MAS VAMPIROS...AN

>> martes, 15 de septiembre de 2009

14.ENCRUCIJADA.


Vamos Carol, centrate.- pensé al encontrarme de frente con Arion, Gio y Drew. Joder definitivamente era la reina de los problemas, primero me enrollo con Arion, que es maravilloso pero aún así no puedo quererlo, después con Andrew, del que creía que estaba enamorada pero se comporta como un imbécil conmigo, y digo creía estar enamorada porqué el beso de Giovanni, por el que creía sólo sentir una profunda amistad, me ha dejado temblando. Vale, se que es un poco complicado, haré un resumen:

              1. Arion: completamente genial pero no lo amo.

              2. Andrew: gilipollas aunque creía amarlo.

              3. Giovanni: amigo hasta que me besa y hace replantearme todos mis sentimientos.

Vale, creo que este ha sido un buen resumen ¡Ahora sólo falta entenderlo! Si ya decía yo que el colegio tenia que servir para algo, esto es en plan problema de mates: Carol tiene tres hombres a su disposición, los tres son condenadamente sexys, guapos, apuestos y bueno también ricos. Dos de ellos son buenos en la cama, el tercero es la incógnita. ¿Qué debería hacer Carol, resolver la incógnita o no? ¿A quien de ellos realmente ama? ¡Mierda! Si es que no he sido nunca buena con las mates. Necesito ayuda y urgente pero Lucy está demasiado borracha.

  • Carol, baja de las nubes.- me dice Arion que aún está sentado en la barra.

  • ¿Qué?- le digo respondiendo a su llamada.

  • Chica, que estas en las nubes ¿Qué pensabas?

  • Nada importante.

  • Pues para no ser nada importante se te veía muy concentrada.

  • Estaba pensando en un problema de mates.

  • Ah.


Un cliente reclama mi atención y yo mantengo mis pies en la tierra durante el resto de la noche, Arion se marchó sobre las 4 porqué se aburría y nosotros cerramos a las 6. El camino de vuelta a casa fue incomodo para mi, iba sentada al lado de Gio en el asiento trasero del Mini ya que la “amiguita” de Andrew, Alba, se venía a casa con nosotros a tirarse a MI Andrew, y se que no tenía ningún derecho a enfadarme, de echo no lo estaba, simplemente tenía ese sentimiento que tienes cuando ves a tu ex novio, al que tu dejaste, con otra. No te enfadas pero te molesta que haya tan pronto una sustituta.

Por otro lado la proximidad de Gio y sus intensos ojos verdes que no dejaban de mirarme seductoramente me ponían nerviosa. ¡Que dejara de mirarme así! Yo era una vampira adolescente con unas hormonas mas revolucionadas que las de un oso panda en celo (bueno puede que no tanto) pero da igual ¿Es que ese hombre no sabe lo que me estaba haciendo cada vez que me miraba así? Vale, sé que pensareis que soy una enferma, pero ¡Já! Provad vosotras de estar ahí...si, si ahora mucho criticar pero me gustaría veros a vosotras en mi situación. Sólo os diré que las mujeres humanas sucumben ante Gio como perritas falderas.


Por fin llegamos a casa y pude ir a esconderme en mi cuarto, ahí, con una sólida pared en medio de nosotros. Cerré la puerta y aunque no serviría de mucho en el caso de que Gio quisiera entrar, cerré el pestillo. Respire repetidas veces y me estuve planteando seriamente si sumergirme en hielo sería una buena idea. Al final no lo hice y opté por poner música relajante y apretar una pelota antiestrés. Me tumbe en la cama y cerré los ojos para escuchar la música y que me relajara, pero no funcionaba, en mi mente revivía una y otra vez el beso de Gio, probé con unas posturas de yoga y tampoco, nada, no funcionaba y yo me estaba volviendo loca. Al final salí por la ventana y me puse a correr, corrí hasta llegar al océano (si como Forrest Gump) bueno en mi caso corrí hasta llegar al Mediterráneo, la playa no quedaba lejos de dónde vivía así que no corrí mucho rato, me tumbé en la arena y dejé que el sol acariciara mi piel, poco a poco me fui calmada y empecé a pensar fríamente.

Mi vida estaba en una encrucijada y debía elegir que camino seguir, pensará lo que pensará no me gustaba. Finalmente después de mucho rato supe que hacer. Lo que iba a hacer era seguir mi plan original, si lo hubiera hecho des del principio ahora no estaría así.


Volví a casa paseando, mi mente buscaba las palabras que iba a decir pero mi corazón estaba apretado en un puño. Cuando llegué eran poco mas de las 12 de mediodía, Drácula vino a recibirme pero a parte de él...nadie. Pasé por delante de la habitación de Drew y oí a alguien respirar pausadamente, Alba durmiendo, pero estaba sola, Andrew no estaba en casa, cuando llegué a la puerta de mi habitación me acordé que había echado el pestillo y luego me había ido. Volví a bajar y me disponía a saltar hasta mi ventana hasta que la brisa me trajo las voces de Andrew y Giovanni, estaban discutiendo. Me acerqué a ellos, no mucho, pues sólo quería fisgonear y no quería que ellos me viesen/olieran/escuchasen. Des de donde estaba los podía oír bien:

  • ¡Hicimos un pacto!- dijo Andrew cabreado.

  • Sí, pero no fui yo el primero en romperlo. Sabes perfectamente que llamaste a Megeara solo para poderte quedar solo unos días con Carol.

  • Sí y volviste demasiado pronto para mi gusto.

  • Eres un maldito bastardo, Andrew.

  • Cuida tus palabras conmigo.

  • ¿Por qué? ¿a caso tu has cuidado tus actos? Sabías de sobra lo que sentía por ella cuando salimos para Cuba, pero no te importó en absoluto, se ve que el señor tenía ganas de mojar después de un siglo.

  • A mi también me gusta Carol.

  • No dudo que te guste pero ¿la quieres?

  • Sí.

  • ¡Coño Drew, no mientas!

  • No estoy mintiendo.

  • Sabes perfectamente que no la quieres, para ti solamente es un juego, te excitaba que fuera virgen y cuando descubriste que habías llegado tarde ¿Qué hiciste, eh? La estas tratando como el culo y sabes que ella no se lo merece.

  • Bueno ¿y tu? ¿Acaso estás tratandola como se merece? ¿estás enamorado de ella?- dijo en tono burlón.- No jodas, Giovanni. Tu lo único que quieres es tirártela, que te conozco.

  • Eso no es cierto. La amo.

  • No me hagas reír. ¿sabes qué? Por mucho que la ames y que la desees ella jamás va a estar contigo, jamás sentirás sus piernas a tu alrededor, ni sus manos acariciándote. ¡Jamás! Ella es mía, me pertenece. Yo la creé y estamos ligados a menos que yo decida romper el vínculo.

  • Hijo de puta ¿No has roto el vínculo?

  • No ¿Por qué te crees que ella no puede dejar de pensar en mi pese a que la he tratado mal? ¿Por qué crees que es incapaz de estar bien del todo con Arion? ¿Por qué crees que está tan confusa? Ella sigue vinculada a mi, y no la voy a dejar ir.- Gio estaba a punto de decir algo hasta que intervine, ya no podía escuchar mas, me habían hecho demasiado daño. Pactos a mis espaldas...competiciones entre ellos, vínculos sobre los que no sabía nada. Esto tenía que acabar.

  • Vas a tener que romper ese vinculo del que hablas.- le dije a Andrew, por sorprendente que pareciera estaba calmada.

  • Carol...- empezó a decir Gio.

  • Callate y no te acerques a mi.- le dije.- vosotros ya habéis jugado suficientemente conmigo, es hora de que esto acabe.

  • No voy a romper el vínculo, Carolina.- dijo Andrew desafiándome.

  • Lo harás, Drew. Lo harás si no quieres que acabe contigo.

  • No me hagas reír.- salté sobre él con mi boca abierta y mis colmillos reluciendo, dispuesta a hacerle daño, pero en pocos segundos estaba en el suelo con Andrew inmovilizandome, ahora era él el que me enseñaba los colmillos. Yo forcejeé.- ¿Qué te crees? ¿Qué puedes hacer algo contra mi?- seguí intentando liberarme.- ¡Basta! O voy a desgarrarte el cuello, te lo juro.- Gio me quitó a Andrew de encima.

  • ¿Te has vuelto loco?- le gritó Gio.

  • ¡Callate!- dijo Drew.

  • Andrew...te lo pido por favor. No se que te está pasando, pero se que tu no eres así...si queda algo del Andrew que conocí, del que quiero por favor vuelve y rompe ese maldito vínculo.

  • Soy el que ves y no voy a romper el vínculo.

  • Vale, como quieras. No lo rompas, me da igual. Me marcho.

  • Genial, un problema menos.- Andrew.

  • Adiós, espero que puedas encontrar la paz y vuelvas a ser el de antes. Adiós Gio.


Me encaminé de vuelta hacía la casa. Jamás en toda mi vida me había sentido tan mal, ni el día que se murieron mis padres...entré en mi cuarto por la ventana y empaqué unas pocas cosas, Gio vino a mi encuentro:

  • Carol, lo siento mucho.

  • Déjalo, Gio. Sólo quiero irme de aquí.

  • No se que le pasa a Andrew...de verdad que no lo se. Él no es así.

  • Lo sé, pero no estoy dispuesta a quedarme para ver si su humor mejora o empeora.

  • No te vayas, Carol. Yo te quiero.

  • Gio, no me lo pongas mas difícil. Porqué yo no se si te quiero, ya no se nada. Hasta hace un momento creía que me estaba volviendo loca por culpa de mis hormonas y ahora me entero de que es todo por culpa de un maldito vínculo. No se si te quiero a ti, o quiero a Arion o si quiero a Andrew...de verdad, no lo sé.

  • Me gustaría que fueras feliz.

  • Y a mi me gustaría ser capaz de amarte, de amarte como te mereces.

  • Me siento feliz con saber que te gustaría.

  • Eres increíble Gio...sabes que, bueno, al principio no te tomé muy en serio.

  • Normal...

  • Pero me hubiera gustado haberlo hecho, puede que si lo hubiera hecho ahora fuese todo diferente.

  • Eso jamas lo vamos a saber. ¿Qué vas a hacer ahora?

  • No lo se...hablar con Arion, se merece que se lo explique. Luego despedirme de Lucy...voy a irme a algún sitio, al menos un tiempo...no lo sé.

  • Si necesitas cualquier cosa...tienes mi numero, sabes que mi dinero continua siendo tuyo.

  • Lo sé Gio, gracias. Me gustaría que fueras conmigo pero creo que solamente nos causaría malestar a ambos.

  • Yo también lo creo, por eso no te lo he pedido. Ademas quiero quedarme con Andrew, tenemos que volver a poner en su sitio su carácter.

  • Suena bien.- Giovanni me abrazó y estuvo conmigo mientras yo terminaba de empacar mis cosas. Llené dos maletas y llegó la hora de partir.

  • Te llevaré hasta casa Arion.- me dijo.

  • Gracias.- cogió mis maletas y los dos salimos de mi habitación, estábamos en la puerta cuando Drácula vino y me miró con carita de pena.

  • Llevatelo.- dijo Gio.- es tuyo y eres a la que mas quiere.- yo solamente asentí. Gio me llevó con el mini hasta casa Arion.- bueno, supongo que esto es una despedida. Quédate con el coche, puede que lo necesites.- dijo con tristeza.

  • Pero no para siempre.- le dije, refiriéndome a la despedida.

  • Ven, dame un abrazo.- nos abrazamos.- ¿Puedo pedirte algo?

  • Claro ¿qué?

  • Bueno, en realidad son dos cosas. La primera es que quiero tener noticias tuyas de vez en cuanto.

  • Hecho.

  • Y la segunda...bueno ¿Puedo besarte? Dejame que me quedé con un buen recuerdo.- lo pensé un instante.

  • Sí, puedes besarme. También quiero que ese sea el recuerdo de nuestra despedida.


Nos besamos con tendreza, dulzura y tristeza. Gio acarició mi cara y apretó mi mano, después de eso se fue.

Me quedé unos minutos en el coche pero finalmente saqué fuerzas y subí a hablar con Arion:

  • ¡Carol! No te esperaba, pasa.- entré.- iba ver una peli, pero si prefieres podemos hacer otra cosa.

  • Debo hablar contigo.

  • ¡Que seria! ¿Sobre qué?- inspiré e hice la pregunta que no le había podido hacer ni a Gio ni a Drew.

  • Existe un vínculo entre un vampiro y su creador ¿cierto?

  • Sí, la mayoría lo rompe después de unos días.

  • ¿Puedes explicarme como funciona?

  • Claro, es simple, ese vínculo es unidireccional, es decir, solo se ve afectado el vampiro recién convertido, generalmente se usa para que el vampiro nuevo se sienta agusto y tranquilo con su creador y le ayude a acaeptarlo todo mas rápido.

  • ¿Es como si el creador te controlara?

  • No exactamente, no puede controlarte del todo pero si puede...como decirlo...influenciarte. Durante el tiempo que los dos vampiros están vinculados, el nuevo, es decir el que siente los efectos del vínculo se siente un poco dependiente de su creador.

  • Entiendo. ¿Puede utilizarse para confundir también?

  • Supongo que si... no lo se. ¿Por qué me preguntas sobre esto?

  • Sigo vinculada con Andrew.

  • ¿Qué?

  • ¡Arion yo lo siento tanto! Me he enterado hace un rato...

  • No te disculpes, no es tu culpa. ¿Pero por qué seguís vinculados?

  • No lo sé...Andrew está raro, obsesionado conmigo.

  • Ya...

  • Arion, hay algo mas que debo decirte.

  • ¿Qué?

  • Yo...bueno, hice el amor con Andrew una vez. Después de estar contigo. Yo...bueno creía que lo amaba.

  • ¿Y yo?

  • Arion, tu me gustas mucho, lo sabes. Pero siento que no soy capaz de amarte. Y no se si es por el vinculo con Drew o realmente por mi.

  • ¿Todo este tiempo has estado mintiendo?

  • ¡No! Arion yo adoro estar contigo, me siento bien a tu lado y me gustas, realmente me gustas. Pero siento que hay algo que falla...y no quiero que me odies por eso, porqué aunque no sepa si eres tu el amor de mi vida, te quiero.

  • No te odio, simplemente intento entender porqué no me lo dijiste antes. Sabes que te amo y que haría cualquier cosa por ti y entiendo que tus sentimientos sean confusos si Andrew ha estado manipulandote.- le cogí la mano.

  • Gracias por entender.

  • No tienes que darme las gracias. Pero dime ¿qué vas a hacer?

  • No lo sé, me he ido de casa. Solamente se que necesito alejarme de aquí.

  • ¿Dónde iras?

  • No lo se.- nos quedamos un momento en silencio.- ¿Cómo se rompe el vínculo?

  • Bastaría con que Andrew te diera voluntariamente una gota de su sangre. Vamos que dejara que le mordieras un poquito.

  • Pues si que lo veo complicado...

  • No te preocupes, Andrew entrará en razón.

  • Eso espero, Gio se ha quedado con él. Espero que no se maten.

  • Carol, no me importa a donde vayas, quiero ir contigo.

  • Arion...yo siento que debo hacer esto sola, necesito estar sola, al menos por un tiempo.

  • No te lo estoy pidiendo como tu pareja, quiero estar ahí para ti, como un amigo.

  • Lo sé. Pero por favor Arion, dame sólo un poco de tiempo...cuando sepa que voy a hacer te llamare, y si sigues queriendo venir conmigo te juro que te dejaré.

  • No es lo que quería...pero si es lo que tu necesitas adelante, hazlo.

  • Gracias.


Me despedí de Arion y le prometí que le llamaría, después de despedirme de él fui a despedirme de la única persona que no sabía si iba a volver a ver.

Llegué a casa Lucy, estaba sola y me recibió diciéndome que tenía resaca, no dejó de charlotear hasta que vio la expresión de mi rostro:

  • ¿Qué te pasa?- dijo.

  • Que me voy.

  • ¡Pero si acabas de llegar!

  • No me refiero a eso, lo que quiero decir es que me voy de la ciudad.

  • ¿Qué? ¿Por qué?- le expliqué lo que había pasado.- Oh Carol, no quiero que te vayas- me dijo sollozando.- ¿Qué voy a hacer sin ti?

  • Yo tampoco quiero dejarte, Lu. Pero debo hacerlo, necesito alejarme de aquí...un tiempo al menos.

  • Lo sé, pero aún así no quiero.- nos abrazamos durante mucho rato, con Lucy llorando sobre mi hombro. Finalmente, y después de mucho rato le dije que me iba.- Te voy a echar mucho de menos.- me dijo ya en la puerta.

  • Yo también a ti.

  • ¿Ahora con quién voy a ir yo de compras?

  • Puedes llamar a Gio.

  • Seguro...

  • Te quiero Lucy, no lo olvides.- la abracé.

  • Yo también te quiero.


Le di un beso en la mejilla y después de eso me fui. Subí al coche, rasqué las orejas de mi única compañía, Drácula y me marché. Me marché del lugar en dónde había vivido siempre, de la ciudad en la que estaban los únicos recuerdos que tenía con mis padres, del tiempo que había pasado con Arion, con Gio y con el Andrew amable y cariñoso, también con el idiota arrogante. Sentía que mi pecho se iba a partir pues había una profunda tristeza dentro de mi, pese a eso, no miré atrás.