Tierra de Vampiros (Noveno capitulo)

>> sábado, 20 de febrero de 2010

Misha y Charlotte avanzaban por las desiertas calles mientras que las luces de neón iluminan sus cuerpos.
La verdad era que Misha no se sentía muy segura ya que no sabía si aun contaba con la protección de Andrew. Por el contrario de ella Charlotte se veía sumamente tranquila.
--¿No tienes miedo de encontrarte con un vampiro? – pregunto Misha con los dientes apretados a causa del frio.
--Nah.
-¿Por qué no?
--Hay formas de persuadir a un vampiro para que no te mate, así que no, no tengo miedo de ellos.
Misha estaba a punto de preguntar a que se refería pero justo en ese momento las ilumino la luz neón de color azul del Succubus.
--Vamos – dijo Charlotte mientras jalaba a Misha

En la entrada del bar se encontraron con un enorme y súper musculoso hombre de piel negra y cabeza rasurada.
--Hola Paul – saludo Charlotte al enorme hombre.
Paul al distinguir la cabeza castaña de Charlotte sonrió mostrando dos enormes colmillos.
--Es un vampiro – susurro Misha asustada
--Claro que lo es Mish, ¿Qué esperabas?, digo después de todo nos encontramos en la tierra de vampiros ¿cierto?
--Si, pero no me habías dicho que el bar lo atendían vampiros.
--Relájate Misha. – Charlotte tomo el brazo de Misha y la condujo hasta Paul. Este al verlas las evaluó y con un extraño brillar en los ojos les dijo:
--Dos apetitosas mujeres no deberían andar solo por este lugar. – el enorme vampiro rodeo a Charlotte por la cintura y le susurro algo al oído que Misha no logro oír.
--No juegues con migo Paul – lo reprendió Charlotte – y déjanos entrar.
Obediente Paul se retiro de la puerta no sin antes mirar lujuriosamente a Misha. Charlotte noto el interés y dijo - ¿Sabes Paul? Estamos buscando un chico para mi amiga, quizá debas darte una vuelta por el bar mas tarde.
--Lo haré hermosa, ahora entren antes que decida darles una probadita.

Misha no pudo reprimir un jadeo al escucharlo y dio gracias a Dios cuando Charlotte le tomo la mano y la llevo hacia dentro.
El Succubus no era precisamente lo que Misha había esperado.
El Lugar era enorme pero estaba pobremente iluminado y un aroma desagradable frotaba en el aire.
Charlotte la condujo sin ningún problema hasta una mesa vacía.
--¿Quieres beber algo? – le pregunto a Misha.
--No, gracias
--Bien entonces espera aquí.
Misha se abrazo a si misma al quedarse solo. Ahora entendía el enojo de Andrew al enterarse que ella tenía la intención de ir a ese lugar.

--Hola – la voz ronca la saco de sus pensamientos. Enchinado los ojos Misha logro ver al alto sujeto que se inclinaba hacia ella. Sin saber que hacer murmuro un tenue hola. – Pareces nerviosa.
--No, es solo…
--¿Quieres bailar?
Gracias a Dios no tuvo que contestar pues Charlotte llego en esos momentos. El problema fue que su amiga no la ayudo, si no hizo lo contrario.
--¡Marcus! – Exclamo Charlotte mientras abrazaba al extraño – ¿Cuánto tiempo sin verte?
--Beauté – Saludo Marcus mientras estrechaba a Charlotte – Dime aimer, ¿esta encantadora joven es tu amiga?
--Si, Misha te presento a Marcus, Marcus ella es Misha.
Misha miro con desconfianza al alto y rubio hombre mientras se ponía de pie para saludarlo.
--Heureux d´organise princesse – contesto él con una voz extremadamente rica la cual le puso la carne de gallina a Misha.
--Perdón – le dijo ella mientras el tomaba su mano para besarle los dedos – No hablo francés.
--Oh lo siento – se disculpo el – tengo la mala costumbre de pretender que todos me entienden. Quise decir que estoy encantada de que conocerle hermosa princesa.
--Marcus es todo un encanto Misha – Charlotte se acerco a Misha y le susurro al oído – creo que ya encontramos a tu maestro.
Misha miro a su amiga boquiabierta – Charlotte, no sé si…
--Calla Misha, Marcus es perfecto para el puesto – Charlotte comenzó a decirle a Marcus cosas que Misha no pudo oír puesto que la música sonaba demasiado fuerte.
Cuando finalmente Charlotte se alejo de Marcus, este le sonrió a Misha y afirmo con la cabeza.
--Estaré encantado mom amour.
Misha ni siquiera supo que decir cuando Marcus la envolvió en sus brazos y la beso, su lengua comenzó a explorar el interior de su boca en un fiero asalto.
Marcus comenzó a recorrer su cuerpo con sus cálidas y finas manos, Misha comenzaba a derretirse cuando Marcus mordisqueo su cuello suavemente.
Misha lo aparto inmediatamente – No hagas eso – le dijo a Marcus mientras que este la miraba con una extraña expresión en el rostro.
--Lo siento querida pero es que te vez deliciosa.
Fue entonces cuando Misha vio los colmillos que se asomaban de la boca entreabierta de Marcus.
Joder, ¿es que todos son vampiros aquí?
--Lo siento pero no necesito tu ayuda – le dijo a Marcus mientras se alejaba de el – Charlotte no puedo seguir con esto.
Ignorando las palabras de su amiga Misha tomo su chaqueta y se encamino rápidamente hacia la salida.
En la entrada se topo con Paul, como estaba decidida a ignorarlo paso a lado de el sin siquiera mirarlo mientras que este le hablaba.

Misha caminaba rápidamente ya que solo quería salir de ahí y meterse en su cama.
No sabía qué diablos le pasaba, en la tarde había estado decidida a hacer un sacrificio por Nick, pero ahora no estaba segura si Nick lo valía.
Y por si no fuera poco su cuerpo le pedía a gritos que fuera en busca de un vampiro en particular.
En su mente tenía claro que era lo mejor mantenerse alejada de Andrew pero su traidor cuerpo no opinaba lo mismo.
En las noches no lograba dormir nada pues su cuerpo anhelaba el tacto de Andrew y el placer que este era capaz de brindarle.

Misha estaba tan distraída que no noto que varias sombras la rodeaban y cuando lo noto ya era demasiado tarde.