APRENDER A VIVIR...AN

>> domingo, 3 de enero de 2010

CAPITULO 5.


Me desperté cuando noté un peso sobre mi cuerpo. Abrí los ojos y me encontré en una habitación totalmente desconocida, las paredes eran de un azul grisáceo y había una estantería repleta de CDs, a su lado había una tabla de surff, un escritorio lleno de papeles, libros, partituras y un portátil, a su lado había un saxofón, encima de la silla una fender stratocaster (guitarra eléctrica) negra y blanca y en el suelo un montón de ropa tirada -¿Dónde coño estoy?- pensé. Luego miré a mi derecha y me encontré con la cara de Tyson a pocos centímetros de la mía, tenía una pierna pasada por encima de mi cadera y sus brazos estaban rodeando mi cintura, él dormía plácidamente. En cuanto procesé la información deje escapar un grito al mismo tiempo que me sacaba a Tyson de encima, el se cayó de la cama y porsupuesto se despertó:

  • Auch.- le oí quejarse.

  • ¿Se puede saber por qué estoy en tu cama?- le grité realmente angustiada.

  • Calmate Alex. No ha pasado nada, solamente hemos dormido.- me dijo rápidamente para aliviar mi angustia.

  • No lo entiendo.- le dije.

  • ¿No te acuerdas de nada de anoche?- entonces me acordé, yo despertando en el coche de Tyson, yo empezando a llorar, yo diciéndole que no quería ir a casa. Tyson intentando tranquilizarme y yo solamente llorando mas fuerte. Al fin Tyson me dijo que podía quedarme en su casa y yo me tranquilicé un poco.

  • ¡Oh!- dije.- lo siento mucho, Tyson.

  • No pasa nada. Es normal que te sobresaltaras, anoche estabas un tanto histérica.

  • Lo se, lo siento. No quería molestarte.

  • No es molestia. ¿Pero por qué no querías ir a casa?

  • Yo...pues...- no sabia que decirle. Entonces vi la hora que era.- ¡Oh Dios mio! Tengo que ir a por Chloe. Son casi las doce ¿por que no pusiste el despertador? Mierda mi padre va a matarme.- me levanté de un salto y empecé a buscar mis zapatos.- ¡vamos Tyson!- le dije.- tienes que llevarme.

  • Pero yo quiero dormir.

  • ¡Pues duermes después!

  • Vale...


Entonces me di cuenta de que Tyson iba solo en boxers, aunque era muy delgado tenía unos marcados abdominales y unos fuertes brazos, tenia un tatuaje en su pecho y otro debajo del brazo, me quedé mirándolo y el me vio- ¿Te gusta algo de lo que ves?- me preguntó con una sonrisa burlona en sus labios y yo en vez de lanzarle una respuesta mordaz me ruboricé. No le contesté y el se vistió rápidamente y salimos de la habitación, me guió por la casa hasta que salimos y nos subimos en su coche. Le indiqué el camino para ir a buscar a mi hermana y después de unos 15 minutos estaba llamando a la puerta de casa Allison.


Me abrió la puerta un hombre de estatura mediana, pelo moreno y ojos grises. Se me quedó mirando hasta que yo hablé:

  • Hola, vengo a recoger a Chloe.- dije.

  • ¿Eres Alex? - me dijo.

  • Sí. lo siento se que es algo tarde pero me he dormido.

  • No te preocupes, la mayoría de las niñas siguen aquí. Pasa si quieres, por cierto soy Nick.- me giré para buscar a Tyson, él estaba reclinado sobre el coche fumando un cigarro tranquilamente.

  • ¿Me esperas?- le pregunté. El me asintió con la cabeza y se puso sus gafas de sol. ¡Dios estaba sexy! Espera ¿ese pensamiento había salido de mi? Sacudí la cabeza y entré en la casa.

  • Hola Alex.- me saludó Allison.

  • Veo que has sobrevivido.- le dije yo.

  • Si, creí que no lo haría, pero aquí estoy.

  • ¿Cómo se ha portado Chloe?

  • Oh, se ha portado muy bien. Tu hermana es un encanto.

  • ¿Seguro que no ha hecho nada?

  • Seguro, deja ya de preocuparte. Voy a llamarla ¿te parece?

  • Claro.

  • Nick, ofrecele algo de tomar a Alex.- y Allison desapareció por las escaleras.

  • ¿Te apetece un café, Alex?- me preguntó Nick.- está recién hecho.

  • Oh, eso sería fantástico.- realmente necesitaba tomar un café.

  • Vamos, ven conmigo a la cocina.


Una vez allí Nick me sirvió una taza de café y esperamos a que Chloe estuviera lista, apareció después de unos minutos junto a Emma y Allison, mi hermana vino hasta mi y me abrazó por la cintura, yo pasé mis brazos pos sus hombros y le di un beso en el pelo:

  • ¿Te lo has pasado bien, cariño?- le pegunté dulcemente.

  • Mucho.¿Tu lo pasaste bien?

  • Claro, soy el alma de la fiesta.- le dije bromeando. Ella se rió.- bueno, despídete de todos.- mi hermana y yo nos despedimos de Emma, Allison y Nick y luego volvimos a salir a la calle. Tyson seguía apoyado sobre su coche y nos veía a Chloe y a mi con una sonrisa.

  • ¡Tyson!- gritó mi hermana y se fue corriendo hacía él. Tyson se agacho para cogerla en brazos y sentarla sobre uno de sus hombros.

  • Hola niña linda.- le dijo él haciendo que mi hermana se ruborizara. Definitivamente creo que mi hermana estaba “enamorada”de Tyson.- ¿Lo has pasado bien?

  • Sí, yo también quiero una fiesta de pijamas por mi cumpleaños.- dijo mi hermana.

  • ¿Y me invitarás?- le dijo Ty.

  • No, tu no puedes venir.

  • ¿Por qué no?

  • Porqué tu no eres una niña.

  • ¿Qué?- gritó de repente Tyson.- yo creía que si.- dijo fingiendo estar horrorizado. Tanto Chloe como yo nos empezamos a reír como dos locas.- Y hasta que por fin se ríe.

  • ¿Te han dicho alguna vez que estas loco?- le pregunté yo sujetándome el estomago

  • Varias veces.- contestó él abriendo la puerta para mi. Chloe ya estaba subiendo al asiento trasero.- Vamos señoritas, vayamos a almorzar.


Tyson nos llevó a almorzar, en otra situación le habría pedido que nos llevara a casa pero ahora solo intentaba retrasar eso. Tenia miedo de enfrentar a mi padre, sabía que mi “salida” iba a traerme enormes consecuencias.

Terminamos de almorzar y después Tyson nos llevó a casa, Chloe y yo nos despedimos de Tyson y entramos en casa. La casa estaba completamente silenciosa, no se oía el usual ruido de fondo que causaba la televisión encendida ni había indicios de que mi padre estuviera en casa, entramos y yo prendí la luz de la cocina, allí, encima de la mesa estaba intacta la cena que le había dejado preparada a mi padre. Suspiré aliviada, eso significaba que mi padre no había pasado la noche en casa y que no se enteraría de que yo tampoco.

Mandé a Chloe a que ordenara sus cosas y yo mientras tanto me deshice de la cena, luego subí a mi cuarto, cogí algo de ropa y me dispuse a darme una ducha rápida. Salí de la ducha y pude escuchar a mi hermana hablando con alguien, con mi padre. Me vestí a la velocidad de la luz y salí del baño todavía mas rápido, bajé las escaleras para encontrarme a mi hermana sentada en el regazo de mi padre y a este manoseándola de forma libidinosa:

  • Chloe, ven aquí.- le dije horrorizada. Mi padre me miró con una sonrisa burlona en su cara y ayudó a Chloe a bajarse de él. Mi hermana vino hasta mi y yo la puse detrás de mi cuerpo.- No le hagas esto a ella.- le dije muy seria a mi padre.

  • Chloe solo me estaba contando como fue su fiesta de pijamas.

  • Es cierto, le he dicho a papá que yo también quiero una para mi cumpleaños. ¿Y sabes qué? Él ha dicho que puedo tenerla.

  • ¡NO!- le grité a mi hermana.

  • ¿Por qué no me dejas si papá ya me ha dicho que si?

  • Porqué no puede ser y punto.

  • ¡Si puede ser!- replicó mi hermana.

  • ¡Chloe, papá no va a ser el que te organice tu estúpida fiesta. Yo no puedo cuidar de un montón de niñas tontas. También tengo cosas que hacer de manera que no vas a tener una fiesta de pijamas!

  • Te odio.- me dijo mi hermana antes de salir corriendo hacía su habitación. Suspiré frustrada, me dolía haberle dicho las cosas así a mi hermanita ¿Pero cómo explicarle a una niña de 8 años que no puede tener una fiesta de pijamas en casa con sus amigas porqué su padre es un asqueroso y pervertido pedófilo?

  • Mira lo que has hecho.- le dije despectivamente a mi padre.

  • ¿Qué he hecho?- preguntó como si no lo supiera.

  • ¿Te sientes feliz de joder la vida a todos lo que tienes a tu alrededor? ¿No tienes suficiente con haber destruido mi vida? Puedes hacer lo que quieras conmigo, no me importa, pero no vas a estropearle la vida a Chloe, ni tampoco vas a conseguir separarme de ella. Que te quede clara una cosa, papá, Chloe es lo que mas quiero en este mundo y tu no vas a arrebatarle su niñez.- mi padre se quedó mirándome durante un momento, yo ya me esperaba lo peor, pero sorprendentemente no me pegó, ni me tocó.

  • Tengo hambre.- dijo.-¿Puedes prepararme algo?


Me quedé estupefacta pero luego asentí y me dispuse a prepararle unos huevos con bacon. Se lo dejé encima de la mesa y subí las escaleras dispuesta a hablar con Chloe, llamé a la puerta de su habitación que estaba cerrada pero ella me dijo que me fuera, lo volví a intentar y no conseguí una mejor respuesta de manera que le dejé un rato sola, me fui a mi cuarto a hacer las tareas del instituto. La verdad es que me vi sumergida por los deberes y cuando me di cuenta ya habían pasado dos horas. Recogí los libros, apuntes y demás y fui a intentar hablar otra vez con Chloe, iba a salir de mi habitación cuando mi móvil empezó a sonar, fui a ver quien era y era Haley:

  • ¡Hola!- le contesté animada.

  • Hola pequeña borracha ¿cómo va tu resaca?- me contestó ella haciendo uso de toda su gracia.

  • No tengo resaca, gracias por preguntar.

  • Pues Dylan me ha dicho que cogiste una buena cogorza.

  • Dylan es un exagerado, solamente me tomé tres cervezas.

  • Ajá. Oye, me estaba preguntando si quieres acompañarme al centro comercial.

  • La verdad es que no se...es decir, si, me apetece pero mi hermana esta enfadada conmigo y no se si va a querer venir.

  • Seguro que si le dices que le compras algo se le pasa.

  • Tienes razón, además, tengo que ir a comprarle el material para su proyecto de ciencias.

  • Bien, podemos ir también. ¿Te paso a buscar digamos en quince minutos?

  • Vale. Nos vemos.- colgamos y yo fui a hablar con Chloe. Llamé a la puerta de su habitación y no hubo respuesta así que abrí la puerta. Mi hermana estaba sentada en el suelo jugando con sus muñecas.- Chloe, cielo ¿puedo hablar un momento contigo?

  • Sigo enfadada contigo.- me dijo ella.

  • Lo sé, por eso quiero pedirte perdón. Tu eres lo mas importante para y no quiero que estemos enfadadas. Antes no debí decirte eso porqué no es cierto.

  • ¿Te molesta cuidar de mi?- me preguntó ella con los ojos llorosos.

  • No cariño, claro que no. Me encanta cuidar de ti.

  • Pero antes dijiste que tu tenias también cosas que hacer.

  • Lo dije porqué estaba enfadada. ¿Pero con quien querría yo estar mas que contigo?

  • ¿Con Tyson?- preguntó mi hermana, esa pregunta me desconcertó primeramente y después me eché a reír.

  • ¿Qué te hace pensar eso? Yo prefiero estar contigo antes de estar con cualquier otra persona.

  • ¿De verdad?

  • ¡Claro que si!- abracé a mi hermana durante unos minutos.- me ha llamado Haley para ir al centro comercial ¿Quieres ir?

  • Claro.

  • Pues vamos, Haley estará al llegar.- mi hermanita y yo cogimos nuestras cosas y bajamos las escaleras, en el salón nos encontramos a nuestro padre viendo la televisión.

  • ¿Vais a salir?- preguntó mi padre viéndonos.

  • Sí, vamos al centro comercial con mi amiga Haley. Y después iremos a comprar el material para el proyecto de ciencias de Chloe.- le contesté.

  • Está bién.- entonces para mi sorpresa sacó su cartera del bolsillo de sus pantalones y me dio cien dolares.

  • ¿Y esto?- le pregunté yo extrañada.

  • Necesitareis dinero si vais al centro comercial. Además fue tu cumpleaños.

  • Esto...gracias, supongo.

  • Pasadlo bien.

  • Adiós.


La actitud de mi padre me desconcertaba, ese trato no podía significar nada bueno. Vale, puede que me estuviera volviendo paranoica pero creo que es normal que después de nueve años de abusos. Chloe y yo salimos al porche y después de unos minutos vimos llegar a Haley. Nos subimos a su coche y ella arrancó.


Llegamos al centro comercial y Haley nos arrastró de tienda en tienda. Le compré a mi hermana unos vaqueros y zapatos nuevos. Yo también me compré unos vaqueros y un par de camisetas que estaban rebajadas. Haley se compró medio centro comercial y cuando Haley se quedó sin blanca fuimos a por el material de Haley, después decidimos ir a tomar algo. Estavamos sentadas en el Starbucks cuando el móvil de Haley empezó a sonar, ella miró quien era y sonrió:

  • Es Tyson, voy a poner el altavoz. Shtttt.

  • Está bien.- dije yo.

  • ¿Hola?- dijo Haley.

  • Hola rubia.- se oyó la voz te Tyson.- ¿Qué haces?

  • Nada, tomar café.

  • Vaya...y yo pensando que estabas pensando en mi.

  • ¿Y por qué iba yo a estar pensando en ti?

  • Por qué soy tremendamente atractivo.

  • Deduzco que eras tu el que estaba pensando en que Haley es tremendamente atractiva ya que le has llamado tu.- interrumpí yo causando que Haley se pusiera a reír.

  • ¿Esa dulce voz es la de la enana?

  • ¡Tengo nombre!

  • Si, y es Alex.- dijo Chloe.

  • ¿Esa es Chloe?

  • Vaya, eres un genio.- dijo Haley.

  • Bueno, basta. ¿Haley puedes quitar el altavoz? Sabes yo quería hablar contigo.

  • Oh, está bien monada, no te enfades.- dijo Haley.


Haley se disculpó con nosotras y se levantó para tener intimidad mientras hablaba con Tyson. Después de unos minutos de estar hablando con él volvió con nosotras y con una enorme sonrisa en su cara:

  • ¿Y esa sonrisa?- le pregunté.

  • Esta noche tengo una cita con Ty.

  • Vaya Haley ¡Eso es genial!

  • Lo se, pero...¿A ti no te molesta?

  • ¿A mi? ¿Por qué iba a molestarme?

  • No se, es que...yo pensé que Tyson te gustaba.

  • ¿Qué? ¿estás loca?- me empecé a reír.- a mi Tyson no me gusta.

  • ¿Enserio?

  • Enserio.

  • ¡Ai Dios, soy una tonta!

  • Lo eres.

  • Tengo tantas cosas que hacer ¡No se que voy a ponerme!

  • Claro...seguro que lo tienes difícil. Como esta tarde no te has comprado nada...

  • No te burles de mi, es algo muy serio. Además tengo que convencer a mi madre de que me levante el castigo.

  • Puedes decirle que vienes a mi casa a ver una película.- la animé yo.

  • Esa es una buena idea, Alex. No se que haría sin ti.


Nos terminamos nuestros cafés (en el caso de Chloe se terminó su zumo) y luego Haley volvió a llevarnos a casa sin dejar de hablar ni un minuto sobre la cita con Tyson. Una vez en frente de mi casa nos despedimos de ella y le deseé suerte.

Chloe y yo entramos en casa con nuestras bolsas y nos encontramos a mi padre dormido enfrente del televisor, decidí no decirle nada. Subí con mi hermana a las habitaciones y ordenamos nuestras compras, luego como el salón estaba ocupado, Chloe se vino a mi habitación y vimos una película en el ordenador. Cuando se terminó el film Chloe tenía hambre y la verdad es que yo también, era casi hora de cenar. Bajamos a la cocina para ver que preparavamos, pero la verdad es que no me apetecía nada de lo que había.

Desperté a mi padre para ver si le apetecía algo especial pero él, después de mirar la hora dijo que iba a cenar fuera, fue a ducharse y mientras yo decidí ir a cenar fuera con Chloe. Subí las escaleras y me planté a fuera del baño, llamé con los nudillos a la puerta y dije:

  • Papá.

  • ¿Qué?- contestó mi padre.

  • Chloe y yo vamos a salir a cenar fuera también. Nos vamos ya.

  • Está bien.

  • Adiós.


Cuando volví a bajar las escaleras Chloe ya me esperaba lista para salir. Cogí las llaves del coche y mi adidas clásica, en Los Ángeles no hacía nada de frío, pero en la noche siempre refrescaba. Mi hermana me dijo que le apetecía comida china para cenar de manera que buscamos un restaurante, estuvimos un buen rato buscando porqué aun no conocía la ciudad, al fin me acordé de que había uno cerca de mi instituto y puse rumbo ahí. Cuando llegamos me di cuenta que ir a ese restaurante no había sido una buena idea, estaba lleno de gente de mi edad, comiendo y haciendo mucho ruido. Un chico asiático no mucho mayor que yo se acercó para guiarnos hasta una pequeña mesa en la esquina del restaurante, nos sentamos y nos pusimos a mirar la carta y después de unos minutos el camarero volvió para tomar nuestros pedidos.

Estaba jugando con mi hermana, haciendo el tonto con los palillos cuando alguien puso su mano sobre mi hombro, me asusté y di un respingo:

  • Hola Alex.- dijo Kevin.

  • Ei.- le dije respirando ya mas tranquila.

  • ¿Qué haces?- me preguntó sonriendo.

  • Nada...esperar a que nos traigan la cena.- Kevin miró a mi hermana pero no le dijo nada.

  • Así que era verdad lo de la hermana.

  • Pues claro que era verdad.

  • ¿Oye y que haces luego?- me pregunto ¿coqueteando?

  • Ir a casa con mi hermana.

  • Ya claro...que tonto.

  • Bueno, nos vemos en clase.- le dije a modo de despedida.

  • Claro, adiós.


Kevin se volvió con sus amigos y a nosotras nos sacaron la cena. Después de cenar pasamos a buscar un helado y luego nos fuimos a casa. Chloe estaba cansada y se fue a la cama nada mas llegar, yo me quedé viendo un rato la tele pero como no echaban nada bueno decidí irme yo también a la cama. Me sentía cansada por lo que me quedé rápidamente dormida.

Me desperté sobresaltada, tuve una pesadilla como siempre, pero en cuanto abrí los ojos me di cuenta que la pesadilla se iba a convertir en realidad. Mi padre estaba sentado en mi cama, mis sabanas estaban a los pies de la cama y mi padre estaba acariciando mis muslos. Todo lo que vino después fue incluso peor que la pesadilla que había tenido.


Otra vez lunes, un sucio y asqueroso lunes. Dejé a Chloe en su escuela y me fui al instituto, llegué a la hora y estuve todo el día como una zombi de un lado para otro. Llegó la hora del almuerzo y me dirigí hacía la cafetería, por el camino Haley me abordó:

  • ¡Alex, esperame!- me gritó, yo me pare en medio del pasillo y esperé a que ella me alcanzara.

  • Hola.- le dije.

  • ¡Por Dios! Que hambre tengo. Me comería una vaca.

  • Exagerada.

  • Bueno, una vaca puede que no, pero un cordero si.

  • ¿Cómo estuvo tu cita con Tyson?

  • Genial. Tyson es fantástico, fuimos a cenar y luego a tomar algo en un local de Hollywood, yo creí que no nos dejarían entrar pero Tyson conoce a uno de los camareros y nos pasó. Fue totalmente genial.

  • Me alegro por ti.

  • Pero no se, estoy...deprimida. Si creo que esa es la palabra.

  • ¿Por qué?

  • Porqué cuando me llevó de vuelta a casa yo creí que iba a besarme, pero no. solamente me dio un beso en la mejilla.

  • Bueno ¿Es que tu quieres hacerlo todo en la primera cita?

  • No, ¡pero yo que se!

  • Anda, vamos a comer algo.


Entramos en la cafetería y nos pusimos a la cola de la comida, luego nos sentamos en la mesa en donde ya estaban los chicos. Nos sentamos y pude ver como Tyson le guiñaba un ojo a Haley. Estábamos a la mitad de la comida en cuanto se oyó una voz por la megafonía del instituto: Se ruega a todos los estudiantes que después de la hora del almuerzo se presenten a la sala de actos para participar en una charla sobre abusos sexuales.

La mayoría de gente se alegró por el hecho de que íbamos a saltarnos al menos una clase pero a mi no me hizo ni pizca de gracia, no pensaba acudir a esa charla. No necesitaba que nadie me dijera lo que eran los abusos sexuales ni tampoco las secuelas que provocaban. Cuando salimos todos de la cafetería disimuladamente me separé del grupo y salí del instituto para ir al coche a escuchar música.

Llegué al coche y puse la capota y saqué mi Ipod. Me sentía segura en mi coche, estaba encerrada por dentro y la noche anterior apenas había dormido, me quedé dormida en el coche.

Desperté con el golpeteo de algo contra los cristales del coche, abrí los ojos y me encontré con la cara de Tyson al otro lado del cristal. Dios, me dio un susto de muerte. Después de que mi corazón recuperara el ritmo cardíaco bajé la ventanilla:

  • Nunca, jamás vuelvas a hacer eso.- le dije.

  • Lo siento.- se disculpó.- pero no te he visto en la charla ni después en clase, cuando te he visto aquí durmiendo he considerado necesario despertarte.

  • ¡Dios! ¿Cuántas clases me he perdido?

  • Solo una. ¿Por qué no has venido a la charla?

  • No me apetecía.

  • Pues ha sido interesante, muy real. Había un par de chicas que han contado sus experiencias.

  • Que bien.- dije con sarcasmo.

  • ¿Qué te pasa?

  • Nada, simplemente no se porqué la gente va contando por ahí sus penas.

  • No son sus penas, Alex. Es un problema muy real y creo que debemos saber que estas cosas pasan, el mundo no es de color de rosa.

  • Que sabrás tu.

  • Estás siendo irracional.

  • Vete a la mierda, Tyson. Me voy, hoy empiezo a trabajar. Gracias por despertarme.

  • De nada.- dijo el claramente molesto.


Dicho eso se largo y yo arranqué el coche. ¡Que mierda de día! ¿es que acaso estaba todo el mundo en mi contra? Abusos sexuales... yo ya sabía que los abusos sexuales existían, los llevaba sufriendo en mi piel des de los ocho años y juro que jamás se lo iba a contar a nadie. No quería ver esa mirada de pena el en rostro de la gente.