APRENDER A VIVIR...AN

>> jueves, 5 de noviembre de 2009

BUENO, ESTE ES EL PRÓLOGO DE MI NUEVA HISTORIA. ESPERO QUE OS GUSTE. EN ELLA NO HAY VAMPIROS, NI OTROS SERES SOBRENATURALES, PERO ES UNA HISTORIA MUY REAL.



Nueva casa, nueva ciudad, nuevo instituto, misma vida(si se le puede llamar así).

Habían trasladado a mi padre, era abogado y le habían trasladado de su bufete en Nueva York a el bufete en Los Ángeles. Estaba convencida de que habían trasladado a mi padre porque era un autentico patán y lo enviaban a Los Ángeles para que se ocupara de los miles de casos de divorcios en que estaba especializado el bufete de allí, en cambio el de NY estaba especializado en casos financieros, mi padre jamás había ganado un caso, por eso lo trasladaban... en Nueva York vivíamos en Queens que no es el sitio mas divertido del mundo si he de decir la verdad, en el trabajo mi padre cobraba un buen sueldo, un sueldazo diría yo pero desafortunadamente era un amante de las apuestas y la mayoría de dinero se iba allí, por eso vivíamos en Queens cuando la mayoría de sus compañeros de trabajo vivían en Manhattan. Ahora, en LA íbamos a vivir en el Valle de San Fernando también conocido como “El Valle”, había husmeado un poco por Internet pero no tenia mucha información sobre el lugar, solo sabía que era un suburbio en donde vivía la mayoría e gente.


Estábamos en el avión, mi padre, mi hermana pequeña y yo. Mi madre había muerto hacía ocho años al dar a luz a mi hermana, des de entonces mi vida había cambiado, había empezado mi pesadilla...

Chloe mi adorada hermanita era lo único que me impulsaba a seguir con mi vida, a no mandarlo todo a la mierda. Ella dormía tranquilamente en el avión y yo la apretaba fuerte contra mi. Mi padre estaba a mi otro lado, tenía su mano en mi rodilla y yo la miraba fijamente esperando a que la quitara ya que su contacto me hacía estar tensa.

El avión empezó a aterrizar y Chloe se despertó, le puse el cinturón y le cogí su mano, era su primer vuelo, a decir verdad el mío también, pero yo no estaba nerviosa, ni tenia miedo. La verdad es que había pocas cosas en la vida de las que yo tuviera miedo, y una de ellas estaba sentada a mi lado.

Por fin aterrizamos y salimos del avión, mi hermanita estaba impaciente por conocer la nueva ciudad, por conocer niños nuevos. La envidiaba, a veces me gustaría ser tan inocente como ella. Tomamos un taxi para que nos llevara a nuestra nueva casa, mi padre decía que era una bonita casa, yo lo tenía serias dudas. Cuando llegamos vi que había acertado al tener dudas, era una casa pequeña de dos plantas, era triste, hecha de ladrillos y el pequeñísimo jardín necesitaba una limpieza. Mi padre abrió la verja metálica y destartalada que separaba nuestra nueva propiedad de la calzada y entramos arrastrando nuestro equipaje:


  • ¿Qué os parece, niñas?- dijo entusiasmado.

  • No está mal.- dije yo.

  • A mi no me gusta.- dijo mi siempre franca e inocente hermana.

  • ¿Y eso por qué?- dijo mi padre.

  • Es triste. El jardín se ve sucio.-contestó ella.

  • No te preocupes cariño.- le dije a mi hermana.- eso tiene fácil solución.

  • ¿Si?- dijo esperanzada.

  • ¡Claro!- dije con un falso entusiasmo.- no vamos a empezar las clases hasta dentro de un par de días, podemos arreglar la casa a nuestro gusto.

  • ¿Podemos papá?- le dijo ella mirándole.

  • Claro hija. Estoy segura que tu y tu hermana haréis un excelente trabajo.

  • Oh, vamos a empezar.

  • ¿Primero debemos entrar, no?


Entramos y el interior no era mucho mejor que el exterior. Necesitaba una buena limpieza, una capa de pintura y muebles nuevos. Limpiaría e intentaría que mi padre aflojara pasta para pintura, era lo mínimo. Escogimos nuestras habitaciones, mi padre por supuesto se quedó con la habitación matrimonial, yo cogí la continua y Chloe con la que estaba mas alejada de la de mi padre. En la segunda planta también había un baño. En la primera estaba solamente la cocina y el salón.

De momento no deshicimos el equipaje, le dije a mi padre que quería limpiar y pintar, él se mostró deacuerdo y me dio dinero para ir a comprar lo necesario para “la reforma”. Cogí a mi hermana y fuimos en búsqueda de las tiendas que necesitábamos. Mi padre dijo que iba a explorar la zona, lo que significaba que se iba en busca de algún bar.


Caminamos durante un buen rato, y si, iba a necesitar definitivamente un coche, por suerte mi padre ya había pensado en eso (algo raro en él) y en el avión prometió que compraríamos uno, bueno, dos cuando estuviéramos instalados. Por fin encontramos las tiendas y compramos todo lo necesario, mientras volvíamos a casa oí a alguien cantar a todo pulmón “Always” de Bon Jovi, el tipo no cantaba mal, a menudo que caminábamos la voz se sentía mas cerca, al final divisé a un chico sentado en el corta césped, el tipo iba en unos ridículos calzoncillos de corazones, una bata de abuelo, calcetines blancos y gafas de bucear. Con esa indumentaria y cantando a todo pulmón estaba cortando el césped. Sacudí mi cabeza y cambié de acera, no quería que mi hermana estuviera cerca de un pirado de tal magnitud.


Llegamos a casa y empecé con la limpieza, no iba a terminarla toda ese mismo día pero pude limpiar las habitaciones y el baño. Mi padre regresó para la hora de la cena y pedimos unas pizzas. Después de la cena como era de esperar Chloe se quedó frita. La acosté en su cama y le di un suave beso. Yo me di una ducha y también me acosté. La noche era la hora del día que mas temía, mas odiaba... me acosté deseando que la noche terminara pronto, que mi padre hubiera quedado exhausto también por el viaje y que por una vez después de ocho años pudiera dormir sin tener pesadillas. Pero ya lo sabía, eso no iba a ser así, después de unos minutos la puerta de mi habitación se abrió y lo inevitable, el tema de mis pesadillas y la razón por la que detestaba tanto mi vida sucedió.






1 susurros:

Anónimo 5 de noviembre de 2009, 10:40  

Hola!
me encanta esta historia... estoy impaciente por seguir leyendo...
sube los capitulos rapido porfa!
un besoo!