CAPITULO 4. TRISTE.(MAS VAMPIROS)...AN

>> sábado, 15 de agosto de 2009

4.TRISTE.


Me sorpendió encontrarlo ahí, pero la verdad es que no me importó, estaba leyendo uno de mis libros, Los pilares de la tierra, en cuanto me vió me dedicó una sonrisa que hizo que me temblaran las piernas, le devolví la sonrisa y me senté a su lado. Me cogió la cara suavemente con sus manos y me dió el beso mas tierno que me habian dado en la vida, fue inevitable, mis dedos se enredaron en su pelo y de repente estábamos los dos tumbados en mi cama, besandonos y acariciandonos. Me beso las orejas, los parpados, la nariz, la barbilla y el cuello, sus besos eran dulces, suaves y ligeros como el roze de una pluma pero hacían que mi cuerpo se estremeciera y que ardiera por sitios que ni sabia que podian arder. Mi mano terminó debajo de su camiseta acariciando sus abdominales y su pecho, por Dios! Tanta perfeccion deberia ser ilegal. Me sentía abrumada y fuera de control, Arion estaba encima de mi y no dejaba de besarme y tampoco yo dejaba de besarle a él, con cuidado me quitó los leggins y besó mis piernas desnudas yo dejé ir un largo suspiro, siguió subiendo por mis piernas y otra vez sus labios estaban sobre los mios, fue instintivo, le rodeé la cintura con las piernas y él acarició mi muslo. Le quité la camiseta y besé su cuello, sus hombros y su pecho. Mi vestido estaba en el suelo junto a mis leggins y realmente yo no era conciente que estaba en ropa interior entre sus brazos, él beso mi escote y acarició mis pechos y justo cuando su lengua estaba jugando con mi ombligo, se abrió la puerta y entró Giovanni:

  • Oye Carol has visto mi...- no terminó la frase porque nos vió a Arion y a mi, entrelazados en mi cama, yo casi desnuda y él solo con vaqueros.

  • ¡Sal de aquí!- le dije y le tiré una cojin. El lo cogió pero no se fue, estaba mirando con ira a Arion.

  • ¡Tu!- gritó. Y bingo, Andrew se unió a la fiesta. Para mi sorpresa fue Andrew y no Giovanni quien se abalanzó sobre Arion, por suerte Gio le sujetó, le costó trabajo ya que Drew era mas grande y estaba muy cabreado.

  • Fuera.- le dijo.- ¡apartate de ella, vete de mi casa!- Arion iba a contestarle pero le toqué el brazo y le pedí que se marchara.

  • Arion, vete porfavor, te vere mas tarde.- Arion recogió su camiseta y se fue por la ventana. Gio soltó a Drew.

  • ¡Carol por Dios!- dijo Andrew.- ¿con él? Te dijimos que no era bueno.

  • ¡Y yo te dije que estabas exagerando!- le grité.- él es bueno conmigo, me gusta ¿vale?

  • Él es bueno ahora contigo, ¡pero fue Arion quien asesinó a toda mi familia!

  • ¿Qué?- dije sorprendia.

  • Arion mató a mi esposa y mató a mis dos hijos, bebió de ellos hasta drenarles toda la sangre. ¡Cuando llegué a casa le encontré desangrando a mi hija de tan solo un año! Cuando me vió fué a por mi, pero yo fui transformado. Arion es un animal, es una bestia Carol!

  • Esto no puede ser cierto.-dije.

  • Pues lo es, asi que piensa lo que haces.- salió de mi habitación. Giovanni se sentó a mi lado y me cubrió con una manta que había a los pies de mi cama. Yo había olvidado que iba en ropa interior.

  • Chica,tienes mal ojo, eh.- me dijo.

  • Lo siento.- dije.- yo no sabia que Arion había hecho eso, ni siquiera sabia que Andrew tenia una familia.

  • Bueno, hay cosas de las que todos preferimos no hablar. Este es un temba tabú para Drew.

  • ¿He metido la pata, no?

  • Todos metemos la pata, yo la metí contigo y me perdonaste. A Andrew se le pasara en unos dias, tu no sabías toda la historia.

  • Ya...pero igualmente...

  • ¡Basta! Aquí no ha pasado nada, seguro que yo me he enrollado con chicas mucho mas despreciables que Arion.

  • ¿Tu crees?

  • ¿Qué piensas que hacía yo en Versalles?

  • ¡No me lo puedo creer!- ¿estaba Gio insinuando que era amante de Maria Antonieta?- ¿lo dices en serio?- el solo sonrió.

  • Descansa un poco, ¿vale?- se levantó y beso mi cabeza.

  • Gracias.- le dije.


Me quedé en mi habitación todo el día, pensando. Yo no podía estar con alguien que había hecho tanto daño a Andrew, y bueno aunque no fuera Andrew. Arion había asesinado friamente a la familia de Drew. ¡Dios mío era un asesino!

Otro de los motivos de mi reclusion es porque tenia miedo de enfrentarme con Andrew, no sabia que decirle, disculparme porsupuesto pero no sabia si eso sería suficiente.

Arion me llamó varias veces al móvil, le colgué todas las veces, tampoco me veía con fuerzas de enfrentarme a un asesino. A media tarde le oí venir, estaba en mi ventada y yo no podia decirle nada:

  • Carol.- me dijo. Yo seguía de la misma manera que Gio me había dejado, no me habia movido para nada.

  • Vete Arion, no quiero seguir con esto. Ni quiero ni puedo.

  • Dejame que te explique, lo de la familía de Andrew no fue...

  • Así que lo admites.- le corté.- tu los matasté.

  • Sí, pero no fue como tu crees.

  • Vete- le grité.- no quiero verte y no quiero que me des excusas tontas. ¡Fuera!- salté de la cama hasta la ventana y lo empujé a fuera, él aterrizó elegantemente y me miró, sus ojos reflejaban tristeza pero inclinó su cabeza y se marchó.

  • ¿Qué pasa, Carol?- ahí volvía a estar Giovanni.

  • Nada, he resuelto el problema.- sí, lo había resuelto pero me sentía triste.

  • Ven aquí.- y Gió me abrazó.


Pasaron los dias y no volví a ver a Arion, no apareció por el instituto y la casa parecía estar vacía. Mis compañeros de clase me preguntaron a mi, pero yo no tenía una respuesta, les dije lo primero que me pasó por la cabeza, que su familía se había mudado, me pareció una respuesta lógia. Por otro lado, Andrew y yo seguíamos sin hablarnos y casa minuto de silencio entre nosotros me causaba dolor, quería a Drew y el hecho de no hablarle era insoportable. Quise decirle algo muchas veces, pero no lo hice, su dolor parecía mas grande que el mío porque iba como una alma en pena a todos lados. Giovanni por una vez no se metió, espero que las cosas se calmaran y que uno de los dos hicera algo...


Después de dos semanas vimos a un agente inmobiliario enseñar la casa de Arion a varias personas, genial, se habia ido. Después de eso Andrew pareció estar de mejor humor. Finalmente decidí ir a hablar con él, estaba fuera en el jardín limpiando el coche, me acerqué a él, no me oyó pues teníe el Ipod en las orejas, le puse la mano en la espalda y el se giró, se quitó los auriculares:

  • Andrew, yo... quería pedirte disculpas.

  • Lo cierto es que yo también a ti, si te hubiera dicho el dia que le conociste lo que había hecho ahora no estariamos así.

  • Vosotros me dijistéis que no era bueno, no me contastéis porque pero lo imporante me lo contaste. Yo no debería...-no supe como continuar.

  • Puede que nos hubieras tenido que hacer un poco mas de caso, pero no tenias forma de saberlo.

  • No quiero que estes enfadado conmigo, Drew. Te echo de menos.

  • Yo tampoco quiero que estemos mal, no hay motivos.- Andrew me abrazó y yo a él, Giovanni apareció de repente des de algun lado y nos rodeó con sus brazos a los dos.

  • ¡Oi, oi, oi mis niños!- exclamó haciendonos reir.


Los dias que siguieron fueron grandiosos, no se si fue porque Gio y Andrew se sentían culpables por no haberme dicho antes que Arion era un psicopata o simplemente porque si, pero me sentí querida por ellos durante cada segundo. ¡Oh! También empecé mis practicas de coche y visité a mis padres.

La hipnosis que les hice la ultima vez todavía duraba por lo que la cosa fue bastante bién. Pasé con ellos todo un fin de semana y me inventé mi vida en el extranjero, ellos parecían felices y eso me calmó, fui con mis padres a visitar a mis abuelos y bueno, a los pobres les tuve que hipnotizar, me gustó ver a mis abuelos porque la verdad es que ya estaban muy mayores y no sabía si los volvería a ver o un día recibiría una llamada de mi madre diciendome que uno de los dos había fallecido, eso sería horrible porque la verdad es que prácticamente me habían criado ellos, mis padres siempre han trabajado los dos y por horarios les era imposible recojerme en el colegio, mi abuelo siempre me venía a buscar, a mediodía y por la tarde, mu abuela me hacía la comida y por la tarde me aydaban con los deberes. Recuerdo que mi abuela intentó enseñarme a hacer calza pero yo prefería jugar al parchís o a las cartas con el abuelo...mi abuelo siempre ha sido un hombre con una infinita paciencia, en verano también pasaba muchas horas en su casa y él, después de comer siempre hacía la siesta, o bueno, lo intentaba porque mientras él dormía yo me empeñaba en arreglarle los dedos de los pies ya que el pobre los tenía torcidos, él jamás de quejó. Oh, y por Dios...mi abuela se volvía loca porque le revolvía todos los armarios y me disfrazaba, luego la pobre tenia que recojerlo todo. ¡que recuerdos!


Cuando volví a casa después de ese fin de semana me sentía triste, me pasé todo el domingo por la noche viendo peliculas de llorar y por la mañana cuando fuí a clase mi humor no había mejorado mucho, encima el dia era gris, cuando aun no había salido el sol había niebla y después se puso a llover.

Antes de la hora de descanso nos enteramos que nuestra profesora de latín y griego no había venido al instituto por lo que además de la media hora de descanso teníamos dos horas mas libres y las dos eran seguidas, durante esas horas fui junto al resto de la clase a una cafeteria que había cerca del instituto, la cafeteria la frecuentaba exclusivamente estudiantes y era muy acojedora, había sofas y sillones, las mesas eran bajas y tambien había una zona con mesas mas grandes para poder hacer tareas de clase. Nos sentamos en los sofas y los sillones, yo me senté en una esquina de un sofá al lado de Lucy y cuando el camarero vino para tomar nota le pedí un chocolate caliente, no me lo tomaría porsupuesto pero seguro que alguien terminaria zampandoselo. Pasé esas dos horas prácticamente sin decir nada ya que no tenia ganas de hablar y me sentía como el día, gris y triste. Después de esas dos horas volvimos solamente cinco personas a clase, los demas decidieron que por una hora no merecía la pena ir a clase. La ultima clase era de literatura y la verdad es que fue un tostón.

Volví a casa con Drew y como no tenía practicas de coche me dejé caer en el sofá y me puse a hacer zaping, definitivamente mi vida era un asco. Drew volvió a irse porque hacía dias que no se alimentaba y no apareció en toda la tarde. Yo hablé un rato por telefono con Lucy, también con mi madre y luego me di un baño de agua caliente, encendí unas velas y estube horas en la bañera, leyendo ya que siempre me ha encantado leer en la bañera. Cuando salí me puse mi pijama de felpa rosa y mis zapatillas conejo (¡si, tenía un pijama!), hice deberes y cuando justo estaba terminando llegaron Andrew y Giovanni:

  • Carol, hemos llegado.- gritó Gio, ¡por Dios! ¿no podía ser menos escandaloso?

  • Ven Carol, tenemos un regalo- dijo Drew. ¿Regalo? ¡Genial! Bajé corriendo.

  • ¿Regalo?- les dije sonriendo. Ellos miraron mis pintas.- Es mi pijama de cuando estoy deprimida, ¿vale?

  • Claro...- dijo Gio.

  • ¿Y bién?- les dije con impaciencia y Andrew puso en mis manos una caja grande de carton con agujeros. La abrí y sí, había un perrito precioso, un cachorro de cocker color miel, con sus largas orejas y le habían puesto un lazo rojo, el pobre tenía cara de miedo y no dejaba de temblar.- ¡Pero que monada!- exclamé.

  • ¿Te gusta?- dijo Drew.

  • ¿Que si me gusta? Me encanta, es precioso.- lo cogí en mis brazos y enseguida dió un lametón.

  • Creo que tu también le gustas.-dijo Gio. Pero yo no le escuchaba, estaba ocupada haciendole gracias al perrito.

  • ¿ Y cómo vamos a llamarte, bonito?- le dije con esa voz que solo se le pone a los animales.

  • Yo creo que deberias llamarlo Angio, como Andrew y Gio.- dijo Gio.

  • ¡Angio es horrible!- dije.

  • Cierto.- me apoyó Drew.

  • Pues Rocky, o Perro, o Toby...-y Gio empezó a recitar nombres. Estubimos un buen rato pensando hasta que porfin tuve una idea.

  • ¡Ya sé!- dije.- voy a llamarle Drácula.


Tanto a Gio como a Drew les pareció una buena idea, si nosotros eramos vampiros que menos que ponerle en nombre del vampiro mas famoso del mundo a nuestro perrito. Drácula comió la comida que Andrew y Giovanni habian traido para él, bebió agua y luego se enroscó en mi regazo y se durmió. Los tres nos pasamos horas miradolo por que la verdad es que era muy cuco, por la mañana lo sacamos al jardín para que hiciera sus necesidades, pero no hubo manera, esperó a volver a estar en casa para hacerlas ahí, puñetero...eso nos iba a costar trabajo. Esa mañana nos dió penita dejarlo solo encasa por lo que Gio se lo llevó al bar en una cesta, cuando termiasémos las clases Drew y yo le iriamos a buscar. En el instituto le dije muy emocionada a Lucy la noticia:

  • ¡Lucy tengo un perrito!

  • ¿Si?

  • Sí, es una monada, un cocker de color caramelo.- ella se rió.

  • Los cockers son muy monos ¿cómo le has llamado?

  • Vas a creer que estamos locos, le hemos llamada Drácula.

  • ¿Drácula?

  • Sí, creo que le pega.

  • ¿Muerde?

  • No, pero no se...lo dijimos y pareció gustarle.

  • ¡Estás loca!


Cuando fuimos a buscar a Drácula, Gio nos dijo que se había pasado toda la mañana presiguiendolo, que en cuanto de descuidaba salía del almacen y se ponía a pasear por el bar, fuimos a casa y mientras yo iba a mis prácticas de coche y a alimentarme se quedó con Andrew.

Pasaron los días y Drácula me seguía por toda la casa y yo intentaba enseñarle modales, a hacer sus necesidades en la calle y a no destrozar zapatos, le eseñé a dar la pata sobornandole con comida pero llegaron mis examenes finales y bueno tuve que hacerle un poco menos de caso.

Estudié para los examenes, quedé algunas tardes con Lucy porque quería que yo la aydará y al final terminé haciendole de tutora a media clase. Mente de vampiro, pensé. Cuando empezaron los examenes estaba nerviosa, eso era una tonteria porqué gracias a mi mente vampiríca tenía memoria fotográfica y me lo sabia todo, pero bueno un examen siempre es un examen.