MAS VAMPIROS...AN

>> lunes, 31 de agosto de 2009

10.IRA.


El beso pronto se convirtió en algo mas. Andrew me abrazó aún mas fuerte contra su cuerpo y yo no podía pensar en nada mas que en él y sus besos. Yo era mucho mas baja que Andrew porqué él era realemente un hombre alto, me cogió de las caderas y sin esfuerzo me subió a su brazo para no tener que inclinarse, yo le rodeé la cintura con las piernas y sin dejar de besarme él me llevó hasta la cama. Con un sólo tirón desgarró mi camiseta e intensificó sus besos por todo mi cuerpo, los botones de su camisa también saltaron cuando yo tiré de ella, Dios Andrew tenía un cuerpo tan perfecto...los musculos de su abdomen se ondulaban cada vez que respiraba y su espalda...

Él dejó un rastro de besos des de mi cuello hasta mi ombligo, sus manos encontraron el boton de mis pantalones y pronto estuve desnuda entre sus brazos, por el contraio él estaba completamente vestido, solamente con su camisa abierta. Andrew besó y lamió todo mi cuerpo, sus manos eran talentosas y yo estaba mas que excitada, empecé a quitarle la ropa y el separo mis muslos con su rodilla, bajó lentamente encima de mi y me besó. Podía sentir su obvia excitación contra mi cuerpo pero también podía sentir que él estaba dudando. Decidí ayudarle, le empujé y los dos giramos de manera que él quedó debajo de mi. Juguetonamente empecé a quitarle su ropa interior pero por ¡Todos los Santos! Eso tenía que ser definitivamente ilegal:

  • Dios mío Andrew.- le dije con ojos como platos.- tu deberías tener problemas de espalda.

  • Oh, callate.- me dijo riendo. Y volví a estar debajo de él, esta vez no tenía dudas pero si parecía preocupado.

  • Adelante.- le dije.


Él me volvió a besar y mientras se introdujo en mi. Si pensaba que Arion era maravilloso, Andrew era glorioso, aunque me hizo el amor con pasión y fiereza cada uno de sus maravillosos toques desprendia tendreza y amor.

Pero la mágia se rompió inmediatamente después de que terminaramos, yo me sentía completa y llena de dicha pero en cuanto él habló la ira me invadió:

  • Pensé que eras virgen.- me dijo.

  • ¿Acaso importa?- le pregunté sin perder la calma.

  • Pues sí. Pensaba que era importante para ti, pero veo que te has acostado con el primer imbécil que has encontrado.

  • Oh.- le dije furiosa.- ahora el señor se preocupa por su ego, cuando hace unos minutos me estabas follando no parecía que te importara no haber sido el primero.

  • Eres tan vulgar.- me dijo y salió de la cama para ponerse su ropa.

  • Yo sere vulgar pero tu eres un completo hijo de puta.

  • No te pases conmigo niña estupida.

  • Yo no me estoy pasando, simplemente estoy diciendo la verdad. Si es que no puedo creer que me haya acostado contigo. ¿En que estaría yo pensando?

  • Ese es tu problema, Carolina, que no piensas.

  • ¿Y sabes cuál es el tuyo? Que eres un puto egocentrico y un carcamal, deja ya de vivir en la edad media, estamos en el siglo XXI y enterate ya, las mujeres pensamos por nosotras mismas.

  • ¿Ahora a ser una puta se le llama pensar por si misma?- me levanté de la cama y lo empujé hasta la puerta.

  • Si crees realmente que soy una puta, tranquilo, lo seré.


Le tiré fuera de la habitación y inmediatamente después me entraron ganas de gritar y de llorar, de ir detás de él para patearle el culo. En cambio me vestí y salí por la ventana de la habitación, estaba cabreada y necesitaba que me diera el aire.


Volví después de un par de horas, Lucy estaba en la cama y la ventana estaba cerrada, golpeé el cristal de la ventana con los nudillos para que Lucy me abriera pero la tia tenía el sueño profundo, al final saqué el móvil de mi bolsillo y la llamé:

  • ¿Sí?- contesto ella medio dormida.

  • Mira a la ventana.- miró y dejo escapar un grito, luego vió que era yo y vino para abrir.

  • ¿Tu estas loca? Por poco me da un infarto.

  • Lo siento.- entré en la habitación.

  • ¿Dónde estabas?

  • Por ahí, necesitaba que me diera el aire.

  • ¿Que ha pasado con Drew?

  • Nos hemos acostado.- le dije.

  • ¡Qué grande!

  • Luego se ha cabreado por no ser el primero y me ha llamado puta.

  • ¿Qué?

  • Lo que oyes.

  • ¡Menudo gilipollas! ¿Pero este tio quién se cree que es?

  • Si es que soy estupida. Me ha llamado fulana esta mañana y yo como si nada, le perdono y él repite.

  • ¡Ai, Carol!


Lucy me abrazó y se pasó un buen rato consolandome. Por la mañana me pasé como 15 minutos intentando despretar a Lucy, al final la amenacé con chuparle toda la sangre y ella se levantó. Me encontré con Andrew en el comedor del hotel y fue un momento realmente tenso, él estaba increible pero yo de lo único que tenía ganas era de arrancarle la cabeza y ponerla en una vitrina para poder lanzarle dardos cuando me sintiera irritada.

Esquiamos durante toda la mañana y “comimos” en el restaurante de las pistas, por la tarde teníamos aun unas horas para esquiar pero Lucy y yo decidimos quedarnos en la cafeteria delante de la chimenea.

Esa noche a los de ultimo curso nos dejaron salir. Fuimos con el resto de la clase a un pub que había cerca del hotel y nos pasamos la noche haciendo el tonto, Lucy se emborrachó un poco y me convenció para bailar con ella. A eso de las cuatro emprendimos el regreso hacía el hotel ya que el toque de queda era a las 4.30.


Los días de esquí pasaron mas o menos todos igual, no hubo ningun nada destacable o de suma importancia. Lo unico, bueno...Andrew y yo no habíamos hablado des de que hicimos el amor y luego nos peleamos.

Volvimos en el mismo autobús destartalado y cuando llegamos llamamos a Giovanni para que nos viniera a recoger, mientras esperávamos los dos en silencio y sin mirarnos le agarré por el cuello del abrigo y le dije:

  • Como Gio sospeche que ha pasado algo entre nosotros, te mataré.- le dije muy seriamente. El se deshizo de mi agarre.

  • Tranquila, aquí no ha pasado nada y soy el primer interesado en que Gio no se entere de nada.

  • Pues así cuando llege sonrié, estás mucho mas guapo.

  • Lo haré, no te preocupes. Pero supongo que entenderás que no tenga muchas ganas de sonreir ahora mismo.

  • Yo tengo menos, te lo aseguro.


Llegó Gio con el coche y nos achuchó a los dos con aire teatral. Luego nos fuimos a casa. Tanto Andrew como yo fingimos a la perfeccion que todo estaba bién entre nosotros y charlamos animadamente con Giovanni. Una vez en casa me encerré en mi cuarto con al excusa de deshacer el equipaje. Después de eso me cambié porqué había quedado con Arion. Durante los días que había estado fuera me había llegado el carné de conducir por lo que cogí el mini y me fui a casa Arion. Arion estubo contento de verme y yo de verle a él y durante un rato, hizo que me olvidara de Andrew y de todos los problemas. Esa noche me quedé en su casa.

Cuando volví a casa por la mañana, la casa estaba en silencio y completamente vacía, me preparé un baño y me metí en la bañera durante un buen rato, cuando salí me envolví en una toalla y me fui a mi habitación. Ahí, sentada encima de mi cama había una mujer, una vampira.

Rubia y increiblemente hermosa me miraba con abierta hostilidad:

  • ¿Qué haces aquí?

  • Tu debes ser Carol.- me dijo ignorando mi pregunta.

  • ¿Y tu eres?

  • Megeara. ¿Dónde está Giovanni?

  • Trabajando, supongo. ¿Tu eres quién lo transformó, cierto?

  • Esa sería yo.- se levantó.- dile a Gio que ya estoy harta que escape de mi todo el tiempo. Voy a volver pronto y espero que esté aquí.


Y entonces salió por la ventana.

Me vestí y arreglé la casa que estaba hecha un asco, Gio definitivamente era un desastre, después me fui a la ciudad a alimentarme. Cuando volví a casa tanto Andrew como Gio estaban ahí, estaban en el comedor jugando una partida de ajedrez:

  • Hola.- les dije.

  • Shtt- dijo Gio.- estoy pensando.

  • Vino Megeara.- le dije.

  • ¿Quééé?- gritó.

  • Esta mañana estuvo aquí Megeara. Me dijo que te dijera que estaba harta de que escaparas de ella y que iba a volver.- Gio se levantó y se fue como un rayo a su habitación. Me senté en la silla que había dejado libre y moví uno de sus peones. Aunque no hablamos Andrew y yo estuvimos jugando al ajedrez hasta que Gio volvió a bajar con una enorme maleta.

  • ¿Te vas?- dijo Andrew tranquilamente.

  • ¿Bromeas? Pues claro que me voy, no tengo ganas de encontrarme con esa loca.- dijo Gio.

  • ¿Lo dices en serio?- le pregunté.

  • Totalmente. La ultima vez que me encontré con Meg me retuvo durante dos meses. No quieras saber lo que hizo conmigo.

  • Estas loco.- le dije.

  • Puede, pero ella lo está mas así que me voy.

  • Te llamare cuando se haya marchado.- dijo Andrew.

  • Alex se ocupara del bar, mas tarde pasará a buscar las llaves. Solo hará falta que alguno de los dos se pase a recoger el dinero antes de cerrar.- dijo.

  • Está bién.-Drew. Gio me dio un beso en la frente y luego se fué.

  • Vale ¿Puedes explicarme que acaba de pasar?- le dije a Drew.

  • Bueno, es algo que dura des de hace algunas decadas. Meg se pasa la vida buscando a Gio ya que ella sigue enamorada pero al mismo tiempo quiere vengarse de él. A veces se aburre de preseguirlo y tienen tregua durante algunos años. Y bueno, parece que se ha terminado esa tregua.

  • ¿Cuánto tiempo va a estar fuera Gio?

  • No lo sé. Puede que algunas semanas, puede que algunos meses o puede que años.

  • ¿Años?- dije horrorizada.

  • La ultima vez tardó ocho años en volver.

  • No lo estás diciendo en serio.

  • Lo estoy diciendo en serio. Y te aseguro que pasarme ocho años solo contigo me jode mucho mas que a ti.- se levantó y se fue hacía su habitación. La ira me cegó y sin pensarlo le tiré el tablero de ajedrez a la cabeza, cuando impactó conta él se rompió en mil trocitos.- ¿Estás loca?- me dijo girandose y viniendo hacia mi.

  • ERES UN COMPLETO GILIPOLLAS.- le dije enfadada.- estoy mas que harta de que me trates así.- y le tiré el cuenco que había encima de la mesa, él lo desvió con su mano.

  • ¡Deja de lanzarme cosas!

  • ¡No quiero!- esta vez le tiré la mesa entera. También la apartó facilmente. Luego salté sobre él. Los dos caímos al suelo, yo encima de él de manera que empecé a golpearle.- TE ODIO, TE DETESTO, TE AVORREZCO.

  • ¡Deja de pegarme, loca!

  • ¡Y tu deja de tratarme como una mierda! No he hecho nada malo maldito hombre de las cabernas. Lo hubiera hecho contigo si no fueras un covarde.

  • No soy un covarde.

  • ¡No mientas! ¿Hace cuánto que estas enamorado de mi? ¡Si lo hubieras dicho antes ahora no estariamos así!

  • Perdonad.- dijo alguien des de la puerta del comedor. Miramos y vimos a Megeara.- hola Andrew.- dijo ella alegremente.

  • Hola Meg.- Andrew se me quitó de encima con facilidad y fue a saludar debidamente a Megeara.- perdona todo esto.

  • Ha sido divertido.- dijo.- hola de nuevo, Carol.- le saludé con la mano des del suelo.- ¿Está Giovanni?

  • Se ha marchado hace unos minutos.- dijo Andrew.

  • ¡Mierda! Os veo mas tarde.- y se fué pitando. Andrew me miró y se le escapó una carcajada.

  • ¿Qué es lo que te parece tan gracioso?- le dije.

  • Oh vamos Carol, tu.

  • ¡Ahhhhhhhhhhhhhhh!- le girté con frustación.

  • Vamos.- y me ofreció su mano.

  • Dejame en paz.


Rechacé su mano y después de levantarme me fuí. Fuí a casa Lucy, entré por su ventana y a la pobre le volví a dar un susto de muerte:

  • ¡Dios Carol! Deja de hacer eso.

  • Lo siento.- le dije y acto seguido estallé.- Le odio Lucy, te aseguro que le odio con todo mi ser.

  • ¿A quién?

  • ¡A Andrew! ¿A quién si no? El muy imbécil se ha reido en mi cara.

  • A ver calmate que me estás dando miedo.- me senté en su cama y respiré profundamente.- ¿Qué ha pasado?

  • Pasa que voy a matar a Andrew.- y le conté nuestra pelea.

  • Estás como una cabra.

  • Lo sé, pero él es un gilipollas.

  • Cierto, un gilipollas equivalente a un Dios griego, pero un gilipollas.

  • Encima no se cuando va a volver Giovanni, pero yo no me puedo quedar en esa casa con ese loco.

  • Si quieres voy yo y tu te quedas aquí sulpantandome con mis padres.- le regalé una mirada llena de ira.- vale, vale...era broma. ¿Sabes que vamos a hacer tu y yo?

  • ¿Qué?

  • Vamos a llamar a Rulo que me ha dicho que esta noche hacen un concierto de rap en el mercado de las flores. Tu y yo nos vamos a poner divinas y luego iremos.

  • No sé, Lucy...Jorge estará y...

  • Jorge va a ir tan borracho que ni te va a ver, asi que venga. Yo creo que deberiamos ir a tu casa porqué tienes ropa mas divina que yo.

  • Que morro tienes. Anda vamos.

  • Esperame abajo, ¿vale?

  • Vale.


Salí por la ventana y esperé a que bajara Lucy, yo había llegado andando de manera que ella se subió a mi espalda y la llevé hasta mi casa. Cuando llegamos a Lucy por poco le da un patatús. Entramos y vi que el desastre del comedor había sido recogido por Andrew de manera que subimos a mi habitación a ponernos estupendas. Lucy se provó medio aramario, y os aseguro que medio armario mio es como una tienda del Zara con planta de niños y de hombre. Finalmente eligió un vestido corto negro de lentejuelas, no era muy ajustado de manera que le caía con gracia y dejaba al descubierto uno de sus bronceados hombros. La odiaba...Lucy siempre estaba morena. Yo por otro lado no estba muy inspirada de manera que me puse lo que me dió Lucy. Unos ajudadísimos pantalones negros de pitillo y una camiseta dorada palabra de honor también de lentejuelas:

  • Ni que fuera fin de año.- le dije.

  • No hace falta que sea fin de año para lucir lentejuelas.- me dijo ella mientras se calzaba mis tacones Prada.- nos maquillamos y luego fuimos al garaje a por uno de los coches.

  • ¿En cuál te apetece ir, nena?- le dije en tono seductor y como de machote.

  • Pues...Creo que el Porsche es demasiado vulgar para mi. Vayamos en Ferrari.

  • Vale.- subimos al flamante Ferrari rojo biplaza y pusimos rumbo al mercado de las flores.

  • Me siento tan super importante.- me dijo.

  • Bueno, la verdad es que esta noche no vamos a pasar desapercibidas.

  • Dale, me encanta ser el centro de atención.- las dos nos reimos tontamente. Llegamos al mercado y el sitio estaba arrebosar. Por suerte encontré aparcamiento y os juro que fue un milagro. Mientras aparcaba la gente miraba el coche. Cuando puse el freno de mano Lucy abrió la puerta y salió. Vio a Rulo y le llamó- ¡Rulo!- todo el grupo se giró y se acercaron al coche.

  • ¡Ah! Como te odio.- me dijo Rulo cuando yo estaba saliendo.

  • Si te portas bién te daré una vuelta en él.- le dije.

  • ¿En serio?- me dijo emocionado. ¿Me vas a dejar conducirlo?- miré en vaso de cubalitro que tenía en la mano y que se estaba acabando.

  • Puede que otro día.

  • ¿Y a mi?- dijo Jorge sin quitar los ojos del coche.

  • Si, a ti también.

  • Genial.


Estuvimos un rato mas venerando al coche y luego nos fuimos hacia el escenario. Había un montón de gente y mas raperos de los que alguna vez había visto en mi vida. El concierto empezó con una demostración de beat boxing de la mano del campeón de Europa, el tio estaba tremendo y Lucy y yo le vitoreamos. Os juro que gritamos tanto que cuando el pobre chico bajó del escenario estaba rojo como un tomate. Luego un grupo local que fue recibido por el público como si se tratara del mismo 50 cent. Cuando nos cansamos de gritar acompané a Lucy a la barra a por bebida y en la barra nos encontramos al chico del beat boxing. Nosotras nos reimos tontamente y el volvió a ruborizarse pero nos invitó a dos cervezas, las dos se las bebió Lucy. Volvimos con Rulo, Jorge y los demás y nos encontramos a Rulo hablando con Arion, me había olvidado que Arion era fantaico del Hip-hop:

  • ¡Arion!- le dije contenta de verle.

  • Vaya, hola.- me dijo sonriendo.- hola Lucy.

  • Oh, recuerda mi nombre.- dijo Lucy como si tuviera 12 años y el chico mas megapopular del instituto le hubiera dicho hola.

  • Recuerda que somos vampiros.- le dije a Lucy a la oreja. Ella hizo una mueca y Arion que nos escuchó se río.

  • Aunque no lo fuera me hubiera resultado imposible olvidame de tu nombre o de ti.- Lucy le agarró del brazo.

  • Ves, si ya lo sabia yo. Carol eres cruel.

Arion se quedó con nosotros durante los conciertos y estuvo muy bién. Me gustó que de vez en cuando me abrazara, me diera un beso o incluso que se pusiera celoso cuando algun otro tio me miraba mas de la cuenta.

Eran las seis de la mañana y los conciertos ya se estaban terminando. Los humanos que era todo el mundo menos Arion y yo estaban medio muertos. Me despedí de Arion y llevé a Lucy a su casa, luego me fui a la mía.


Cuando llegué a casa sentí que Andrew estaba allí, se oía suave música de fondo y olía a rosas. Pensé que seguramente había tenido una cita romantica con su novia y como no tenía ganas de ver a ninguno de los dos me fui a mi cuarto.

Cuando abrí la puerta me sorprendió ver que mi habitación estaba llena de velas y olía a rosas, eso era porqué había petalos de rosas por todos lados y allí encima de la cama mirandome estaba Andrew:

  • ¿Qué es todo esto?- le dije sorprendida.

  • Carol, yo...quería pedirte disculpas. Tenías razón he sido un auténtico cerdo.

  • Bién, al menos lo reconoces. Ahora fuera de aquí.- me miró sorprendido.- ¿Qué?- le dije.- ¿Creías que por montarme este numerito me iba a olvidar de todo lo que me has dicho y que me iba a meter en la cama contigo como si nada? Pues no, Andrew. Acepto tus disculpas, pero nada mas.

  • Carol...

  • No Andrew, vete porfavor. Hablaremos cuando las cosas se hayan calmado. Yo quiero disculparme también por lo de esta tarde. Pero ahora no es el momento.

  • Está bién.- se levantó de mi cama y salió de mi habitación.- Cuando tu quieras.


Cerró la puerta y la ira me invadió, si es que todos los tios eran iguales. Una velitas un par de rosas y se creían que les ibámos a perdonar todo.

Por otro lado me sentía orgullosa de mi misma. Por un momento había querido perdonarle y lanzarme a su cuello, pero me había mantenido firme y eso era bueno. Pese a lo que había pasado entre Andrew y yo, yo aun estaba con Arion y Gio estaba en el medio. Sea por ellos o porqué Drew era un idiota nosotros no podíamos estar juntos.