Tierra de Vampiros (Primer capitulo)

>> viernes, 4 de diciembre de 2009

--Hemos llegado señorita.
Misha se giro para ver al chofer del autobús –Pero aun faltan dos paradas.
--Lo siento pero yo no me meto a esa zona—Explico el hombre con pánico en los ojos.
Con un suspiro de resignación Misha bajo del autobús.
Entendía el miedo del hombre, desde que el alcalde les había concedido esta parte de tierra a los vampiros lo humanos rara vez se acercaban aquí.

Desgraciadamente ella tenía que ir al Succubus un bar donde encontraría lo que estaba buscando y para ello tenia que cruzar la tierra de Vampiros.

Misha cerro completamente su gabardina negra y se abrazo a si misma para darse valor.
Las luces de neòn la iluminaban mientas caminaba por las desiertas calles.
Su sentido común le gritaba que abandonara su búsqueda y que saliera corriendo de ahí, pero no podía.
No si en verdad quería estar con Nick.
Y eso era la cosa que mas deseaba.
--Eres muy tierna para mí.
Esas eran las palabras que el le había dicho, palabras que llevaban persiguiéndole todo una semana.
Y lo peor de todo era que eran ciertas, a la edad de 24 años Misha Evans seguía siendo virgen. ¿Cuan patético era eso hoy en día?
Misha se había torturado con ese pensamiento hasta el día de hoy, le había contado a su mejor amiga Charlotte que quería dejar de ser una mojigata y que quería experimentar para dejar de ser tierna a los ojos de Nick.

Charlotte le había contado del bar Succubus, lugar donde Misha podría encontrar lo que buscaba.
Y eso era exactamente lo que iba hacer, entraría al bar y buscaría un chico apuesto y rudo que le mostrara los placeres carnales.

Las manos de Misha comenzaron a sudar cuando a lo lejos vio el gran letrero de luz neon azul del Succubus, solo unos pasos más y dejaría de ser una dulce niña.
Cuando estaba a punto de cruzar la calle una voz le llego.
--Una niña como tu no debería estar aquí y mucho menos sola.
La voz parecía venir de ninguna parte y de todas a la vez. Trato de ignorarla y continuar su camino, cuando una calaverica figura apareció ante ella.

--Vampiro—pensó ella.
El era alto muy alto y su delgadez rayaba en los extremos, su cabello grasiento caía en sus hombros, sus ojos destellaban con un rojo diabólico.
Cuando el vampiro se lamió los labios, Misha pudo apreciar sus horribles colmillos. Eran largos, tanto que sobre salían de su boca y estaban amarillentos.

Ella jamás había visto un vampiro razón por la cual se petrifico al verlo.
--Hueles delicioso—dijo el acercándosele.
Misha trago con fuerza cuando el vampiro la atrapo por detrás colocando su delgado brazo en su pequeña cintura. La otra mano de el desabrocho el botón de arriba de su gabardina, dejando al descubierto el cuello de ella.
--¿Me dejaras probarte?

Se suponía que los vampiros no podían matar o beber de loa humanos amenos que estos se los permitieran, así que rápidamente Misha negó con la cabeza.
Pero al parecer el vampiro no lo advirtió ya que dio un suave mordisco.
Ella tenía la boca tan seca que ni gritar pudo cuando sintió que las puntas de sus colmillos se enterraban en su carne.

Un hilito de sangre bajo por el cuello de ella y el vampiro lo lamió, produciendo en Misha escalofríos.
--Déjala en paz Ron.
El vampiro se retiro un poco del cuello de Misha cuando oyó la voz.
--No te metas en esto Andrew, ella es mía ya la marque.
--¿Te dio permiso?
--Eso no importa ya. La marque como mía.
--¿Quieres ir con el?
Misha estaba tan asustada que tardo un poco en darse cuenta que la pregunta era para ella.
--No—respondió con voz seca.

Un hombre salio a la luz. Misha pudo ver su que su cabello era hermoso, tenia un color rubio y le caía abajo de los amplios hombros, la verdad es que ella envidio sus perfectos rizos. Sus ojos eran de un color que le recordaba a las avellanas.

--Ya la oíste Ron, no quiere ir con tigo—dijo Andrew con una voz seductora.
--A la mierda con lo que ella quiere—respondió Ron que volvía a pegar los labios en el cuello de ella.
Andrew comenzó acercarse y Ron dijo:--Es mía, la marque.
--Pero ella no dio su consentimiento.
Con un movimiento rápido Andrew separo a Ron de Misha.
A decir verdad ella no supo lo que paso a continuación, un par de segundos después Andrew estaba parado enfrente de ella y no había rastro de Ron.


--Déjame ver tu cuello.
Antes de poder decir algo Andrew tomo su barbilla entre su pulgar y su dedo índice para poder levantarla y poder mirarle el cuello.

Andrew maldijo al darse cuenta que Ron no mentía, el cabròn la había marcado.
--Tengo que irme—apresuro ella.
--No, no puedes, si te vas ahora serás un jodido imán para vampiros.
Misha se alejo de el –Eso no es verdad.
--Lo es, ahora tienes dos opciones; me dejas eliminar la marca o bien puedes andar por ahí siendo un blanco para vampiros.

Misha dudo, sabia que había vampiros que marcaban a los humanos, pero no sabia como lo hacían, ¿y si Ron no la había marcado y Andrew solo quería que ella se quedara sola con el?
Claro que ahora estaba solos, si el quisiera lastimarla ya lo hubiera echo.
--Bien – respondió ella --¿Cómo lo vas hacer?
Andrew sonrío un poco –No creo que quieras hacerlo aquí.
--¿Por qué no?
--Por que no creo que quieras que alguien te vea—se puso serio --- Además tu aun sangras y eso no es bueno teniendo en cuenta que estamos rodeados de vampiros.
Ella considero que el tenia un buen punto así que dijo --¿Vamos a un hospital?
--Difícilmente, vamos a mi casa.
--¿Qué?
--Dije vamos a mi casa.
--Te oí, es solo que…. Bueno….
Que se supone que tenía que hacer ella, es cierto que había venido aquí para que un apuesto hombre la invitara a su casa, pero ¿podría confiar en Andrew?
Teniendo en cuenta que acababa de salvarle la vida, decidió que podía confiar un poco en el.

2 susurros:

fenanda.f 4 de diciembre de 2009, 17:18  

me encanta tu historia, la leo en tu pagina...bueno, el punto. Cuando crees que piuedas continuar tu otra historia que pones en esta pag?

IzamaRi 4 de diciembre de 2009, 17:52  

Fernanda te prometo que la continuare pronto..!!