APRENDER A VIViR...AN

>> sábado, 30 de enero de 2010

CAPITULO 8.



Cuando finalmente terminamos el trabajo, bueno cuando finalmente Tyson terminó el trabajo se dejó caer encima de la cama:

  • Mi cabeza está a punto de explotar.

  • Siento no haber podido ayudarte.

  • No te preocupes. ¿Qué quieres hacer?

  • No se.

  • Anda, vamos a dar una vuelta.


Tyson se levantó de la cama, buscó sus zapatos y tomó las llaves de su coche. Le seguí hasta la calle y subimos a su coche, Tyson me pasó su móvil y me mandó que llamara a Haley, llamé a Haley y contestó muy animada:

  • ¡Tysooon!

  • Ei Haley, soy Alex.

  • Oh, hola Alex.

  • ¿Dónde queda tu entusiasmo?- ella se rió.

  • Lo siento. ¿Estás con Ty? ¿Qué hacéis?

  • Hemos terminado el trabajo hace un rato.

  • Pregunta-le dónde está.- dijo Tyson.

  • Tyson pregunta ¿Qué dónde estás?

  • Estoy en casa de Jade.- se lo dije a Tyson.

  • Dile que vamos para allá.- me dijo Tyson para que se lo dijera a Haley.

  • Dice Tyson que vamos para aquí.

  • Está bien.


Tyson en cuanto pudo dio media vuelta y me explicó quien era Jade, resultó ser su prima que era bailarina y Tyson no sabía que estaba de vuelta en la ciudad. Jade era dos años mayor que nosotros pero siempre había sido la mejor amiga de Haley.

Tardamos una media hora en llegar al bloque de apartamentos en que vivía la tal Jade, cuando llegamos nos bajamos del coche y Tyson me llevo hasta la puerta del apartamiento 26, llamamos a la puerta y después de unos segundos nos abrió la puerta una chica muy guapa, con el pelo rubio y un mechón azul, tenía los mismos ojos azules que Tyson y una figura envidiable, el típico cuerpo de bailarina:

  • Que sea la ultima vez que te autoinvitas a mi casa, Tyson.

  • Yo también me alegro de verte, prima

  • Que te den.

  • Alex no te asustes, ella solo es así conmigo. No puede olvidar-se de que su primer beso fuera conmigo.

  • Así supongo que es normal que sea así contigo.- Tyson puso mala cara y Jade me dedicó una enorme sonrisa.

  • Alex ¿verdad? Tu y yo vamos a llevarnos bien.- entonces nos dejó entrar.


El apartamento era pequeño pero estaba limpio y decorado con gusto, aunque con un estilo muy juvenil. Haley estaba sentada en el sofá con los pies desnudos también arriba en el sofá. Tyson se quitó su chaqueta quedándose con una camiseta de manga corta y se sentó al lado de Haley, le dio un beso en la frente y Haley le dedicó una enorme sonrisa:

  • Siéntate, Alex.- me dijo Jade señalando un enorme puf de color rojo. Yo le hice caso.- ¿Queréis tomar algo?

  • ¿Una cerveza?- preguntó Tyson.

  • Luego tu madre dice que soy una mala influencia.

  • Lo eres.

  • ¿Tu quieres algo, Alex?

  • No gracias.- Jade desapareció por una puerta y volvió enseguida con dos botellines cerveza. Uno se lo tendió a Tyson y el otro a Haley. Luego se sentó en el suelo.

  • ¿Así dónde está Dylan?

  • No lo se.- Tyson.

  • Vaya y yo pensé que eráis siameses.

  • Y yo pensé que lo odiabas.

  • Lo odio, pero me ha sorprendido que no esté pegado a ti. Ahora me alegro que hayas cambiado a ese zoquete por Alex.

  • Qué raro ¿no?- dijo Tyson con sarcasmo.

  • Bueno, ya basta. Dylan está en la playa.- dijo Haley.- Ahora resuelta esta gran duda existencial ¿Qué vamos a hacer esta noche?

  • Yo trabajo.- dijo Jade.

  • ¿Cómo que trabajas?- dijo Haley.

  • Si, me han contratado en el club Akbar.

  • ¿Ese no es un club gay?- preguntó Tyson.

  • De gays, lesbianas y bisexuales. Vamos que puede ir todo el mundo.- dijo Jade.

  • ¿Podríamos ir esta noche, no?- dijo Haley.- tu puedes colarnos.

  • Claro venid.

  • Yo no voy.- dijo Tyson.

  • ¿Por qué no?

  • ¿Dónde va a quedar mi reputación si me ven entrar ahí?- dijo Tyson sacando al macho que llevaba dentro. Todas pusimos los ojos en blanco.

  • Pues no vengas. Haley y Alex si van a venir ¿verdad?- Jade.

  • Yo no puedo ir.- dije yo.

  • ¿Tienes que quedarte otra vez con Chloe?- preguntó Haley.

  • Exacto.

  • ¿Quién es Chloe?- preguntó Jade.

  • Es mi hermana pequeña.- y sonó mi móvil, miré la pantalla y vi que era Allison.- ¿Allison pasa algo?- pregunté preocupada.

  • Hola Alex, no, no pasa nada tranquila.

  • Oh, vale. ¿Entonces quieres que vaya a recoger ya a Chloe?

  • Alex, tranquilizate y respira, no estés tan preocupada por todo.- me reí.- bueno pues entonces ¿para qué me llamas?

  • Pues bueno, me temo que mi hija y tu hermana llevan todo el día haciendo planes maléficos para convencerte a ti de que dejes quedar a Chloe a dormir a nuestra casa. Por mi no hay ningún problema, Chloe es un encanto y la adoramos. Así que antes de que te hicieran un drama cuando vinieras buscarla he decidido llamarte por si la dejas puedas hacer tus planes.

  • No se, Allison, no quiero que Chloe os molesté.

  • ¿Has escuchado algo de lo que te he dicho? Chloe no nos molesta, la adoramos y si no dejes que se quede a dormir mi hija se va a poner muy difícil conmigo.

  • Bueno, en este caso supongo que puede quedarse, pero no tiene ropa de recambio.

  • No te preocupes ya le encontraré algo de Emma.

  • ¿Seguro?

  • Sí.

  • ¿Te importa pasarme con Chloe un momento?

  • Claro, ahora te la paso.- mi hermana se puso al teléfono.

  • Hola, Alex.- me dijo con voz inocente.

  • No te hagas la tonta conmigo, Chloe. ¿Qué es esto de hacer planes para quedarte a dormir en casa Emma sin mi permiso?

  • Bueno...yo...es que lo estoy pasando muy bien.

  • Cariño ya se que lo estás pasando muy bien pero estas cosas no se deben de hacer. Está vez te dejo quedarte, pero si vuelves a hacer algo así ten por seguro que no te voy a dejar quedarte a dormir y que luego vas a estar castigada.

  • Está bien.

  • Vuelve a pasarme con Allison.- me la pasó.

  • Bueno, como ya he amenazado a mi hermana solo me queda decirte que si pasa algo me llames a la hora que sea.

  • No te preocupes, lo haré. Pásalo bien en tu noche libre.

  • Ok, tu también. Bueno...tu ya me entiendes.- nos reímos.- mañana antes de venir a recoger a Chloe te llamo.

  • Muy bien. Adiós.

  • Adiós.- colgamos.

  • ¿Así que ya no tienes que cuidar de tu hermana esta noche?- preguntó Haley emocionada.

  • Supongo que no.

  • ¡Oh, pues así vamos a salir y arrasaremos!

  • Está es la actitud, Haley. ¡Esta noche, noche loca!- dijo Jade haciendo una celebración con sus brazos.

  • ¿Sabéis que dais mucho miedo?- preguntó Tyson.

  • No se lo digas, pero a mi también me dan miedo.- le dije yo.


Pasamos el resto de la tarde en casa de Jade con Jade y Haley muy emocionadas por la salida de esa noche, la verdad es que terminaron contagiándome su entusiasmo. Tyson dijo que él también nos acompañaría y llamó a Dylan que aceptó también, quedamos a ir a cenar todos juntos, menos Jade que tenía que estar mas pronto en el club así que nos despedimos de ella unas dos horas antes de la cena y quedamos que a las once estaríamos en la puerta trasera del club. Una vez salimos del apartamento de Jade, Haley me obligó a ir con ella a su casa para ponernos “decentes” para ir al club, en ese momento Haley me dio un poco de miedo. Tyson después de compadecerse de mi nos dijo que nos recogería en hora y media, nos despedimos hasta entonces.


Llegamos a casa Haley después de unos veinticinco minutos y ella me condujo directamente hasta su habitación, dijo que no podía ir al club con mis viejos vaqueros y con mi camiseta de Mr Proper, pero oye, mi camiseta era un clásico ¿qué tenía en contra de ella? Luego mientras buscaba algo de ropa para mi empezó a decirme que le había caído muy bien a Jade y no se que mas, sacó de su armario unos shorts vaqueros desgastados y me hizo probármelos, estaba segura de que mis piernas estaban bien, es decir sanas, sin moretones de manera que le hice caso, me quedaban bien, algo grandes pero Haley me dio un cinturón. Y después terminé poniéndome una camiseta negra de manga tres cuartos con tachuelas, Haley quería prestarme unos zapatos de tacón pero por surte yo tenía los pies mucho mas pequeños que ella por lo que me quedé con mis converse, bueno no eran converse, eran imitación. Esperé a que Haley se cambiara, ella se puso una minifalda negra con una camiseta de color rosa con un lazo negro debajo del pecho, después de eso insistió en maquillarme un poco y cuando Tyson vino a por nosotras Haley terminaba de ponerse la mascara de pestañas. Salimos a la calle y enseguida noté que refrescaba un poco de manera que me puse mi cazadora de cuero:

  • ¡Vaya Alex, tienes piernas!- dijo Dylan que estaba esperando con Tyson.

  • Si, y con ellas te puedo dar una patada en el culo.- le dije indignada.

  • Haya paz.- dijo Tyson.


Subimos los cuatro al Jeep de Tyson y el arrancó, puso música, Nirvana, no era uno de mis grupos favoritos pero me gustaba. Fuimos a cenar a una pizzeria y cuando decidí ignorar a Dylan empecé a disfrutar de la noche, me pedí una pizza 4 estaciones y Haley pidió una 4 quesos por lo que decidimos intercambiarnos la mitad, a la hora de pagar me enfadé con Tyson porqué nos pagó la cena a Haley y a mi, si quería pagársela a Haley estupendo, pues ellos estaban medio saliendo pero a mi no tenía porqué, estuve diciéndole esto todo el rato mientras pagaba pero simplemente me ignoró.

Cuando salimos de la pizzeria aun era pronto para ir al club por lo que Tyson dijo de ir a hacer nos billares a un bar que había cerca de donde estábamos, a todos nos pareció una buena idea. Entramos y enseguida Dylan y Tyson se fueron hasta una de las mesas de billar, yo no sabía jugar por lo que me quedé mirándoles, bueno en verdad animaba a Haley, le decía que era la representación femenina en la mesa y que debía de ganar a Tyson y Dylan, estaba celebrando con Haley que había metido una bola cuando me agarraron fuerte del brazo e hicieron que me diera la vuelta, cuando vi quien me había volteado se me congeló la sangre, se me cayó el ánima a los pies y me estremecí de miedo:

  • ¿Se puede saber qué estas haciendo aquí?- dijo mi padre apretando el agarre en mi brazo, me hizo daño y jadeé.

  • Eh, suéltala.- dijo Tyson viendo que me estaba haciendo daño.

  • ¿Y tu quién coño eres?- le preguntó mi padre a Tyson.

  • El que te va a partir la cara si no dejas de hacerle daño.

  • Tyson, no. Dejalo.- dije.

  • ¿Qué?- preguntó Tyson incrédulo.

  • Papá por favor, me estás haciendo daño.- mi padre no iba a hacerme nada con gente delante.

  • ¿Cómo qué papá?- preguntó Tyson.

  • Es mi padre, Carter. Papá estos son mis amigos del instituto.

  • No te he preguntado quienes son, te he preguntado qué haces aquí y vistiendo como una puta.- Todos se quedaron de piedra al escuchar sus palabras.- ¿Se puede saber dónde está tu hermana?

  • Mi hermana se ha quedado a dormir a casa de su amiga Emma por lo que yo he decidido salir un rato con mis amigos, así que si no te importa voy a ir a disfrutar de mi noche libre.

  • Tu no irás a ningún sitio.

  • ¿Podemos irnos?- les pregunté a los chicos. Ellos solamente asintieron y empezamos a irnos.

  • Alex, vuelve aquí.

  • Adiós papá, no volveré tarde.- sabia que cuando llegara a casa lo iba a pasar realmente mal pero al menos, ahora me sentía bien por haber mandado a mi padre a la mierda.

  • ¿Ese era tu padre?- preguntó Haley preocupada.

  • Sí, es un imbécil pero no te preocupes, es inofensivo.- mentí.

  • Pero lo que te dijo...

  • Oh bueno, tiende a hablar siempre un poco mal y siempre saca las cosas de contexto pero a parte de eso nada mas.

  • Alex...

  • Ya dejalo Haley por favor, suficiente vergüenza he pasado ya.


Nadie volvió a decir nada mas hasta que subimos de nuevo al coche, cuando subimos Dylan preguntó a que club íbamos y cuando Haley le dijo el nombre el empezó a gritar que le habíamos estafado y que el no podía ir a un club gay y no se cuantas sandeces mas. En ese momento agradecí que Dylan fuese un cabeza hueca ya que disolvió la tensión del momento. Llegamos al club y tuvimos problemas de aparcamiento por lo que aparcamos lejos y tuvimos que caminar un poco hasta la puerta trasera del club, como había dicho, Jade a las once en punto nos abrió la puerta, iba vestida con unos leggins de “cuero” y con un top también de cuero que dejaba muy poco a la imaginación, aun así no se veía vulgar y estaba muy guapa, puede ver que llevaba varios tatuajes, cuando pasamos por la puerta le dio una mala mirada a Dylan y a mi después de mirarme de arriba a bajo me guiñó un ojo.

Entramos en el club y la música empezó a inundar los oídos, creo que era Lady Gaga, Jade nos gritó alguna cosa por encima de la música y luego se fue, vi que se dirigía a una especie de jaula y se subía a ella, se metió dentro y empezó a bailar de una manera bastante sexy, pude ver que había mas jaulas con chicas y chicos vestidos mas o menos como ella y todos bailando.

Haley se animó inmediatamente, no se si fue por la música o por ver a hombres cachas semidesnudos, el caso es que agarró mi mano y me arrastró al medio de la pista, ella empezó a bailar y yo me la quedé mirando como si se hubiera vuelto loca, cuando vio que me quedaba quieta como una estatua me ignoró y se puso a bailar con un grupo de chicas y yo me fui otra vez en busca de Tyson y Dylan, no me resultó muy difícil encontrarlos ya que la cabeza de Tyson sobresalía por encima de todas las otras. Estaban en una de las barras:

  • Haley está completamente loca.

  • ¿Y te das cuenta ahora?- preguntó Dylan.

  • No realmente, pero en momentos como este es cuando me importa que esté loca.- contesté.

  • ¿Qué quieres tomar, guapetón?- le dijo el barman a Dylan, a él se le quitó la sonrisa y su expresión se transformó en miedo. Tyson y yo empezamos a reír como locos.

  • Voy...al baño.- dijo Dylan.

  • ¿Estás seguro de que quieres ir al baño?- le preguntó Tyson aun riendo. Dylan puso mala cara pero igualmente se fue.

  • Creo que a Dylan le hacía falta algo así.

  • Sí, yo también lo creo.- me senté en el taburete que Dylan había dejado libre.- ¿Quieres una cerveza?

  • Vale.- acepté.

  • Oye jefe.-le dijo Tyson al barman.- ¿Nos pones dos Heinekens?

  • Claro.- me sorprendió que no le pidiera el permiso a Tyson, pero en verdad él no se veía como de diecisiete. El camarero puso las cervezas encima del tablero, saqué mi monedero pero Tyson ya estaba pagando.- El chico que se acaba de ir ¿es tu novio?

  • No, es solamente mi amigo.

  • Bien.- dijo. Y se fue a atender a los otros clientes muy contento.

  • ¿Estás bien?- me preguntó Tyson.

  • ¿Por qué no iba a estarlo?

  • No se ¿puede que por lo que ha pasado con tu padre?

  • Ah, eso...- sabia que Tyson no iba a dejar el tema.

  • Sí, eso.

  • No es nada.

  • Alex tu padre te estaba haciendo daño, y lo que te dijo...

  • Ai Tyson dejalo, no ha sido nada. Qué quieres que te diga ¿qué no me llevo bien con mi padre? Pues sí, me llevo fatal con él, siempre discutimos. A parte de eso no hay nada mas.

  • Sabes Alex, no te creo.

  • Pues ¿sabes qué Tyson? Me da exactamente igual.


Me levanté y me fui otra vez a buscar a Haley pero por el camino me encontré a Jade que estaba en su descanso:

  • Alex, ei ¿dónde vas?

  • Buscaba a Haley.

  • No la he visto, pero ven. Tomemos unos chupitos.

  • Eh, vale.- Jade me arrastró hasta otra de las barras.

  • Ashley cielo, ponme unos chupitos de tequila.


La tal Ashley puso dos vasos de chupito, sacó la sal y el limón y dejo la botella. Jade llenó los vasos y bebimos, me quemé la garganta pero luego con el limón la cosa mejoró. Jade volvió a llenar los vasos y volvimos a beber, después de cinco chupitos a mi ya me habían subido y Jade seguí fresca como una rosa, aparecieron Haley, Tyson y Dylan:

  • Dime que no la has emborrachado.- dijo Tyson.

  • No lo he hecho ¿Cómo iba a saber que no aguantaba cinco tequilas?- dijo Jade.

  • ¡Por Dios, Jade! Es que no la ves ¿cómo va a beberse cinco tequilas si no puede ni con un cerveza?- Tyson.

  • Bueno, tampoco hay para tanto.- dijo Haley.

  • Supongo que no.

  • Vamos.- dijo Haley llevándose a Tyson a la pista.


Tyson y Haley estaban bailando en el centro de la pista y Jade tuvo que volver a su “jaula” de manera que me quedé con Dylan. Realmente no tenía nada que decirle a Dylan por lo que nos quedamos en silencio mirando a Haley y Tyson. No se cuanto rato pasó porqué de verdad que el alcohol se me había subido a la cabeza, solo se que Dylan ya no estaba a mi lado, que Haley y Tyson se estaban besando en la pista y que yo no quería ver eso, empecé a andar hasta encontrar a Jade:

  • Ei ¿Estás mejor?- me preguntó.

  • Hmm, supongo que sí.

  • Siento haberte emborrachado.

  • No te preocupes y no le hagas caso a Tyson, a veces se cree que es mi padre.

  • Por cierto ¿dónde está?

  • Pues...estaba poniéndose romántico con Haley y si te digo la verdad no tenía muchas ganas de contemplarlo y Dylan ha desaparecido por lo que te estaba buscando.

  • Oh, genial. Yo ya he terminado por hoy ¿qué quieres hacer?

  • ¿Podemos simplemente irnos de aquí?

  • Claro, voy a decirle a Tyson que te vas conmigo ¿me esperas aquí?

  • sí.


Jade se fue y volvió después de unos minutos, me cogió de la mano y me sacó del club, fuimos su coche que era un Fiat 500 nuevo, nos subimos y Jade arrancó, me dijo que tenía hambre de manera que pasamos por un McDonald's y nos pedimos unos nuggets, en el Mcauto, luego de eso comimos en el coche y hablamos durante un rato, intercambiamos nuestros números de teléfono y después, sin saber como los labios de Jade estaban encima de los míos, me costó unos segundos reaccionar pero después me aparté poniendo mis manos en los hombros de Jade:

  • Jade, no te ofendas pero ¿qué haces?

  • Besarte. Me gustas Alex.

  • Jade me caes muy bien, pero no me gustan las mujeres.

  • ¿Qué? Si Tyson me ha dicho que eres lesbiana.

  • ¿Qué? ¿Por qué te ha dicho eso?

  • No se, será que él cree que lo eres. Oh, Alex, cuanto lo siento. Que vergüenza.

  • No te preocupes, Jade. No pasa nada.

  • ¿Segura?

  • Claro.

  • Será mejor que te lleve a casa.


Asentí y Jade volvió a arrancar el coche, le dije mi dirección y después de una media hora de silencio incomodo paró enfrente de mi casa. Le di las gracias por haberme traído y me bajé del coche, en cuanto pisé el asfalto el miedo volvió a invadirme, pero no podía quedarme en la calle de manera que le puse coraje y entré en casa.

La casa estaba a oscuras y en silencio, todo estaba tal hi como lo había dejado esa mañana, subí las escaleras con recelo y cuando pensé que mi padre no estaba en casa, su puño impacto en mi cara provocando que me cayera por las escaleras, rodé hasta llegar abajo y ¡Dios! Mis costillas, estaba segura que me había roto alguna y si no estaba rota cuando mi padre me dio una patada en ellas se rompió del todo, no tenía ni fuerza, ni ganas de defenderme de manera que me quedé quieta. Mi padre se puso encima de mi y me sobó de arriba a bajo, me apretó los pechos y luego me quitó los pantalones y ropa interior, me separó las piernas y empezó a violarme sin piedad.