoger, mientras esperávamos los dos en silencio y sin mirarnos le agarré por el cuello del abrigo y le dije:

  • Como Gio sospeche que ha pasado algo entre nosotros, te mataré.- le dije muy seriamente. El se deshizo de mi agarre.

  • Tranquila, aquí no ha pasado nada y soy el primer interesado en que Gio no se entere de nada.

  • Pues así cuando llege sonrié, estás mucho mas guapo.

  • Lo haré, no te preocupes. Pero supongo que entenderás que no tenga muchas ganas de sonreir ahora mismo.

  • Yo tengo menos, te lo aseguro.


Llegó Gio con el coche y nos achuchó a los dos con aire teatral. Luego nos fuimos a casa. Tanto Andrew como yo fingimos a la perfeccion que todo estaba bién entre nosotros y charlamos animadamente con Giovanni. Una vez en casa me encerré en mi cuarto con al excusa de deshacer el equipaje. Después de eso me cambié porqué había quedado con Arion. Durante los días que había estado fuera me había llegado el carné de conducir por lo que cogí el mini y me fui a casa Arion. Arion estubo contento de verme y yo de verle a él y durante un rato, hizo que me olvidara de Andrew y de todos los problemas. Esa noche me quedé en su casa.

Cuando volví a casa por la mañana, la casa estaba en silencio y completamente vacía, me preparé un baño y me metí en la bañera durante un buen rato, cuando salí me envolví en una toalla y me fui a mi habitación. Ahí, sentada encima de mi cama había una mujer, una vampira.

Rubia y increiblemente hermosa me miraba con abierta hostilidad:

  • ¿Qué haces aquí?

  • Tu debes ser Carol.- me dijo ignorando mi pregunta.

  • ¿Y tu eres?

  • Megeara. ¿Dónde está Giovanni?

  • Trabajando, supongo. ¿Tu eres quién lo transformó, cierto?

  • Esa sería yo.- se levantó.- dile a Gio que ya estoy harta que escape de mi todo el tiempo. Voy a volver pronto y espero que esté aquí.


Y entonces salió por la ventana.

Me vestí y arreglé la casa que estaba hecha un asco, Gio definitivamente era un desastre, después me fui a la ciudad a alimentarme. Cuando volví a casa tanto Andrew como Gio estaban ahí, estaban en el comedor jugando una partida de ajedrez:

  • Hola.- les dije.

  • Shtt- dijo Gio.- estoy pensando.

  • Vino Megeara.- le dije.

  • ¿Quééé?- gritó.

  • Esta mañana estuvo aquí Megeara. Me dijo que te dijera que estaba harta de que escaparas de ella y que iba a volver.- Gio se levantó y se fue como un rayo a su habitación. Me senté en la silla que había dejado libre y moví uno de sus peones. Aunque no hablamos Andrew y yo estuvimos jugando al ajedrez hasta que Gio volvió a bajar con una enorme maleta.

  • ¿Te vas?- dijo Andrew tranquilamente.

  • ¿Bromeas? Pues claro que me voy, no tengo ganas de encontrarme con esa loca.- dijo Gio.

  • ¿Lo dices en serio?- le pregunté.

  • Totalmente. La ultima vez que me encontré con Meg me retuvo durante dos meses. No quieras saber lo que hizo conmigo.

  • Estas loco.- le dije.

  • Puede, pero ella lo está mas así que me voy.

  • Te llamare cuando se haya marchado.- dijo Andrew.

  • Alex se ocupara del bar, mas tarde pasará a buscar las llaves. Solo hará falta que alguno de los dos se pase a recoger el dinero antes de cerrar.- dijo.

  • Está bién.-Drew. Gio me dio un beso en la frente y luego se fué.

  • Vale ¿Puedes explicarme que acaba de pasar?- le dije a Drew.

  • Bueno, es algo que dura des de hace algunas decadas. Meg se pasa la vida buscando a Gio ya que ella sigue enamorada pero al mismo tiempo quiere vengarse de él. A veces se aburre de preseguirlo y tienen tregua durante algunos años. Y bueno, parece que se ha terminado esa tregua.

  • ¿Cuánto tiempo va a estar fuera Gio?

  • No lo sé. Puede que algunas semanas, puede que algunos meses o puede que años.

  • ¿Años?- dije horrorizada.

  • La ultima vez tardó ocho años en volver.

  • No lo estás diciendo en serio.

  • Lo estoy diciendo en serio. Y te aseguro que pasarme ocho años solo contigo me jode mucho mas que a ti.- se levantó y se fue hacía su habitación. La ira me cegó y sin pensarlo le tiré el tablero de ajedrez a la cabeza, cuando impactó conta él se rompió en mil trocitos.- ¿Estás loca?- me dijo girandose y viniendo hacia mi.

  • ERES UN COMPLETO GILIPOLLAS.- le dije enfadada.- estoy mas que harta de que me trates así.- y le tiré el cuenco que había encima de la mesa, él lo desvió con su mano.

  • ¡Deja de lanzarme cosas!

  • ¡No quiero!- esta vez le tiré la mesa entera. También la apartó facilmente. Luego salté sobre él. Los dos caímos al suelo, yo encima de él de manera que empecé a golpearle.- TE ODIO, TE DETESTO, TE AVORREZCO.

  • ¡Deja de pegarme, loca!

  • ¡Y tu deja de tratarme como una mierda! No he hecho nada malo maldito hombre de las cabernas. Lo hubiera hecho contigo si no fueras un covarde.

  • No soy un covarde.

  • ¡No mientas! ¿Hace cuánto que estas enamorado de mi? ¡Si lo hubieras dicho antes ahora no estariamos así!

  • Perdonad.- dijo alguien des de la puerta del comedor. Miramos y vimos a Megeara.- hola Andrew.- dijo ella alegremente.

  • Hola Meg.- Andrew se me quitó de encima con facilidad y fue a saludar debidamente a Megeara.- perdona todo esto.

  • Ha sido divertido.- dijo.- hola de nuevo, Carol.- le saludé con la mano des del suelo.- ¿Está Giovanni?

  • Se ha marchado hace unos minutos.- dijo Andrew.

  • ¡Mierda! Os veo mas tarde.- y se fué pitando. Andrew me miró y se le escapó una carcajada.

  • ¿Qué es lo que te parece tan gracioso?- le dije.

  • Oh vamos Carol, tu.

  • ¡Ahhhhhhhhhhhhhhh!- le girté con frustación.

  • Vamos.- y me ofreció su mano.

  • Dejame en paz.


Rechacé su mano y después de levantarme me fuí. Fuí a casa Lucy, entré por su ventana y a la pobre le volví a dar un susto de muerte:

  • ¡Dios Carol! Deja de hacer eso.

  • Lo siento.- le dije y acto seguido estallé.- Le odio Lucy, te aseguro que le odio con todo mi ser.

  • ¿A quién?

  • ¡A Andrew! ¿A quién si no? El muy imbécil se ha reido en mi cara.

  • A ver calmate que me estás dando miedo.- me senté en su cama y respiré profundamente.- ¿Qué ha pasado?

  • Pasa que voy a matar a Andrew.- y le conté nuestra pelea.

  • Estás como una cabra.

  • Lo sé, pero él es un gilipollas.

  • Cierto, un gilipollas equivalente a un Dios griego, pero un gilipollas.

  • Encima no se cuando va a volver Giovanni, pero yo no me puedo quedar en esa casa con ese loco.

  • Si quieres voy yo y tu te quedas aquí sulpantandome con mis padres.- le regalé una mirada llena de ira.- vale, vale...era broma. ¿Sabes que vamos a hacer tu y yo?

  • ¿Qué?

  • Vamos a llamar a Rulo que me ha dicho que esta noche hacen un concierto de rap en el mercado de las flores. Tu y yo nos vamos a poner divinas y luego iremos.

  • No sé, Lucy...Jorge estará y...

  • Jorge va a ir tan borracho que ni te va a ver, asi que venga. Yo creo que deberiamos ir a tu casa porqué tienes ropa mas divina que yo.

  • Que morro tienes. Anda vamos.

  • Esperame abajo, ¿vale?

  • Vale.


Salí por la ventana y esperé a que bajara Lucy, yo había llegado andando de manera que ella se subió a mi espalda y la llevé hasta mi casa. Cuando llegamos a Lucy por poco le da un patatús. Entramos y vi que el desastre del comedor había sido recogido por Andrew de manera que subimos a mi habitación a ponernos estupendas. Lucy se provó medio aramario, y os aseguro que medio armario mio es como una tienda del Zara con planta de niños y de hombre. Finalmente eligió un vestido corto negro de lentejuelas, no era muy ajustado de manera que le caía con gracia y dejaba al descubierto uno de sus bronceados hombros. La odiaba...Lucy siempre estaba morena. Yo por otro lado no estba muy inspirada de manera que me puse lo que me dió Lucy. Unos ajudadísimos pantalones negros de pitillo y una camiseta dorada palabra de honor también de lentejuelas:

  • Ni que fuera fin de año.- le dije.

  • No hace falta que sea fin de año para lucir lentejuelas.- me dijo ella mientras se calzaba mis tacones Prada.- nos maquillamos y luego fuimos al garaje a por uno de los coches.

  • ¿En cuál te apetece ir, nena?- le dije en tono seductor y como de machote.

  • Pues...Creo que el Porsche es demasiado vulgar para mi. Vayamos en Ferrari.

  • Vale.- subimos al flamante Ferrari rojo biplaza y pusimos rumbo al mercado de las flores.

  • Me siento tan super importante.- me dijo.

  • Bueno, la verdad es que esta noche no vamos a pasar desapercibidas.

  • Dale, me encanta ser el centro de atención.- las dos nos reimos tontamente. Llegamos al mercado y el sitio estaba arrebosar. Por suerte encontré aparcamiento y os juro que fue un milagro. Mientras aparcaba la gente miraba el coche. Cuando puse el freno de mano Lucy abrió la puerta y salió. Vio a Rulo y le llamó- ¡Rulo!- todo el grupo se giró y se acercaron al coche.

  • ¡Ah! Como te odio.- me dijo Rulo cuando yo estaba saliendo.

  • Si te portas bién te daré una vuelta en él.- le dije.

  • ¿En serio?- me dijo emocionado. ¿Me vas a dejar conducirlo?- miré en vaso de cubalitro que tenía en la mano y que se estaba acabando.

  • Puede que otro día.

  • ¿Y a mi?- dijo Jorge sin quitar los ojos del coche.

  • Si, a ti también.

  • Genial.


Estuvimos un rato mas venerando al coche y luego nos fuimos hacia el escenario. Había un montón de gente y mas raperos de los que alguna vez había visto en mi vida. El concierto empezó con una demostración de beat boxing de la mano del campeón de Europa, el tio estaba tremendo y Lucy y yo le vitoreamos. Os juro que gritamos tanto que cuando el pobre chico bajó del escenario estaba rojo como un tomate. Luego un grupo local que fue recibido por el público como si se tratara del mismo 50 cent. Cuando nos cansamos de gritar acompané a Lucy a la barra a por bebida y en la barra nos encontramos al chico del beat boxing. Nosotras nos reimos tontamente y el volvió a ruborizarse pero nos invitó a dos cervezas, las dos se las bebió Lucy. Volvimos con Rulo, Jorge y los demás y nos encontramos a Rulo hablando con Arion, me había olvidado que Arion era fantaico del Hip-hop:

  • ¡Arion!- le dije contenta de verle.

  • Vaya, hola.- me dijo sonriendo.- hola Lucy.

  • Oh, recuerda mi nombre.- dijo Lucy como si tuviera 12 años y el chico mas megapopular del instituto le hubiera dicho hola.

  • Recuerda que somos vampiros.- le dije a Lucy a la oreja. Ella hizo una mueca y Arion que nos escuchó se río.

  • Aunque no lo fuera me hubiera resultado imposible olvidame de tu nombre o de ti.- Lucy le agarró del brazo.

  • Ves, si ya lo sabia yo. Carol eres cruel.

Arion se quedó con nosotros durante los conciertos y estuvo muy bién. Me gustó que de vez en cuando me abrazara, me diera un beso o incluso que se pusiera celoso cuando algun otro tio me miraba mas de la cuenta.

Eran las seis de la mañana y los conciertos ya se estaban terminando. Los humanos que era todo el mundo menos Arion y yo estaban medio muertos. Me despedí de Arion y llevé a Lucy a su casa, luego me fui a la mía.


Cuando llegué a casa sentí que Andrew estaba allí, se oía suave música de fondo y olía a rosas. Pensé que seguramente había tenido una cita romantica con su novia y como no tenía ganas de ver a ninguno de los dos me fui a mi cuarto.

Cuando abrí la puerta me sorprendió ver que mi habitación estaba llena de velas y olía a rosas, eso era porqué había petalos de rosas por todos lados y allí encima de la cama mirandome estaba Andrew:

  • ¿Qué es todo esto?- le dije sorprendida.

  • Carol, yo...quería pedirte disculpas. Tenías razón he sido un auténtico cerdo.

  • Bién, al menos lo reconoces. Ahora fuera de aquí.- me miró sorprendido.- ¿Qué?- le dije.- ¿Creías que por montarme este numerito me iba a olvidar de todo lo que me has dicho y que me iba a meter en la cama contigo como si nada? Pues no, Andrew. Acepto tus disculpas, pero nada mas.

  • Carol...

  • No Andrew, vete porfavor. Hablaremos cuando las cosas se hayan calmado. Yo quiero disculparme también por lo de esta tarde. Pero ahora no es el momento.

  • Está bién.- se levantó de mi cama y salió de mi habitación.- Cuando tu quieras.


Cerró la puerta y la ira me invadió, si es que todos los tios eran iguales. Una velitas un par de rosas y se creían que les ibámos a perdonar todo.

Por otro lado me sentía orgullosa de mi misma. Por un momento había querido perdonarle y lanzarme a su cuello, pero me había mantenido firme y eso era bueno. Pese a lo que había pasado entre Andrew y yo, yo aun estaba con Arion y Gio estaba en el medio. Sea por ellos o porqué Drew era un idiota nosotros no podíamos estar juntos.

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>> sábado, 29 de agosto de 2009

9.INFIEL.


El lunes por la mañana ir a clase en el coche con Drew era la ultima cosa que me apetecía hacer. Solamente eran unos diez minutos pero a mi se me hicieron eternos. Cuando llegamos me bajé del coche rapidamente y fui al encuentro de Lucy que estaba abrazada a Rulo:

  • Buenos días.- les dije.

  • Y llegó papá Noel.- dijo Rulo mirandome. Yo iba con vaqueros blancos, jersey de lana blanco y el abrigo que era rojo.

  • Habló Rocco Sifredi- le dije haciendo referencio a su vidio con Lucy. Él miró a Lucy y se puso rojo.

  • Bueno, haya paz por la mañana.- dijo Lucy.-¿No estáis contentos? ¡Pasado mañana nos vamos a esquiar!

  • Es verdad. Aun tengo que buscar a alguien que me deje un mono de esquí.- dijo Rulo.

  • Yo te puedo prestar.- le dije.- pero sólo si me lo pides porfavor.

  • Pensé que Andrew venía como profesor acompañante.- dijo Lucy.

  • Y viene, pero le puedo prestar el equipo de Gio. ¿Así?- dije mirando a Rulo.

  • Carol porfavor ¿serías tan amable de prestarme el equipo de esquí?- y puso la mejor de sus sonrisas.

  • Claro que sí. Te lo traeré mañana.


Fuimos a clase y la mañana fue mas o menos normal, lo unico que bueno, Lucy parecia que hubiera ganado la lotería o un viaje a Cancún o un vale para comprar en Calvin Klein. La tipa estaba encantada con el tema de que yo fuera un vampiro, si yo la hubiera dejado ella lo habría gritado a los cuatro vientos. Las tres clases pasaron rapidas y llegó la hora del descanso. Salí junto con Lucy y Rulo y justo en la puerta me encontré a Alba, sí Alba la chica que se había acostado con Drew y os aseguro que no estuve nada contenta de verla, ella me reconoció por supuesto y me saludo con una sonrisa, recordé lo que había decidido y se la devolví:

  • Hola.- me dijo.

  • Hola ¿qué haces por aquí?- era obvio pero se lo pregunté intentando sonar simpatica.

  • Pues he quedado con tu hermano ¿lo has visto?

  • Justo terminamos la clase con él así que estará saliendo.

  • Carol, vamos a comprar comida.- me dijo Lucy.

  • Ok, ahora vengo.- ellos se fueron y me quedé charlando con Alba.- Oye Alba.- le dije para demostrarle que me he acordaba de su nombre.- perdona por lo del otro día, se que estuve un poco borde. Bueno muy borde.

  • Oh, tranquila no pasa nada.

  • Es que estaba con la regla.- me inventé. Ella se rió.

  • Bueno así normal, tendrías que verme a mi con ella, estoy que muerdo.

  • Te comprendo perfectamente.- vi a Andrew acercandose.- mira aquí viene Drew.

  • ai...- dijo Alba y mientras lo miraba venir hacia nosotras se le puso cara de boba. Estaba claro que Andrew le gustaba.

  • Perdona que haya tardado.- dijo Drew cuando estuvo con nosotras.

  • No pasa nada, tu hermana me ha entretenido.- Andrew me miró y arqueó una ceja.

  • No me mires así, he sido buena, lo prometo.- le dije.

  • Es cierto.- dijo Alba.

  • Bueno me voy, ya nos veremos.- dije.


Bajé las esclaeras de la entrada y me fui a buscar a Lucy y Rulo, pero oh, oh...no estaban solos, con ellos estaba Jorge.

¡Mierda, mierda y mierda! Pero una mierda como un piano, me había olvidado completamente de Jorge. ¿Con qué cara lo miraba yo ahora? Vale no tuve tiempo para pensarlo, él me saludó y vino contento hacía mi. Me besó, y no me dió un piquito precisamente. Después de eso y de haber reprimido mi lado chungo con la nueva novia de Andrew sólo le pude decir:

  • ¿Qué haces aquí?- mi voz sonó fría.

  • Bueno, he venido a verte.

  • Podrías haber avisado.

  • Lo siento.- dijo.- no quería molestarte.- yo suspiré.

  • Bueno, no importa. ¿Cómo estás?

  • Bién ¿tu? Porqué el sábado de te fiste prácticamente correindo y a parte del sms, no he sabido nada mas de ti.

  • Ya bueno...he estado ocupada.


Quería decirle que no quería nada con él, que lo sentía pero que me dejara en paz...pero no se lo dije, no se lo dije porqué no me pareció un buen momento, estábamos con Rulo y bueno, Lucy ya sabía que yo me había acostado con Arion pero igualmente no tenía porqué humillar a Jorge y darle calabazas delante de ellos. Así que cuando terminó la hora dejé que me acompañara al instituto, mientras andábamos él cogió mi mano y yo pensé que la cosa se estaba poniendo fea.

Cuando llegamos al instituto vi que Drew y Alba también estaban de vuelta, estaban hablando y tenían las manos entrelazadas, él le estaba diciendo algo y ella le sonreía, entonces él se inclinó y la besó. Viendo eso me entraron unas ganas locas de llorar y bueno, la verdad es que no sacó nada bueno de mi porqué me giré hacía Jorge y lo besé. Lo hice porqué esperaba que Andrew me viera, quería que pensara que me importaba una mierda que él fuera besandose por ahí con otra. No sé si me vió o no.

cuando dejé de besar a Jorge maldije para mis adentros, ya lo había vuelto hacer, me había dejado llevar por mis impulsos y sólo había empeorado las cosas con Jorge. Si es que hay veces que yo misma me odio...

  • Entonces ¿Nos vemos esta tarde?- me dijo.

  • Hmm, esta tarde no puedo.- y era cierto, había quedado con Arion.- pero ¿Qué te parece mañana por la tarde?

  • Bien.

  • Pues te llamo y te digo la hora y el sitio.

  • Genial.


Me besó otra vez y se marchó. De mañana no pasaba, mañana le iba a decir que no quería estar con él. Lo juro.

Volví a clase y menos mal que era un vampiro porqué de no haberlo sido me hubieran preguntado algo y yo no hubiera podido responder ya que tenía mis pensamientos puestos en Andrew, Jorge y Airon. Cuando terminaron las clases me fui a casa con Andrew, tenía practica de coche pero quería pasar por casa a cambiarme, Arion sabía queyo me ponía estupenda por qualquier cosa y si me volvía a presentar a su casa con vaqueros se iba a pensar que no me importaba lo mas mínimo. Así que fui a casa me puse medias negras, una minifalda vaquera y bueno, me dejé el jersey que traía puesto. Me volví a calzar los descansos de nieve y me fui como un rayo a la autoescuela. Mañana por la mañana tenía el examen por lo que me iba a saltar la mayoría de las clases, el profesor me dijo que me veía preparada para hacer el examen. si...claro, él lo único que veía eran mis muslos que no dejó de mirarlos durante toda la hora...¡pervertido!

Cuando terminé la clase me fuí hacía casa Arion. Mientras andaba hacía allí me di cuenta que no sabía que esperar. Estaba claro que después de habernos acostado no ibámos a ponernos a hacer manitas otra vez. ¿Pero hacerlo otra vez? Esperaba no ponerme a pensar en Andrew.

Pero no, no fué así.

Arion me abrió la puerta sólo con vaqueros, los llevaba bajos y estaba claro que no había nada debajo, nada de ropa quiero decir. Le recorrí el cuerpo, ¡EL CUERPO! Con la mirada y mis hormonas volvieron a traicionarme. Le puse la mano en el pecho y lo empujé hacía dentro, en el proceso dejé caer mi bolso en el suelo y salté a sus brazos. Él me cogió facilmente y cerró la puerta, nuestros labios se encontraron y nuestras manos se movieron por todo nuestro cuerpo. Pronto nos encontramos desnudos, en el suelo (otra vez) y jadeando de palcer.

Mas tarde, me ruboricé interiormente sólo de pensar en lo que habíamos hecho esa tarde. Arion era alucinante, vale, no es que hubiera provado con nadie mas pero no imaginaba que alguien pudiera ser mejor en el sexo que él, sólo de pensar en él o en sus manos hacia que un calor intenso recorriera mi cuerpo:

  • Entonces ¿te vas a esquiar el miercoles?- me preguntó mientras me vestía.

  • Sí ¿vas a echarme de menos?

  • No lo dudes.

  • Asi me gusta.

  • ¿Por qué no te quedas esta noche?

  • Porqué creo que hemos hecho suficientes cosas esta tarde.

  • Aun me quedan cosas que enseñarte.

  • No lo dudo. Pero hay tiempo.

  • ¿Vendrás mañana?

  • Sí. Quiero que me esneñes eso que dices que me tienes que esneñar.

  • Oh, asi vale.- nos reimos.

  • Bueno, que te vaya bién mañana en el examen.- me dijo ya en la puerta.- si no piensa que siempre le puedes chupar la sangre.

  • ¡Vaya! No me había dado cuenta de eso.- le di un beso.- hasta mañana.

  • Chao nena.


Me reí y empecé a bajar las escaleras. Nena...si es que lo que una tiene que oir. Cuando iba para casa pensé que le había dicho a Rulo que le iba a llevar el equipo de esquí de Gio a la escuela pero yo mañana no iba a ir a la escuela así que saqué el móvil y le llamé, constestó cuando ya iba a colgar:

  • ¿Qué pasa Barbie?- me dijo a modo de saludo. Genial, ya tenía un nuevo apodo.

  • ¿Qué pasa ¿no te sabes mi nombre? Te sale en la pantalla. ¿o es que no lo puedes recordar des de que lo lees hasta que me contestas?- él se rió.

  • Me se tu nombre, pero disfruto provocando tu irritación.

  • Fantástico.

  • Bueno ¿Quieres algo o sólo me llamas para escuchar mi fantástica voz?

  • Te llamo porqué mañana no voy a ir a la escuela, tengo el examen de conducir y como te dije que te llevaría el equipo...

  • Bueno, pues lo vengo a buscar a tu casa mañana por la tarde.

  • No voy a estar. ¿Quieres venir a buscarlo ahora?

  • Si no hay mas remedio...ahora vengo. Espero que no sea una excusa para seducirme y meterme en tu cama.

  • Oye niño.- le dije riendo.- que ya se que tienes gustos un poco raros y a mi estas cosas no me van.

  • Ah...es verdad, no me acordaba que estoy hablando con la Virgen Maria.

  • Idiota...

  • Nos vemos ahora.


Y me colgó. Me apresuré a llegar a casa porqué le había dicho a Rulo que iba a estar allí. Cuando llegué a casa no había nadie, bueno Drácula que se puso muy contento de verme y cuando le cogí en brazos me lamió las orejas. Le dejé la puerta abierta para que pudiera salir a fuera a hacer sus necesidades y yo subí a mi habitación. Dejé el abrigo y me quité las botas. Encendí el ordenador y fui hacía la habitación de Gio para buscar su equipo pero oí el ruido de un motor y bajé para recibir a Rulo. Rulo dejo el coche y se bajó, vino hacía mi seguido de Drácula:

  • Hola.- me dijo y me dio dos besos, me quedé extrañada porqué nunca me los daba.

  • Pasa.- le dije.- iba a buscar las cosas mientras llegabas, pero te has adelantado asi que no se dónde estan.

  • No pasa nada, tampoco tengo nada que hacer.- Me siguió por las escaleras hacia la habitación de Gio.- joder con la casa.- Dijo mirando a su alrededor.- pensé que Lucy exageraba cuando decía que estás forrada.

  • Ya ves, son sólo cosas.- Una vez en la habitación de Gio miré en su enorme armario pero no encontré nada. Así que le llamé al móvil y me dijo que estaba en una caja en el garaje. Fuimos y cuando encendí la luz los ojos de Rulo no pudieron ver nada mas que los coches que había ahí guardados.

  • ¡Ah! Como te odio.- dijo acariciando el Hummer.

  • A mi no, a mi hermano.

  • Es lo mismo.


Mientras él examinaba los coches y motos en profundidad yo enconté su equipo de nieve. Después de dirigir una mirada nostalgica a los autos salió del garaje seguido por mi. Le acompañe hasta su decrepito coche y después de despedirse se fue.


Por la mañana antes de hacer el examen estaba nerviosa, sabia que tenía el tema de la conducción dominado pero todo el mundo me había metido el miedo en el cuerpo, la gente equiparaba examinarse del carné de conducir con que te eligieran para trabajar en la NASA. El examinador era un hombre de unos 50 años que estaba en un período de calvicie muy abanzada, el hombre cuando me vió esperando con el chico que haría el examen conmigo me dedicó una lasciva mirada y me dieron ganas de arrancarle la cabeza.

Mi compañero hizo el examen conmigo y la verdad es que si yo no hubiera sido inmortal y segura de ser inmune a los accidentes de tráfico, me hubiera preocupado por mi vida. El chico lo hizo fatal y porsupuesto suspendió. Yo aprové.


Por la tarde llegó mi verdadero examen, había quedado con Jorge antes de que él entrara a trabajar y me dirigí hasta su trabajo pensando en lo que le iba a decir. Él estaba ahí con un mono azul de trabajo y su cazadora de cuero, en cuanto me vió me sonrió:

  • ¿Qué, has aprovado?- me preguntó porqué sabia que esa mañana había hecho el examen.

  • Sí.

  • ¡Felicidades! Eso habrá que celebrarlo.- se acercó a mi y me rodeó con sus brazos para besarme. Esta vez me aparté.

  • Jorge, no. He venido aquí para hablar contigo.

  • No quieres estar conmigo.- no lo dijo a modo de pregunta.

  • Lo siento.- le dije.- Tu eres un encanto, pero no soy buena para ti.

  • No digas eso. Di que no te gusto o que te gusta otro pero no digas que no eres buena para mi porqué eres la tia mas cojonuda que he conocido. Entiendo que una chica como tu no quiera nada con un tipo como yo.

  • Jorge, no. no es por ti, de verdad.

  • Claro que es por mi. Mirame, soy un bruto y un tonto. Tu eres guapa, eres lista, tienes dinero...está claro que no jugamos en la misma liga.

  • Jorge, te aseguro que eso no tiene nada que ver. Estoy segura que cualquier chica haría cola para estar contigo, porqué vale, puede que no den nunca un premio novel pero eres tierno y amable. Sabes hacer reir a una chica y oye, eres muy guapo.

  • Pero no te gusto.

  • Si me gustas. Pero estoy enamorada de otro.- eso era totalmente cierto.

  • Entiendo.

  • Lo siento, Jorge. De verdad que lo siento.

  • Bueno podemos ser amigos ¿no?

  • Si tu quieres, sí. Claro que si.


Después de charlar con Jorge me fui a casa Arion. Estuve con él toda la tarde y por la noche, a eso de las 10, Arion me acercó a casa. Cuando llegué Gio estaba viendo la tele y me dijo que Andrew estaba en casa de Alba asi que me tumbe en el sofá con mi cabeza en el muslo de Gio y vimos juntos una pelicula. Después subí a hacerme la maleta.

Andrew y yo nos fuimos temprano de casa ya que el autobus salía a las cinco, Gio nos dejo en el instituto como si fuera nuestro padre, solo le faltó sacar unos bocadillos de su bolso y darnoslos. Andrew se fue a donde los profesores, venían tres mas y yo me quedé mientras con Gio, Gio me abrazó y me besuqueó:

  • ¡Ai!-me quejé yo en uno de sus achuchones.

  • Portate bien y no te metas en lios. Nada de emborracharte o de fumar hierba.- me dijo burlandose de mi.

  • Mierda Gio, ya me has arruinado el plan.- Cuando empezaron a llegar mis compañeros, no solo los de clase si no de todos los cursos Gio se fue, no sin antes gritarle a Drew que estaba en el otro lado de la calle.

  • Bueno mi amorsito, portate bien.- y le envió un beso. Os juro que la cara de Drew no tuvo precio y la del resto de gente que había por allí tampoco, yo estuve cinco minutos riendome a carcajada limpia. Lucy llegó con una maleta enrome, bueno la mía también lo era, y frotandose los ojos.

  • Ah- me dijo.- está claro que esto de madrugar no es lo mio.

  • No hace falta que lo vuelvas a decir.


Como según Lucy hacía un frio para morirse subimos al autobus, que era de dos pisos, y nos sentamos. Nos sentamos en el piso de arriba en los asientos delanteros porque Lucy dijo que cuando saliera el sol se estaría genial. Sentadas ahí vimos llegar a Rulo y al resto de gente que aún no había llegado. Finalmente estuvimos todos y nos fuimos. Lucy puso su cabeza sobre mi hombro y se durmió en unos minutos. Todo el mundo hizo lo mismo. Después de dos horas mas o menos la gente se despertó y empezaron a armas jaleo, Andrew subió a llamarnos la atencion, y genial, me encontró a mi en el medio de todo el sarao y con Pedro un chico de clase cogiendome en brazos, el muy animal me había tirado un MP3 a la cabeza, bueno iba para quien se sentaba detras de mi pero me dió de lleno y yo estaba cobrando mi venganza, Andrew se nos quedó mirando e hizo una mueca al ver que las manos de Pedro estaban peligrosamente cerca de mi culo, Pedro me soltó al insante:

  • Gracias por dejar de meterle mano a mi hermana en mi presencia.- dijo con cínismo.

  • No me estaba metiendo mano.- le dije ofendida. Él me ignoró.

  • A ver si os comportais un poco que parece que esteis en guerra. Tu.- le dijo a Pedro- sientate ya. Tu ven conmigo.- me dijo a mi.

  • ¿Por qué?

  • Porqué parece que siempre estás en medio de todos los follones.

  • Que no he hecho nada, que me ha tirado un MP3 a la cabeza.

  • Es cierto, fue mi culpa.- dijo Pedro.

  • Callate. Vamos Carol.

  • Que te he dicho que no.- me reboté.

  • Genial, si quieres quedarte aquí comportandote como una fulana estupendo. Tu veras niña.- de pronto se hizo un silencio general. ¿Fulana? ¿enserio Andrew me había llamado fulana? Sentí la rabia crecer y no pude hacer nada para controlarla, le di un tortazo que le giré la cara. Se oyeron algunas expresiones de fondo.

  • Que te den por culo.- le dije. Y fui a sentarme con Lucy.


No se lo que hizo Andrew, supongo que volvió abajo con los otros profesores. Pero si se lo que hice yo, sentarme con Lucy y sentirme como una mierda durante el resto del viaje. Lucy intentaba consolarme pero no había ningún tipo de consuelo para mi. El hombre del cual estaba enamorada me había llamado fulana delante de una multitud. Al menos podía mantener mi dignidad aunque me moría de ganas de llorar era físicamente imposible que lo hiciera y en ese momento lo agradecí.

Finalmente llegamos, dejamos las cosas al hotel y luego, después de ponernos el equipo de nieve nos fuimos a esquiar. Yo había esquiado durante toda mi vida por lo que se me daba bién, si a eso le sumabas mi gracia vampirica me convertía en diosa del esquí, bueno, del snowboard mas concretamente. Nos dividieron en grupos según nuestro nível y según si hacíamos esquí o snow. En mi grupo eran casi todo chicos y teníamos un monitor argentino, que aunque mi humor estaba por los suelos, pude apreciar que estaba como un queso manchego.

Esquiamos hasta que cerraron las pistas y luego volvimos al hotel, yo compartía la habitación con Lucy y cuando llegamos estuvimos un buen rato elogiando el culo de mi monitor. Un rato antes de la cena llamaron a nuestra puerta, abrió Lucy y resultó que era Drew:

  • ¿Te importa dejarnos un rato?- le dijo Drew a Lucy amablemente.

  • Claro que no, iré a ver que hace Rulo.- Lucy se fue.

  • ¿Qué coño quieres?- le dije a Andrew.

  • Pedirte disculpas.

  • No las quiero.

  • Carol de verdad, no se porqué te dije eso.

  • Pues yo si, me lo dijiste porqué eres un idiota machista que no puede reconocer que tiene celos. Tu tienes derecho a encontrar a alguien que te guste y ahí yo no puedo decir nada, pero si yo hago lo mismo ya soy una fulana.

  • No es eso...

  • ¿Ah no? ¿Y entonces que es?

  • ¡Vale, sí! Es eso, ¿pero que quieres que te diga? ¿qué me muero de celos cada vez que te veo hablando con otro? Pues sí. ¿Qué me muero sólo de imaginarte con ese tal Jorge? Pues sí. ¿Qué me muero de ganas de besarte y de hacerte el amor cada vez que te veo? Pues claro que sí, Carol.


Sin decirnos nada mas nos miramos a los ojos y luego el me agarró para darme un tórrido beso.

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