Terra de Vampiros (tercer capitulo)

>> martes, 8 de diciembre de 2009

--no me has contestado aun pequeña.
Misha se aclaro la garganta y peleo con la confusión de su mente solo para decir—Si… yo… bien…
Andrew por fin dejo de lamerse el dedo y la miro-- ¿Por qué hablas así?
Bueno que tenía que decir ella. El acababa de salvarle la vida y ahora le había dado el mayor placer de su vida, ¿Qué es lo que ella tenía que decir?

Andrew la estudio un poco para después acercarse a ella, Olfateo su aroma, ahora olía a él, también está el resto de su excitación y su olor de mujer que semejaba el de una naranja y…
--¡oh mierda, eres virgen!
--¿Por qué lo dices como si fuera algo malo?
--Bueno porque yo… yo acabo de… ¿Por qué no dijiste nada mujer?
--No vi que fuera importante—respondió ella encogiéndose de hombros.
--¿Qué no era importante?, ¿te has vuelto loca mujer? Pude haberte…
--¿Qué?, ¿ibas a follarme?—Misha subió su pies en el sillón para poder abrazar sus rodillas—Supongo que te lo hubiera permitido, a eso vine aquí.
--¿Viniste a ser follada?
--Bueno… si, iba al bar Succubus, mi amiga me dijo que ahí podía encontrar lo que quiero saber.
--¿y eso es?
--Quiero dejar de ser una mojigata y quiero saber cómo darle placer a un hombre.
Andrew la miro como si se hubiera vuelto loca. ¿Decía todo esto enserio?
--¿Para qué quieres saber eso?
Las mejillas de ella se colorearon—Es privado.
--Eres extraña pequeña—comento el levantando una ceja—En primer lugar no entiendo como una hermosa mujer como tu puede seguir siendo virgen y en segundo lugar no se por qué diablos tienes que aprender algo, cuando estoy seguro como el infierno de que tu simple toque le daría placer a una roca.

Misha dudo pero al final decidió que podía contarle el por qué—Soy virgen por que había esperado al indicado, quería hacerlo por amo y no por el calor de la situación—soltó un largo y lastimero suspiro—Al fin encontré a ese quien esperaba, trate de hacer el amor con él, pero él me pidió hacer cosas que aparte de que me sonrojaban no sabía hacer.
“El me pido que se la chupara, trate de hacerlo pero me atragante, así que me pido una rusa, cosa que hasta el día de hoy no sé que es, trate de masajeársela pero el dijo que era inútil que no funcionaba. Así que me dejo diciendo que era muy tierna para él.

Pasaron varios segundos en silencio antes de que Andrew se sentara en la mesita para quedar frente a ella—Déjame ver si entendí bien, ¿tu quieres aprender a complacer aun imbécil que no supo apreciar el regalo que le estabas brindando?
--No hables así de Nick—pidió ella cuando por fin lo pudo ver a los ojos—Lo que paso fue mi culpa yo ya sabía que él era experimentado, yo debí aprender antes de intentar estar con él.
--Pequeña no seas idiota, el imbécil fue el. El debió tratarte con cariño y a comenzar a enseñarte lentamente, no querer que hicieras toda la primera vez. —se levanto de la mesa y comenzó a pasear por toda la sala meneando la cabeza y pasando sus manos por su rizado cabello—No entiendo a las mujeres de ahora. Y tu… y tu pequeña idiota quieres ir a ese sucio bar para que algún cabron te toque, ¿Qué crees que pasara entonces?, ¿Qué te trataran con carillo?, ¿Qué te enseñaran pacientemente?, porque si eso lo que buscas lamento decirte que eso no pasara.
“Tienes que encontrar a alguien que te enseñe todo lentamente y con cariño. Que te lleve paso a paso y sobre todo que cuide de ti.

Misha no podía entender su enfado, pero de pronto se le ocurrió una idea.
--Enséñame tú
Andrew se paró en seco al oírla--¿Qué?
--Enséñame tú, eso que hiciste fue Woo y yo soy buena aprendiendo.
--No haré eso.
--Pero ya lo hiciste, me tocaste cuando nadie más lo ha hecho.
--Eso fue diferente.
--¿Cómo?
--Era necesario, los químicos de mi mordida hicieron que tu cuerpo reaccionara así, yo solo te ayude a llegar para que tu cuerpo se relajara.
-Por favor Andrew, ayúdame.
Su nombre en sus labios lo hizo reaccionar y no solo mentalmente, su pene salto a la vida, casi podía imaginar a la pequeña mujer debajo de el llamándolo a gritos mientras entraba en ella una y otra vez.
Joder, ¿Qué es lo que tenía que hacer?, si le decía que no ella iría al Succubus donde desde luego encontraría hombres dispuestos a enseñarle, pero serian bruscos con ella y la lastimarían.
--Soy muy viejo para ti pequeña y no me gusta la pedofilia.
--Tengo 24 años, ¿cuan mayor puedes ser tú?
Las comisuras de los labios de Andrew se levantaron—Tengo 756 años, créeme soy demasiado viejo para ti.
Misha se puso de pie—Bien, si no vas a ayudarme buscare a alguien que si lo haga.
Andrew la detuvo tomándola del brazo—Deja esto pequeña.
--No puedo, quiero estar con él. Ayúdame.
Andrew soltó una pequeña y seca risa—Ni siquiera se tu nombre y me estas entregando tu cuerpo.
Misha le sonrió—Así ni tendrás que recordarlo, si me ayudas…… dejare que bebas de mi.
--No volveré a morderte.
--Entonces te pagare.
--No quiero tu dinero.
--Bien, entonces vete a la mierda—ella rara vez decía una grosería pero ahora estaba enojada como el infierno, se estaba ofreciendo a este engreído vampiro y el la rechazaba.
Ahora tenía otro nombre que agregar a la lista de fracasos.

Acababa de ponerse el vestido e iba hacia la puerta cuando Andrew volvió a retenerla por el brazo.
--Te enseñare, pero no te follare.
Ella frunció el ceño—pero entonces, ¿Cómo aprenderé?
--Te enseñare a hacer una mamada, te diré que es una rusa y follare ese delicioso culito que tienes, pero nada más. ¿Estas de acuerdo con eso?


El Lunes en la noche Misha se estaba arreglando frente al enorme espejo de su habitación, mientras se ponía las grandes arracadas vi el temblar de sus manos, joder realmente estaba nerviosa.
Hoy sería su primera clase con Andrew, ella había querido iniciar el viernes en la noche, pero él le dijo que el también necesitaba prepararse.
Ella no tenía ni idea que había querido decir con eso, pero la excitaba saber que él estaba preparando algo para ella.
Ella también le había preparado algo a él, esta mañana había ido a la sex-shop donde compro lencería increíblemente sexy. Amaba a Nick, pero eso no quería decir que no podía incitar a Andrew un poco.
Se puso unos ajustados jeans y una blusa con tremendo escote que dejaba ver la cima de sus pechos.
Cuando estuvo lista se puso en marcha hacia la tierra de vampiros.
Esta vez no está nerviosa o asustada de encontrar a algún vampiro pues sabía que Andrew la había protegido marcándola.
Cuando llego a la puerta del departamento los nervios que había guardado se desbordaron. Tímidamente llamo e inmediatamente le abrieron.