MAS VAMPIROS...AN
>> lunes, 26 de octubre de 2009
20.LIBRE.
¡Bendito, bendito Giovanni! ¡Por Dios! Ese hombre era un Dios del sexo ¿Es que acaso conocía todas y cada una de mis zonas erogenas? Nos habíamos pasado toda la noche juntos y jamás había alcanzado tantos orgasmos seguidos. Faltaba una hora para el inicio de mis clases y yo aun seguía deliciosamente atrapada entre los brazos de Gio.
Gio.- le dije.
¿hmm?- dijo sin dejar de besarme.
Creo que deberías dejar de hacer eso. Necesito ir a clase.
¿Clase? Creo que no...
Gio por favor.
No.-dijo muy serio.
Gio...
Esta bien, tu ganas...- se quitó de encima de mi y se tumbo sobre su costado con su cabeza recostada sobre su brazo y con una sonrisa pícara en los labios.
Para de mirarme así o no voy a poder marcharme.- le dije mientras me levantaba.
¿Y cómo te miro?
Sabes muy bien como me miras.- le dejé ahí y fui a vestirme. Estaba eligiendo en el vestidor cuando lo sentí entrar, me abrazó por detrás y puso su barbilla en mi hombro.
No vayas...
Gio no me hagas esto. Van a ser solo unas horas...
Y que testaruda eres, eh.
Hmm, pues si.- gire mi cabeza y le di un beso.
Vale, ponte estos.- y me dio unos pantalones. El se puso también unos vaqueros pero no se los abrochó, cuando le vi con esos vaqueros estuve a punte de olvidar las clases y quedarme el resto del día con él. Pero conseguí vestirme.
Me voy- le dije después de pasar por el baño.
Si no hay mas remedio.
Prometo compensarte después.- le di un beso de despedida.
Eso suena bien.
Al final conseguí irme y ¡por Dios! Era tardísimo. Faltaban cinco minutos para que comenzaran mis clases y yo estaba a 20 minutos de la universidad en metro. Pero claro, yo era un vampiro. Bajé al metro pero en lugar de subir a él salté a las vías a velocidad vampírica y empecé a correr por ahí. Llegué en cuatro minutos. Entré como una bala en clase y me senté al lado de Gabrielle:
¿Y tu de dónde sales?- me dijo
¿eh?
Qué has aparecido así de repente.
He venido corriendo.
¿Y a que se debe esa sonrisa?- intervino Daniela.
No estoy sonriendo.- pero me di cuenta que si lo estaba.
Si sonríes y esta, amiga mía, es una sonrisa que solo tienes después de una noche de sexo desenfrenado.- Daniela.
Oh vamos, dejame en paz.
¿Eso es un si?- dijeron las dos emocionadas.
NO.
¡Oh, Carol eres una zorra, yo también quiero una noche de pasión con ese pedazo de hombre!- en ese momento se activo mi alarma protectora.
Es mío.- le dije casi gruñendo.
Oh, lo se chica. Pero dejame fantasear.- Daniela.
Después, empezó la clase. Mis amigas estuvieron toda la mañana hablando del tema y yo estaba ya un poco harta. Al final me tire juguetonamente encima de ellas y las amenace en broma.
Estaba yo apunto de volver a casa cuando sonó mi móvil. ¡maldita sea! Era Eleonora. Contesté:
Hola Ele.
Hola Carol ¿qué tal?
Mm, bien gracias.
Me alegro. Oye ¿puedes cuidar tu esta tarde a Sophie?
eh...- Gio me iba a matar, pero yo adoraba la pequeña.- claro, no hay ningún problema.
Oh, muchas gracias. ¿Entonces vas tu directamente a buscarla al colegio?
Claro, no te preocupes. Le diré al portero que me abra.
Estupendo, bueno Carol tengo que dejarte que tengo una reunión importante. Y no te preocupes hoy no sera mucho rato, Olivier me dijo que volvería pronto a casa.
Vale, adiós Ele.
Seguidamente llame a Giovanni para comunicarle que iba a hacerle de canguro a Sophie y el maldijo. Estuvimos hablando durante un buen rato, de hecho todo el rato en que yo tarde en ir a recoger a Sophie...y vale, esa conversación solo me dejo con con mas ganas de verle.
Llegué con tiempo de sobras para recoger a Sophie. Mientras esperaba fui a comprarle la merienda y cuando salió se la di. Ella empezó a comer mas que contenta y a charlotear sin parar. Empezó a llover por lo que nos fuimos a casa Sophie, una vez allí la niña hizo los deberes y luego miramos la Sirenita. Estábamos en el sofá con Sophie acurrucada entre mis brazos cuando llegó su padre. Le mandé un mensaje a Gio para que pasara a recogerme y salí de esa casa antes de que Olivier pudiera volver a insinuarse.
Esperé en el portal a que viniera Gio a buscarme en el coche y mientras esperaba mi móvil sonó, era Arion:
Hola Arion.- contesté.
Carol ¿Qué tal?
Pues bien gracias.
Oye Carol, lo que te tengo que decir es importante así que escucha bien.
De acuerdo ¿De qué se trata?
Andrew transformó a Alba hace unos dias lo que significa que su vínculo contigo está roto.
¿Qué?.- dije yo sin terminar de creer lo que Arion me estaba diciendo.
Que eres libre, Carol.
¿En serio?
Pues claro tonta ¿Te mentiría yo?
¡Ahhhhhh!- grité.
¿Qué te pasa?
Que estoy contenta.
Estas loca.
Lo sé.
Anda, no pierdas tiempo hablando conmigo y ve a decírselo al Gio.
Arion...yo...
Anda tonta, no te preocupes por mi. Se que le quieres y si te digo la verdad creo que he encontrado a la mujer de mi vida.
¿Lo estás diciendo de verdad?
Sí.
¿Y quién es?
Te lo digo cuando vengas a visitarme y a partirle la cara a Andrew.
Y colgó. Y yo me sentí libre, me sentí feliz. Tenía ganas de correr, de cantar y de bailar. Quería ver a Giovanni y besarlo, quería proclamar que lo amaba.
Y apareció Giovanni en mi campo de visión, andaba tranquilo, con un paraguas y con su habitual fluidez, las mujeres con las que se cruzó mientras venía a buscarme a mi se volvieron a mirarlo, pero él solo me miraba a mi, tenía una sexy sonrisa en su cara y sus ojos recorrían mi cuerpo de arriba a bajo. No pude contenerme mas, salí de debajo del balcón en donde me resguardaba de la lluvia y corrí hacía él, salté encima de él y los dos caímos en el suelo mojado, la lluvia nos estaba empapando pero a mi no me importaba, no le di tiempo a decir nada y puse mis labios sobre los suyos, le bese apasionadamente mientras que con mis manos le recorría la cara:
Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero.- le dije antes de volver a besarlo. El me rodeó la cintura con las sus brazos y me devolvió el beso.
Wow, eso si es una compensación.- dijo.-Pero Carol no se si te has dado cuenta que estamos en el medio de la calla.
¿Y qué importa? Quiero que todo el mundo sepa que te quiero. ¡¡LE QUIERO!!- grite. La gente que nos estaba mirando aplaudió y Giovanni se echó a reír debajo de mi.
Estas loca.
Estoy loca por ti.- le dije.- No hay vínculo, Gio. Ya no lo había cuando llegaste.
¿Qué?
Andrew transformó a Alba hace unos días. Mi vínculo con él se rompió en el momento que el la transformó.
¿Cómo lo sabes?
Arion me ha llamado hace unos minutos.
¡Bendito pescadero!- y Giovanni se levantó conmigo en brazos y empezó a dar vueltas, yo lo rodeé la cintura con mis piernas y le abracé fuerte mientras él hacía “su baile de la victoria”. Finalmente me puso en el suelo y me besó- Te quiero Carolina, te quiero y quiero que estés conmigo toda la vida.
Solo quiero la eternidad si puedo estar contigo.
Arion.
Has hecho lo correcto.- me dijo Megeara cuando colgué.
Lo sé.- le dije.
Y ahora, si no te importa ¿puedes hablarme de la mujer de tu vida?
Por supuesto.
Ella es bellísima, es rubia, es lista, es dulce, es divertida, es sexy, es pasional y está delante de mi.-Megeara me sonrío y me beso hasta hacerme perder el mundo de vista.
Creo que tu también eres el hombre de mi vida.
Casate conmigo.- le dije impulsivamente.
¿Es una orden?
Mas bien es una suplica. Te quiero y no quiero que te alejes de mi.
No lo haré si tu no quieres.
Entonces ¿quieres casarte conmigo?- le pregunte mientras la apretaba contra mi pecho.
Sí, quiero casarme contigo.
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