Capitulo 9 (El secreto)

>> lunes, 26 de abril de 2010

Siento mucho la tardanza.
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Ya había pasado casi un mes desde que Axel y yo nos presentamos en el primer baile, y tal como mi hermano había predicho los habitantes de Cornwall no dejaban de hacerme bailes y fiestas, todos tratando de ganarse mi favor y entregándome a sus hijas para que fueran mi consorte.
Las damas de aquí eran lindas eso no lo niego, pero ninguna me llamaba la atención, bueno si había una pero al parecer ella no estaba interesada.

Veía a Caroline en las veladas pero ella no parecía fijarse en mi, siempre estaba a lado de ese cerdo de Mortensen y en mas de una ocasión estuve tentado a decirle lo que había oído decir a ese bastardo en la taberna, pero terminaba convenciéndome que eso no era asunto mió, después de todo no podía perder mi tiempo con Caroline ahora que estábamos tan cerca de logra nuestro cometido.
Como Axel había dicho encontramos a varios de esos hijos de puta en las reuniones, los cabrones pretendía burlarse de notros, lastima que su plan no había salido tan bien.

Habíamos capturado a varios y en la última velada encontramos a Lucien, Axel pretendía matarlo de una buena vez en el acto, pero se lo impedí pues necesitaba información que el quizá no gustosamente pero que me terminaría dando.
Me había costado casi una semana ablandarlo pero al final lo conseguí y a base de lo que el nos había dicho habíamos creado un plan.

-Hoy es nuestra ultima noche aquí, ¿seguro que no quieres ir a despedirte de la dulce Caroline?-
-No me fastidies Axel, no estoy de humor-
-Vamos Andree si fuera tú yo me llevaría un recuerdo de ella- se encogió de hombros – no lo se quizá unos de sus listones para llevarte su aroma – se acerco a la butaca donde estaba sentado y se inclino para susurrarme al oído – o mejor aun, un beso para cuando nos vallamos puedas recordar su sabor o quizá cambiaste de opinión y piensas invitarla a ella y a su familia a Hampshire de esa forma la tendrías en tus dominios- se encogió de hombros – seria mas fácil atraparla así-
Me pare de una forma brusca y lo aleje de mí – Ya te dije que no quiero a Caroline ahí, no la arriesgare-
-Pero vas a arriesgar a los de mas, ¿no es así?-
-No permite que les pase nada – conteste fieramente mientras veía el fuego que ardía alegremente en la chimenea – Los protegeré-
-También podrías defender a la señorita Collins-

¿Que mierda pasaba por la cabeza de Axel?, ¿Por qué insistía tanto en eso?
Ya había decidido que mantendría lejos a Caroline y nada de lo que el dijera me iba hacer cambiar de opinión, maldita sea, si fuera por mi no metería a nadie en esto, pero desgraciadamente los necesitaba ya que en Hampshire no teníamos muchos apreciados.
-Vamos Andree estas perdiendo el tiempo, ve a buscara tu petit -.
-Por que no vas tú a buscar un par de putas y me dejas en paz-
Axel río belicosamente –Iré a buscarlas no te preocupes, pero sabes estaba pensando que sabor tendrán los labios de una dama – su mirada se hizo insolente – una dama como Caroline-
-No te atrevas acercarte a ella-
-¿Por que no? – su voz sonó desafiante – Tu no la quieres, ¿Por qué tendría que nagarme algo que no tiene dueño?-
-¡Tiene dueño! – Grite – o ¿ya no recuerdas a su prometido?-
-Error- respondo negando con el dedo – Por lo que la encantadora e inoportuna Miranda me ha dicho, aun no están prometidos, así que ella no tiene dueño y ya que nos vamos mañana, esta noche puedo enseñarle mis idoneidades en el lecho- Sin pensarlo me avente a Axel y en un instante lo tuve en el suelo, iba golpearlo cuando dijo - ¿Qué pasa hermano?, jamás te había molestado que te contara de mis travesuras, ¿Por qué ahora si?-
-Ella es una dama-
-Lo se, pero no será la primera a la que ponga de bajo de mi-
Mi puño se estreno en la mejilla de Axel- Eres un maldito cabròn, no te atrevas si quiera aponer un dedo sobre ella-
Axel se deshizo fácilmente de mí y se puso de pie. – Jamás te había visto ponerte así – se encamino hacia la puerta y haciendo un gesto con la muñeca dijo –No te preocupes, Caroline Collins no es de mi gusto, es demasiado inocente, personalmente prefiero a mujeres con conocimiento, Profiter de la nuit, mon frère (1)
Sin más se fue, dejándome solo para que mi enfado me consumiera.

Me levante del suelo y me deja caer en el camastro, odiaba los juegos mentales de Axel, pero desgraciadamente para mi el hijo de puta siempre tenia razón. Tenía que ver a Caroline por última vez y tenia que llevarme algo para recordarla y sabia perfectamente que es lo que quería.


*****



Mi familia y yo estábamos en el salón tomando el te con Lord Mortensen cuando Millie entro diciendo que teníamos visitas.
-¿Una visita?- pregunto mi madre que estaba sentada en el gran diván junto a mi padre -¿Quién puede venir a estas horas?-
-Se trata de Duque Wolfenbüttel milady-
Padre y madre se pusieron de pie instintivamente mientas que Lord Mortensen se movía nervioso a mi lado.
-Que esperas niña tonta – regaño madre a mi dama – hazlo pasar-
Millie se giro rápidamente y salio del salón, apenas habían pasado unos segundos cuando regreso acompañada de Andree.

Andree Wolfenbüttel llevaba unos pantalones ajustados metidos dentro de unas botas altas de color negro, una combinación letal que me dejo anonadada por unos segundos.
-Milord – saludo mi padre – es un honor tenerlo aquí- Andree saludo educadamente a mis padres pero nos ignoro a Charles y ami, lo cual por alguna extraña razón me hastío - ¿Qué puedo hacer por usted?-
-En realidad señor, vengo hablar con su hija-
-¿Miranda? – pregunto exaltada mi madre, ya que en las anteriores fiestas Miranda había estado rondando al Duque para estar cerca de su hermano.

Andree se sentó en el elegante sofá individual que mi padre le ofrecía –No con la señorita Caroline – su mirada por fin callo sobre mi, cosa que me puso nerviosa.
-¿en que podría ayudarle mi hija?- pregunto educadamente mi padre.
-Mañana regreso a Hampshire y estaba pensando redecorar mi castillo, así que pensé en las pinturas de Caroline-
Me sonroje mientras Charles decía tímidamente – ¿Pinturas?-
Andree poso una mirara imperiosa en el – ¿No sabia que su prometida pinta?, eso no esta bien, uno debe tener en cuanta los talentos de su mujer-
-Su talento reside en la música- se defendió Lord Mortensen
-Así que es una mujer talentosa, ¿No es así?- la mirada de Andree me quemo y gracias a Dios mi padre llamo su atención diciendo.
-Milord, aprecio que tome en cuenta el talento de mi hija, pero no creo que sea lo que esta buscando-
-Yo creo que si lo es Lord Collins- volvió a fijarse en mi – Es usted la autora del cuadro de la plaza que decora el salón de los Watson, ¿no es verdad?- asentí tímidamente- ¿También es suyo el retrato de las gemelas Comwhitmore?- Volví a asentir –Entonces si, creo que es lo que busco. ¿Tiene usted algunos trabajos hechos?-
-Mi Caroline siempre tiene trabajos hechos su gracia- presumió madre –Millie ve a buscar los esbozos de Caroline-
Mi dama salio del salón a toda prisa, mientras que yo sentí la penetrante mirada de Andree sobre mí.

Desde el baile de los Trohng no había vuelto hablar con el, solo me conformaba con verlo a la distancia mientras que el se desenvolvía en su papel ganándose la confianza de todos.
En algunos eventos Axel se acercaba para hablarme y he de admitir que su presencia me era estimulante ya que era igual de descarado que Miranda. Pero Andree no se había acercado ami siempre estaba rodeado de las damas solteras de Cornwall lo cual me importunaba.
Una y otra vez había escuchado decir a las damas lo apuesto y afable que era, hasta Miranda estaba impresionada con el, aun estaba encantada con Axel, pero Andree se había ganado el respeto de mi hermana.

Pero al parecer para Lord Wolfenbüttel mi familia no era lo suficientemente trascendental ya que éramos la única familia en todo Cornwall que no había sido invitada al castillo del Duque en Hampshire para el elegante baile que estaba preparando.
La noticia la había escuchado de los labios de Jazmín Trohng y al principio pensé que quizá Axel o Andree invitarían a mi familia después, pero eso no había pasado.
Esto hizo que odiara a Andree como nunca había odiado a nadie, por su culpa madre se lamentaba por no estar a la altura de un Duque y Miranda se sentía muy decepcionada, padre trataba de reconfortarlas a las dos pero sus esfuerzos eran inútiles, pero los egos rotos de ellas dos no era nada comparado con el mío, había maldecido a Andree, cosa nunca había hecho, pero me hería enormemente el saber que el había invitado personalmente a Jazmín y no se había dignado a tomarme en cuenta.

La mirada de Andree callo en mi camafeo y una extraña mirada apareció en su hermoso rostro. – ¿ya llevaron acabo el compromiso?-
-No- respondió mi madre – lo aremos este fin de semana, pero será algo íntimo ya que la mayoría de nuestros conocidos estarán en su residencia exelencia-
Andree no dio muestra alguna del comentario de mi madre. Millie llego cargada de mis cuadros, padre se los quito de encima para tendérselos a Andree.

Este me hecho una extraña mirada antes de centrarse en mis cuadros.
Azorada vi como el evaluaba mi trabajo, nunca me había dado pena exhibir mis cuadros pero con Andree todo me era diferente.
Lord Wolfenbüttel aparto el cuadro que había estado pintando ese día que nos encontramos y que me acompaño a mi pequeño paraíso, aparto otros dos más y para mi desgracia llego al retrato de Merrick que para estas alturas era el perfecto retrato de el.

Andree arqueo una ceja al verlo- Bonito- dijo
-Es el jardinero- me excuse rápidamente
-Oh, debo conocer a ese jardinero, quizá sea pariente de los Wolfenbüttel-
Todos a mi alrededor se fijaron en mi con diferentes miradas, mis padres me miraban entre agraviados y disgustados, Lord Mortensen me miraba lívido de ira y Andree me miraba divertido.

-Creo que me llevare todos- dijo al fin sacando un pequeño saco lleno de monedas- si eso no es lo suficiente hágamelo saber y enseguida enviare mas-
Iba a decirle que yo no vendía mis pinturas, que si quería una o dos con gusto se las regalaba, pero madre me gano diciendo:- Con esto será más que suficiente exelencia- inmediatamente tomo el pequeño saco.
-Hay una cosa mas- agrego Andree mirándome fijamente- Los jardines de mi castillo son hermosos y me gustaría pintarlos y estaría mas que honrado si fuera usted quien los pinta- ahora se fijo en mi padre – Lamento mucho haber tardado pero quería hacerlo personalmente, seria un placer para mi si su familia me acompaña a mi castillo en Hampshire, supongo que ya abran escuchado del baile que brindare ahí- mis padres asintieron rápidamente – Bien, pues ya que están invitados podríamos extender mas la invitación, mañana puedo mandar una calesa para que los lleve a mi castillo de esa forma la señorita Caroline podría pintar mis jardines antes de baile-
-Su gracia- respondió mi padre – Estaremos honrados de asistir a su baile pero me temo que lo otro no puede ser-
-¿Por qué no?, pienso pagarle-
-No se trata de eso exelencia, es que….- mi padre dudo y miro a Charles.
-Oh ya veo- respondió Andree en tono de burla- No creo que le moleste que me lleve a su prometida por unos días ¿verdad?- Lord Mortensen no respondió -Vamos hombre creo que pueden posponer el compromiso por unos días- En ese momento Miranda entro al salón por lo que Andree agrego – Estoy seguro que la encantadora Miranda disfrutara mucho de mi castillo, ¿no es así?- Miranda parecía confusa pero aun así asintió -¿Entonces cual es su respuesta señor Collins?-

Mi padre miro a mi hermana y madre y al ver sus miradas supo que había perdido la batalla –Supongo que tendremos que posponer el compromiso-
Miranda grito de felicidad y agrego -¿Su hermano ira su gracia?-
-Axel pensaba ir a Francia a visitar a un conocido, pero estoy seguro que en cuanto sepa que ustedes dos nos acompañaran, cambiara sus planes-
Eso era lo único que Andree necesito para alegrar a mi hermana, madre también parecía satisfecha y padre estaba feliz de tener a sus mujeres contentas. El único que parecía molesto era Lord Mortensen pero aun con su cara larga no pude evitar sentirme aliviada, por un tiempo pensé que Andree se olvidaría de mí y estaba igual o más feliz que Miranda.



*****

Salí de la Casa Collins cargando los cuadros de Caroline y maldiciéndome, acababa de hacer lo que me había prometido no hacer. Invitar a Caroline Collins a mi castillo.
Entre al carruaje y le orden al mozo que me llevara a la casa de huéspedes.

Cuando llegue a la habitación no vi rastro de Axel, lo cual agradecí pues necesitaba estar solo para maldecirme un poco más.
Era un jodido idiota, no podía creer que después de todo hubiera cedido a mi estupido deseo, había ido a buscarla solo por que quería llevarme ese hermoso cuadro que ella dibujo delante de mí, pero al saber que este fin de semana se iba a comprometer con ese perro de Mortensen me había afectado mas de lo que me gustaría admitir y luego ella me había pintado, había dicho que se trataba de su jardinero pero sus hermosos ojos grises me dijeron la verdad. El del retrato era yo.

No podía seguir negándomelo, la necesitaba a mi lado. Sabía que eso era imposible pues después de que lograra mi objetivo desaparecería de este mundo y eso no era justo para ella.
Al menos antes de irme aria lo mejor para ella, la llevaría ami casa y la convencería que no se casara con Mortensen, después de que yo me fuera aria que Axel la cuidara y así la mantendría a salvo a pesar de que yo muriera.


-Lindas- susurro Axel sobresaltándome, había estado perdido en las obras de Caroline por mas de una hora y no había notado que ya había llegado -¿Quién es el maestro?-
Con un suspiro me levante de la butaca y fui a dejar el cuadro que estaba viendo sobre la cama, Axel lo tomo y dijo:-¿Eres tú?, pensé que dijiste jamás te dejarías plasmar-
-No fue mi decisión-
-¿A no?, ¿entonces de quien? – En ese momento Axel vio la firma - ¿Caroline?, Woo es increíblemente buena – una sonrisa ladina se dibujo en su rostro.

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1.-Disfruta la noche, hermano mío

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Tierra de Vampiros (Decimotercer capitulo)

-¿Andrew? – La voz de Misha refleja el temor que la mujer sentía.
No tenía ni idea de lo que el vampiro pretendía hacerle. La había amarrado las muñecas en la cabecera de la cama, dejando su culo al aire.
Al principio ella pensó que solo la follaria, pero al ver que el salía del cuarto, ya no estaba tan segura.
-Joder Andrew, suéltame – Por mucho que gritara, el parecía estar encantado de ignorarla.
¿Y si se fue? No sería capaz de dejarla sola, en esta poción tan vergonzosa ¿verdad?
Joder.
Joder.
Joder.
¿Cómo había terminado así?


Sus muñecas empezaban a perder sensibilidad, cuando Andrew regreso.
La pelirroja no podía verlo, pero podía escucharlo moverse a su alrededor.
-¿Qué estas planeando? – Nuevamente la ignoro – Joder Andrew, dime qué carajo estás haciendo.
El silencio fue su única respuesta.

Si era sincera consigo misma, Misha aceptaría que lo único que le molestaba era que el la ignorara, no sentía miedo por lo que fuera que él estaba planeando, Es más, se sentía excitada al pensar en los juegos… o castigos en este caso, que el planeaba.

La mano de Andrew comenzó a acariciar la espalda de la mujer, prendiendo en ella un voraz fuego.
Misha comenzaba a retorcerse cuando de la nada una, una refrescante tela la segó.
-¡No te atrevas!
Andrew rio ante su grito. Si la pequeña se sobresaltaba por esto, ya moría por verla enfrentarse a lo demás.
-¡Andrew, quítame esta mierda de los ojos!
-No – fue su única respuesta

Andrew se alejo para contemplarla.
Era una delicia ver a la mujer a cuatro patas sobre su cama. Era toda suya.
No podría moverse y no podría ver lo que le aria.
Con una enorme sonrisa lobuna, que dejaba al descubierto sus largos colmillos, se acerco a la bolsa de papel que había dejado en el suelo, busco en el interior hasta que encontró las pequeñas pinzas para pezones que había corrido a comprar.

-Si te digo que yo soy un lobo tú… – Misha estaba tan concentrada en zafarse que no presto atención, así que él, la nalgueo – pon atención pequeña.
-Andrew…
-No hables a menos que yo te lo diga, ahora contéstame, si te digo que yo soy un lobo tú…
-¡Eres un jodido vampiro no un lobo! – El grito de Misha resonó en la habitación.
Andrew rio por descaro – Respuesta incorrecta.

La enorme mano del vampiro acaricio las redondas nalgas de la mujer antes de inclinarse para tomar un pezón entre sus dedos - ¿No quieres cambiar la respuesta?
La exasperación de Misha era tal, que su respuesta solo fue un gruñido.

Gruñido que se convirtió en grito, cuando algo le pellizco el pezón.
-¿Qué haces? – Su única respuesta fueron un par de nalgadas – ¡Joder deja de hacer eso!
-De verdad que eres insolente – apenas había terminado de hablar, cuando sintió otro pinchazo en el otro pezón – Relájate y te acostumbraras.
-Relaje y te acostumbraras – replico ella tratando de imitar la voz del vampiro – ¡Como no eres tu al que le están ahorcando los pezones!
-¿Sabes?, creo que tu insolencia merece un mejor castigo.
Sin decir nada más, Andrew salió de la habitación.




¡Maldito Vampiro!
Misha estaba tan enoja que no había dejado de repartir maldiciones e insultos a todo el mundo.
Maldijo a Nick por obligarla a esto, también a Charlotte, puesto que por ella se encontraba aquí, se maldijo mil veces a ella misma por ser tan estúpida y claro como dejar fuera de las maldiciones al jodido vampiro que la había dejado a sí.
Después de que Misha le gritara, Andrew había salido de la habitación y solo había regresado para quitarle un rato las pizas de los pezones, después había regresado a ponérselos de nuevo y desde ese momento el maldito no había regresado.

Sus muñecas ya estaban completamente insensibles, las rodillas, aunque estaban postradas en el suave colchón, le ardían, la ceguera en la que se encontraba la molestaba y lo que más le castraba era que el vampiro la había excitado solo para dejarla así.

Finalmente, cuando se juraba a si misma que estacaría a Andrew mientras dormía, oyó la puerta abrirse.
-¿Cómo estás?
Aunque se moría por responderle mordazmente, Misha se tranquilizo y tratando de aparentar ternura, le respondió –: Me duelen las muñecas.
-Bueno, te podría ayudar con eso, pero me temo que te lo tienes bien merecido.
Aguantándose otra mordaz respuesta, pregunto – ¿Y si prometo comportarme?
-Realmente no te creo, tus palabras son dulces pero puedo oler tu enfado, ¡Joder Mujer!, el olor de tu furia es tal que no me has dejado dormir.
-Te lo tienes bien merecido.
Misha ni siquiera se dio cuenta que hablo en voz alta, hasta que Andrew la nalgueo – ¿Lo ves?, esa maldita lengua tuya sigue al ataque.
Ya que la ternura no sirvió, Misha intento persuadirlo de otra forma – Pensé que te gustaba lo que mi lengua era capaz de hacer.

Andrew sabía lo que la pelirroja estaba haciendo, pero aun si no se resistio. Dejo que ella siguiera con su juego.
-Tu lengua sabe hacer maravillas, pero no estoy seguro si eso vale la pena aguantarla cuando se suelta.
-Suéltame y te are cambiar de opinión.
Andrew rio – No, creo que no, después de todo aun no acabo con tu castigo.


Misha escucho sus palabras y al instante siguiente lo sintió deslizarse por debajo de su cuerpo.
¡Joder!, sentir su duro cuerpo entre sus piernas la hizo mojarse al instante.

-Veamos cómo están estos pezones tuyos.
Los pezones de la mujer estaban tan sensibles, que con solo el rozar de los dedos del vampiro, la pelirroja se corrió.
-¡Jesús! – Exclamo Andrew, al notar hasta que estado de éxtasis había empujado a la mujer.
Delicadamente, Andrew tomo las muñecas de su pequeña estudiante y las desato, al instante la mujer callo contra él.

Misha seguía convulsionándose de placer, mientras Andrew le quitaba las pinzas de sus hipersensibles pezones.
-Creo que calcule mal el tiempo.
Misha quiso gritarle un par de cosas, pero no pudo hacerlo pues en ese momento Andrew comenzó a masajear tiernamente sus pechos.
-Lo siento – dijo el apenado – pero no te preocupes que ahora mismo te daré algo mejor que el bálsamo.
Su cura resulto ser nada más y nada menos que su boca.
Misha suspiro aliviada cuando la húmeda boca de Andrew tomo posesión de uno de sus pechos.
El vampiro tenía razón, las caricias de su lengua eran mejor que el bálsamo.

Andrew rio cuando sintió el cuerpo de su pequeña aflojarse, su cara reflejaba el placer que estaba recibiendo y su monte de Venus estaba goteante, esperando impacientemente por atención.

Atención que Andrew no dudo en darle, lentamente separo los pliegues del sexo de la pelirroja y hundió uno de sus largos dedos en el estrecho canal de su pequeña.

Misha gimió al sentir la invasión, desesperada por volver a culminar, comenzó a frotarse contra el hábil dedo. Podía escuchar la acelerada respiración de Andrew, pero ella lo que en realidad quería era verle, por lo cual intento quitarse la venda de los ojos, solo que él no lo permitió.
-No puedes quitártela – dijo él deteniendo las caricias – si te la quitas parare todo y lo único que conseguiremos ambos será una ducha fría.
-Quiero verte – pido ella con la voz ronca
-Pues no puedes, así que elije, ¿Te la quitas o continuamos?

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APRENDER A VIViR...AN

>> domingo, 25 de abril de 2010

CAPITULO 17.


Me desperté en una habitación de hospital, miré a mi derecha y pude ver la típica cortina que separa las camas de los dos pacientes, después miré hacia abajo y vi que tenia una aguja clavada en mi brazo y que un tubo la conectaba con algún tipo de medicamento, luego miré a la izquierda y sentada en una de las incomodas butacas estaba Allison, ella vio que me había despertado y se levantó para acercarse a la cama:

  • Alex, te has despertado.

  • Eso parece. ¿Cómo es que estás aquí?

  • La primera razón es porqué te quiero, la segunda porqué Tyson me ha llamado y la tercera es porqué soy asistente social. Se que es duro Alex pero ¿des de cuando?

  • No quiero hablar de eso.

  • Alex...

  • Ahora no, por favor, no quiero pensar en eso.

  • Vale, iré a buscar a una enfermera para avisar de que te has despertado.

  • Esta bien.- Allison ya estaba en la puerta.- oye ¿Dónde está Chloe?

  • En mi casa, pensé que estaría mejor con Emma. Ya que Tyson está aquí y con su familia apenas ha tenido trato.- asentí.

  • ¿Tyson está aquí?

  • Sí, no se ha movido del hospital en toda la noche, mas bien de tu lado. Hace un rato lo he mandado a comer. Si quieres puedo ir a buscarlo.

  • ¿Él quiere verme?

  • Claro ¿acaso piensas lo contrario?

  • ¿No siente asco de mi?- Allison volvió a mi lado.

  • Alex ¿cómo va a sentir asco de ti? Nada y escuchame bien, nada de lo que ha pasado es tu culpa, esos tres especímenes son los que dan asco, no tu.

  • Estoy usada y rota.

  • No digo que vaya ser fácil, pero recuperaras tu vida.

  • ¿Qué vida? Esto es lo único que conozco.- le dije llorando.- mi padre lleva violandome des de los ocho años. ¿Qué vida crees que puedo recuperar?

  • ¡Dios Alex! ¿Des de los ocho?- a Allison se le resbaló una lágrima.- ¿Por qué no se lo contaste a nadie?

  • ¿A quién? Yo no quería estar lejos de Chloe, ella es mi responsabilidad. Prefiero sufrir yo a que sufra ella.- en ese momento entro Tyson. Se quedó plantado un momento en la puerta mirandome sin saber que decir.

  • Hola.- dijo al fin.

  • Yo, voy a avisar de que has despertado. ¿Estarás bien si te dejo sola con Ty?

  • Sí.- respondí suavemente. Allison salió de la habitación no sin antes apretar el hombro de Tyson para darle ánimos.- Puedes acercarte, prometo no volver a ponerme a chillar como una loca.

  • Tienes todo el derecho a chillar.- se acercó y se quedó quieto al lado de mi cama.

  • ¿Cómo estas?- le pregunté.

  • ¡Dios Alex! ¿Tu me preguntas a mi cómo estoy?

  • Pues si, te lo pregunto porqué pareces estar fuera de ti.

  • Tu pareces estar demasiado entera.

  • He pasado por esto muchas veces.

  • ¿Y lo dices así? Como si lo que te ha pasado no fuera nada grabe.

  • Estoy bien, Tyson, o al menos lo estaré.

  • ¿Cómo vas a estar bien? Dios Alex, ellos, ellos...

  • ¿Qué? ¿me violaron? Sí, lo se. Pero mi padre lleva violandome des de que tengo ocho años, no es nada nuevo.

  • Sabia que algo estaba mal con tu padre, dios he sido tan imbécil, todo este tiempo en el fondo sabia que algo pasaba y no he hecho nada para ayudarte, lo siento tanto.

  • Pues no lo sientas ¿vale? Lo ultimo que necesito es que sientas pena por mi.- no se porqué me estaba comportando de esa forma con él.

  • Alex, yo... me siento tan impotente, no se que hacer, ni que decirte.

  • Pues no hagas ni digas nada. Quiero que te vayas.

  • ¿Qué?

  • Que te largues de aquí, vete a tu casa. Gracias por llamar a la policía y todo el rollo, pero ahora no hay nada mas que puedas hacer.

  • Alex...

  • Quiero estar sola ¿no puedes entender eso?

  • Podría entenderlo si de verdad quisieras estar sola, pero se lo que estás haciendo y no vas a conseguir separarme de ti. Te quiero Alex y no te voy a dejar pasar por todo esto sola.- Para ese momento yo empecé a llorar otra vez.

  • ¿Cómo vas a quererme? Estoy tan sucia y usada deberías tenerme asco, no hay nada puro en mi, no puedes quererme...nadie puede. Te mereces a alguien mejor que yo, alguien normal, alguien que no este rota.

  • ¿Pero que bobadas estas diciendo? Claro que te puedo quererte, escuchame, jamas oyes jamas podría sentir asco de ti y menos a causa de lo que esos hijos de puta te hicieron, tu no tienes la culpa y puede que ahora te sientas rota,usada y sucia pero eso no es así Alex, se que te repondrás, superaras esto porqué eres la persona mas fuerte que conozco, harás esto por Chloe porqué ella te necesita a su lado, pero sobretodo lo harás por ti, porqué mereces dejar toda esta mierda atrás y ser feliz, de todas las personas que conozco eres la que mas lo merece. Y si tu me dejas Alex, quiero ayudarte a superar esto, quiero que me dejes estar a tu lado.- Seguí llorando sin saber que decir, las palabras de Tyson me habían tocado y ahora lloraba por todo, lloraba por lo que me habían hecho pero también lloraba por tener a alguien tan maravilloso a mi lado.

  • ¿Me abrazas?- le pregunte entre sollozos.

  • ¿Segura?

  • Por favor.


Me abrazó y yo me aferré a él como si fuera la ultima esperanza en el mundo, puede que no fuera la ultima esperanza para el mundo pero lo era para mi, no se cuanto rato estuvo sujetándome, solamente soy consciente de que vino una enfermera a revisarme pero no dejé que me tocara, me aferré mas fuerte a Tyson y solloce con mas intensidad, la mujer no insistió mucho y dijo mas para Tyson que para mi que volvería cuando estuviera mas calmada, al final creo que me dormí otra vez en los brazos de Tyson.

Volví a despertarme tiempo después con el murmullo de unas voces de fondo, no tenía fuerzas para abrir los ojos por lo que me quedé escuchando por un rato:

  • Es difícil saber como va a reaccionar.- decía alguien que no sabia quien era.- Ahora está muy afectada, la mayoría de las mujeres que sufren este tipo de agresiones sexuales están mucho tiempo sin dejar que los hombres las toquen, muchas rechazan hasta a sus padres y hermanos.

  • Pero ella pidió que yo la abrazara.- esa era la voz de Tyson.

  • Sí, lo se. Es poco habitual sin duda.

  • Eso es porqué se que tu jamás me harás daño.- dije yo abriendo los ojos. Allí estaba Tyson hablando con una doctora, él me sonrió.

  • Claro que yo jamás de dañaré.- dijo.

  • Alex.- me llamó la doctora dulcemente.-¿Cómo te sientes? Físicamente hablando.

  • Como si me hubiera atropellado un camión.- contesté.

  • Es normal cariño, te han golpeado brutalmente ¿dejarás que te revise?

  • Puede hacerlo, sí.

  • Esperare a fuera.- dijo Tyson. Besó mi frente y salió de la habitación.

  • Incorporate cariño.- dijo la doctora, yo obedecí. Ella empezó a revisarme.- Solamente hay golpes y contusiones, nada roto. La cosa va a ponerse mas fea durante los próximos días, pero es normal.

  • Sí bueno, ya estoy acostumbrada.

  • Sé que es duro, pero no estás sola.- hubo un silencio.- se que es lo ultimo que te apetece hacer, pero una ginecóloga debería revisarte, estabas sangrando cuando llegaste. ¿Crees que podrás hacerlo?

  • Creo que sí.

  • Bien, ella vendrá a verte durante el día. Eres muy valiente.

  • Hago lo que puedo.- ella sonrió.

  • Ahora vendrá una enfermera con analgésicos para el dolor y la píldora del día de después. También te sacaremos sangre para la prueba del VIH. Volveré a revisarte mañana, seguramente ya podrás irte a casa.

  • Está bien.

  • ¿Le digo a tu novio que pase?

  • Por favor.- salió y enseguida entró Tyson, vino hasta mi lado y se quedó allí. Yo le cogí la mano.

  • Gracias.- le dije.

  • ¿Por qué?

  • Por estar a mi lado en este momento, por llamar a la policía, por querer conocerme después de que fuera tan borde contigo y por cuidar de mi. Te quiero.

  • Yo también te quiero. Y volvería a hacer todo lo que he hecho...bueno, hubiera tenido que saber lo que pasaba ¡Dios en el fondo lo sabia!

  • Basta Ty, fui yo quien te juró y perjuró que todo estaba bién.

  • Lo se, pero igualmente...

  • Shtt.- le hice callar y la enfermera entró en ese momento, me hizo tomar las pastillas y luego me sacó sangre.

  • Querida.- dijo la enfermera.- ahí afuera hay unos agentes que quieren hablar contigo.

  • Pueden pasar.- dije.

  • ¿Estas segura?- preguntó Tyson.

  • Cuanto antes termine con esto mejor.


La enfermera salió y entró con dos policías, dijeron que querían hacerme unas preguntas y también a Tyson así que él se quedó conmigo mientras contestaba todas las preguntas, mientras relataba la parte en que mi padre me dijo que me había vendido a esos dos cerdos, Tyson se tensó a mi lado y golpeó con el puño la pared, él estaba encabronado, no enfadado, ni enojado si no encabronado, no había visto nunca a Tyson así y tanto los policías como yo le tuvimos que pedir que se calmase. Luego los agentes le preguntaron a Tyson como se había enterado de lo que estaba pasando y él les contó como había sonsacado a Chloe. Hicieron un par de preguntas mas y se fueron.

Cuando se marcharon volví a quedarme nuevamente a solas con Tyson, él me cogió la mano y yo le miré atentamente, estaba horrible, tenía unas oscuras y marcadas ojeras debajo de sus hermosos ojos y su pelo estaba hecho una maraña, se le veía realmente agotado:

  • Ty ¿Por qué no te vas a tu casa a descansar?

  • Porqué no quiero dejarte sola.

  • Que tontería, estoy en un hospital ¿qué puede pasarme?

  • Ya se que no puede pasarte nada, pero igualmente...

  • En serio Tyson, te ves horrible, necesitas una ducha y dormir.- Tyson olió su camiseta.

  • Puede que en lo de la ducha tengas razón.

  • ¡No! ¿Tu crees?- bromeé.

  • ¡Callate! Voy a llamar a Allison a ver si puede venir por unas horas, si ella puede quedarse contigo me iré.- yo rodé los ojos. Tyson llamó a Allison y estuvo hablando con ella unos minutos.- Allison está en camino

  • Genial, ahora necesito una niñera.

  • Oye.- dijo Tyson ignorándome.- ¿Necesitas que traiga algo de tu casa?

  • Bueno, algo de ropa y mi neceser.- Tyson me miró un poco asustado.- ¿Por qué no llamas a Jade y que ella te ayude con eso?

  • Esa es una gran idea.- luego frunció el ceño.- Jade, bueno, ella no sabe nada.

  • Bueno, puedes decirle si quieres, Jade es mi mejor amiga tarde o temprano se enterará.

  • Va a ponerse histérica.

  • Por eso dejo que se lo cuentes tu.


Después de un rato de estar hablando llegó Allison acompañada por Chloe, cuando vi a mi hermana no pude evitarlo y salté de la cama ignorando el dolor para abrazarla, la abracé durante tanto rato que creo que la ahogué, pero es que estaba tan contenta de que ella estuviera bien, lloré mientras la sostenía entre mis brazos y la llené de besos. Al final Tyson y Allison tuvieron que liberarla de mi y me obligaron a volver a la cama, entre las tres obligamos a Tyson a marcharse y le prohibimos volver antes de la noche y mi hermana y Allison se quedaron haciéndome compañía, a eso de media tarde Chloe se quedó dormida:

  • Ha estado muy preocupada por ti.- dijo Allison.

  • Me lo imagino.

  • Oye Alex, me he puesto en contacto con tu familia.

  • ¿Qué familia?

  • Tu abuela.

  • ¿Por qué has hecho eso?- le dije un poco enfadada.

  • Porqué tu eres menor y la ley lo dictamina así.

  • Mis abuelos no quieren saber nada de mi, ni de Chloe.

  • No es cierto, tu abuela llega mañana. Le he contado lo sucedido y esa mujer te quiere, se pasó todo el rato llorando.

  • No es justo Allison ¡Yo puedo cuidar de Chloe!

  • Lo se Alex, se lo mucho que quieres a Chloe y lo bien que la cuidas pero creo que tu misma necesitas a alguien que te cuide. Llevas demasiado tiempo peleando sola.

  • Ellos ni siquiera vinieron al entierro de mi madre.

  • Habla mañana con tu abuela.- sentenció Allison.


Pasamos el resto de la tarde viendo la tele y ojeando unas revistas que Allison había comprado. Para la hora de la cena Tyson y Jade irrumpieron en la habitación, Jade tenía los ojos rojos e hinchados, cuando me vio solamente me abrazó sin decir nada, en ese abrazo pude sentir toda la pena y la preocupación de ella. Lentamente se separó y yo le limpié las lagrimas:

  • No llores, tonta.

  • ¿Cómo no voy a llorar?

  • Yo no estoy llorando.

  • Tu eres mas valiente que yo.- y volvió a abrazarme. En ese momento llegaron con mi cena.

  • Siento interrumpir.- dijo la enfermera.- pero el horario de visita ya ha terminado.

  • Ahora mismo nos vamos.- dijo Allison. La enfermera asintió.- Alex, mañana vendré a eso del mediodía, si te dan el alta antes llama ¿vale?

  • Claro, no te preocupes.

  • ¿Jade?- pregunto Allie.- ¿Necesitas que te lleve?

  • ¿No puedo quedarme?- preguntó ella.

  • Solo se permite una persona.- contestó Tyson.

  • Está bien, volveré por la mañana. Y Allison te estaría muy agradecida si me llevaras.

  • Vamos pues.- ambas me dieron un beso y Jade cogió a Chloe en brazos, se despidieron hasta por la mañana y se fueron. Tyson acercó la bandeja de la comida a la cama y la destapó, yo arrugué la nariz solo con ver la asquerosa comida de hospital.

  • No voy a comerme esto.- le dije a Tyson.

  • Tienes que comer.

  • Pero esto es asqueroso.

  • Bueno, la verdad es que muy buena pinta no tiene. ¿Quieres una pizza?

  • Me encantaría una pizza.

  • Vale, aquí cerca hay un sitio, vuelvo en menos de media hora ¿estarás bién?

  • Claro.- Tyson se puso su chaqueta y se dirigió a la puerta.- quiero una cuatro estaciones.- le dije.

  • A sus ordenes.


Dicho y hecho, Tyson estuvo de vuelta en veinte minutos con una pizza cuatro estaciones tamaño familiar y un par de coca.colas, cuando la enfermera vino a retirar mi bandeja de comida nos encontró en pleno delito, es decir zampandonos la pizza. Al principio nos miró mal pero Tyson le dedicó su mejor sonrisa y no dijo nada.


Después de cenar vimos una película en el portátil de Tyson y luego nos acomodamos para dormir. Me sabía mal ver a Tyson en esa incomoda butaca, era cierto que se estiraba del todo pero era pequeña para alguien tan alto como Tyson:

  • ¿Seguro que vas a estar bien aquí?

  • Oh si, de maravilla, como Blancanieves en la cama de los enanitos.

  • Siento que tengas que dormir aquí.

  • Bah, no te preocupes, he dormido en sitios peores.

  • Te haré un pastel para recompensarte.

  • Bien, lo quiero de chocolate.

  • Hecho.

  • Buenas noches.

  • Buenas noches.


Y intentamos dormirnos, la verdad es que yo me dormí bastante rápido, no me desperté en toda la noche, es mas, por la mañana tuvo que despertarme Tyson. La doctora estaba en la habitación para revisarme, lo hizo y dijo que me podía ir a casa pero que iba a darme hora con la psicóloga del hospital y quería que la fuera a ver. Me despedí de la doctora y tomando la ropa que Jade había traído y el neceser me di una ducha, me vestí con mi ropa limpia quitándome esa horrible bata de hospital y fue realmente reconfortante volver a sentirme yo. Tyson esperaba en la habitación y cuando salí me abrazó contra su pecho. Me preguntó si iba a ir a mi casa, pero la verdad es que no tenía ganas de volver ahí, acordé con Tyson pasar de momento esa noche en su casa de manera que recogí las pocas cosas que había mías en la habitación y fuimos a lidiar con el papeleo.


Una vez en el Jeep de Tyson y de camino a su casa recordé que debía llamar a Allison, lo hice y ella me dijo que estaba yendo a recoger a mi abuela al aeropuerto, quedamos en que nos veríamos en casa Tyson, después de colgar me quedé seria, pensando en como sería conocer a mi abuela y además en circunstancias como estas, Ty notó mi seriedad y me preguntó que me pasaba:

  • ¿Qué te pasa?

  • Mis abuelos vienen.

  • ¿Los de Hawaii?

  • Sí, Allison se puso en contacto con ellos puesto que son mis únicos familiares y yo soy menor de edad.

  • Pero tu me dijiste que ellos no querían saber nada de ti.

  • Lo se, es lo que yo creía también.- nos quedamos un rato en silencio.

  • Puede que fuera tu padre el que no dejara que os vieran.

  • Es posible.


Llegamos a su casa, él ya había hablado con su madre y no había ningún problema en que yo me quedará allí, entramos y estuvimos pasando el rato hasta que llegó Allison y mi “familia”, fue realmente incómodo al principio, Allison llegó acompañada de una mujer de unos setenta años y con un hombre alto y robusto de unos cuarenta, cuando la mujer, es decir mi abuela me vio se echó a llorar y me abrazó:

  • Mi niña.- dijo- cuanto lo siento.

  • Hmm ¿Podría soltarme?- ella me soltó.

  • Lo siento.

  • Alex.- dijo Allison.- como ya sabes son tu abuela Leilani y tu tio Kai.

  • Hola.- saludó mi tio.

  • ¿Entramos?- dijo Tyson.- por cierto, soy Tyson.- entramos todos y nos sentamos en el salón. Hubo un silencio incomodo durante unos minutos.- ¿Queréis algo para tomar?- intentó cortar la tensión Tyson.

  • No entiendo que hacéis aquí.- dije.- si no os importó la muerte de tu propia hija ¿Por qué os importamos mi hermana y yo ahora?

  • Nadie nos dijo sobre la muerte de mi hermana.- dijo Kai.

  • Hablamos con el abuelo.

  • Tu abuelo jamás dijo nada, él era alguien muy estricto, no perdonó a tu madre por marcharse, no supimos que había muerto hasta el año pasado.- contó Kai.

  • ¿Por qué entonces?- pregunté.

  • Tu abuelo nos lo dijo antes de morir él.

  • Alex.- dijo mi abuela.- no es que ni tu tio ni yo no quisiéramos saber de vosotras, todo fue por tu abuelo.

  • Eso no cambia nada.- dije.

  • Alex.- me riñó Allison.

  • ¿Qué? Lo siento, pero es verdad. Yo he cuidado todo estos años de Chloe, no necesito que ahora venga a alguien a “cuidar” de mi.

  • Sabemos que has cuidado a Chloe y que no necesitas que te cuiden, pero Alex queremos darte la oportunidad de tener una vida normal, de poder estudiar, de hacer lo que quieras sin tener que estar tan pendiente de tu hermana. Vamos, de vivir como una joven normal.- dijo mi abuela.

  • Y supongo que para eso tendría que irme de aquí.

  • Bueno...nosotros estamos en Hawaii.

  • No quiero irme a Hawaii.

  • Piénsalo Alex.- dijo Allison.

  • No tengo nada que pensar.


Me levanté y salí de la casa, estaba enfadada y mucho. Esa gente no podía llegar y pretender cambiar todo lo que yo tenía planeado, vale, genial, querían ayudarme ¿pero irme a Hawaii? Yo no quería irme a Hawaii, no quería dejar atrás a Tyson, hablando de Tyson salió de casa y se sentó a mi lado en las escaleras:

  • Te has pasado un poco.- dijo. Yo suspiré.

  • Lo sé. Pero es que no quiero irme.

  • ¿No quieres tener una vida normal?

  • Si, supongo que eso si.

  • ¿Así que problema hay?

  • Tu.

  • ¿Yo?

  • Tu estás aquí, no quiero estar lejos de ti.- le dije avergonzado.

  • Yo no creo que debas perder una oportunidad así por mi. Tu y Chloe deberíais marcharos con vuestra familia.

  • Pero...

  • Es lo mejor, Alex. Lo mejor para ti y Chloe.


No entendía por qué Tyson me estaba diciendo eso ¿A caso él ya no quería estar conmigo? Sabía, sabía que esto iba a pasar, él en el hospital había insistido en que no iba a dejarme, en que él iba a estar a mi lado, pero lo decía porqué sentía lastima por mi. ¿Cómo pude pensar que él iba a querer estar conmigo después de saber que estaba tan usada?

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APRENDER A VIViR...AN

>> domingo, 11 de abril de 2010

CAPITULO 16.


A mesura que pasaban los días mis nervios se iban calmando, Kevin en nuestras clases de alemán no me había vuelto a decir nada y yo le había pedido a la profesora que me cambiara de sitio porqué des del mío no veía bién a pizarra.


Con Tyson las cosas seguían igual, nuestro contacto físico volvía a ser el mínimo y nada de besos, él nunca dijo nada, ni una sola vez intentó besarme, él esperaba que fuera yo quien diera ese paso otra vez.

Por otro lado, las cosas en casa iban peor que nunca, mi padre se había vuelto mucha mas agresivo y no había un día en que yo no me llevara algún golpe, las noches eran horribles y sentía mi cuerpo cada vez mas magullado. Presentía que algo iba a pasar pronto, los amigos de mi padre iban por nuestra casa a sus anchas y yo me desvivía para mantener a Chloe fuera de su vista, a ella le recordaba todos los días lo que debía hacer si alguna vez se insinuaban con ella.



Era otro día normal y corriente, estaba en clase de física con Tyson cuando mi móvil empezó a sonar, el profesor me fulminó con la mirada y yo iba a apagarlo pero me llamaban de la escuela de Chloe:

  • Lo siento, tengo que contestar.- dije, me levanté y salí de la clase.- ¿Sí?

  • ¿Alexandra?-dijo una voz dulce.- llamo del colegio de tu hermana, se ha puesto enferma y bueno, deberías venir a buscarla.

  • Enseguida estoy allí ¿Qué tiene?

  • Ha estado des de la segunda clase vomitando.

  • Está bien, ahora voy.- colgué y entré en clase para recoger mis cosas.- lo siento, tengo que irme.- le dije al profesor.

  • Está bien srta. Owen.- dijo.- ¿Algo grabe?

  • No señor, mi hermana se ha puesto enferma y debo ir a por ella.

  • Está bien.- me acerqué a mi mesa para coger mis cosas.

  • ¿Qué le pasa a Chloe?- preguntó Tyson preocupado.

  • Se ha pasado la mañana vomitando, pero seguro que no es nada.- le dije.

  • Luego me paso por tu casa.

  • Vale adiós.


Y salí volando del instituto hacia el colegio de Chloe, una vez allí me llevaron hasta al enfermería y me encontré a Chloe tumbada y bastante pálida:

  • Chloe cariño ¿cómo estás?- le pregunté.

  • Me duele la barriga.

  • Ya lo se, cielo.- le dije acariciándole el pelo.

  • Ahora hace un rato que no vomita, pero lo ha pasado bastante mal, no tiene fiebre ni nada por lo que creo que solo es algo que le ha sentado mal.- dijo la enfermera.

  • Gracias por cuidar de ella.- le dije.

  • Bueno, es mi trabajo.


Con cuidado cogí a Chloe entre mis brazos y la lleve hasta el coche, cuando llegamos a casa le puse el pijama y la metí en mi cama. Bajé a revisar lo que era que Chloe hubiera podido comer en mal estado y casi me golpeo yo misma la cabeza cuando vi que los yogures estaban caducados y yo le obligué a tomar uno. Los tiré a la basura y subí hacer compañía a mi hermana. A la hora de comer le hice un poco de arroz blanco y luego se quedó dormida. Yo limpie la cocina e hice otras tareas. Mas tarde también llamé a Rob para decirle que no podría ir a trabajar, luego me puse a hacer deberes y el tiempo se me pasó volando, cuando menos lo esperaba sonó el timbre, bajé a abrir y era Tyson:

  • ¿Qué haces aquí tan pronto?- pregunté.

  • Cariño las clases ya han terminado- dijo con una sonrisa.

  • ¿Ya? ¡vaya! Pero igualmente ¿no tenías entrenamiento?

  • Sí, pero me lo he saltado. Estaba preocupado por Chloe.

  • Bueno, se encuentra algo mejor, esta durmiendo.

  • ¿No me dejas pasar?

  • ¡Ai! Claro, entra.- no me di cuenta que le estaba interrogando en la puerta.

  • Estas algo despistada hoy ¿no?

  • Un poco.- fuimos hasta el salón y nos sentamos en el sofá.- ¿Quieres tomar algo?

  • No, solo quiero un abrazo.


Le sonreí y gateé hasta él para abrazarle, estaba de rodillas en el sofá y quedaba un poco mas alta que él, pasé los brazos por encima de sus hombros y le di un fuerte achuchon, él me lo devolvió apretándome fuerte por la cintura:

  • Tyson, vas a romperme.- le dije.

  • Solo un poquito mas.- dijo aflojando su agarre.

  • Que tonto eres.- después de decirle eso él me sonrió picaramente y con un rápido movimiento pasó su brazo por detrás de mis rodillas y me sentó encima de él como un bebe.- ¡Tyson!- me quejé.

  • ¿Qué?- dijo él inocentemente.

  • Dejame bajar.

  • No, estoy muy bien así.

  • ¿Y yo qué?

  • Tu eres lo de menos.- bromeó.

  • Idiota.- pero dejé de intentar levantarme, apoyé mi cabeza en su pecho y dejé que me mimara.- Tyson acariciaba mi pelo y de vez en cuando depositaba algún beso en mi frente o en mi pelo, yo por el contrario estaba concentrada en el ritmo regular de su respiración.

  • Te quiero.- me dijo de repente.

  • ¿A qué viene eso?- le pregunté.

  • No se, solo me apetecía decírtelo.


Tyson se acercó peligrosamente a mis labios mientras que me acariciaba la mejilla, mis ojos encontraron los suyos y me perdí en ese azul profundo que tanto le caracterizaba, cuando me di cuenta Tyson me estaba besando y Kevin no existía, no se si es que Tyson tenía un don o era porqué realmente lo quería, lo único que se es que cuando estaba con él todo lo malo desaparecía, solamente en su presencia conseguía relajarme y ser una persona normal.


Nos besamos durante un buen rato, primero fue dulce y pausado, sin prisas pero a mesura que iba transcurriendo el tiempo el beso se hacía mas ardiente, bueno, Tyson lo hacía mas ardiente. No se en que momento exactamente Tyson se había tumbado encima de mi el el sofá, acariciaba mi cintura e iba subiendo aunque sin llegar demasiado arriba, él dejó mis labios y empezó a besar mi cuello, des de detrás de las orejas hasta donde empezaba mi camiseta, eran besos tiernos, me gustaban pero no sabía que hacer, me dediqué a acariciarle la espalda por debajo de la camiseta y también a soltar algún suspiro de vez en cuanto.

Unos cuantos suspiros después me moví puesto estaba a punto de caerme del sofá y bueno, con mi pierna rocé a Tyson y pude darme cuenta que estaba un poco demasiado “emocionado”, no pude evitar mirarle a la cara y entonces vi como se sonrojaba, se quitó de encima de mi y quedó sentado en el otro extremo del sofá:

  • Lo siento.- dijo.

  • No importa.- le contesté.

  • Me he pasado, no quería incomodarte.- me acerqué a él y le di un beso en la nariz.

  • Te he dicho que no pasa nada, además creo que es algo que no puedes controlar.- Tyson se puso aun mas rojo y yo no pude evitar soltar una carcajada.

  • ¡Oh, no te rías de mi! Soy un hombre y tengo necesidades.- exclamó.

  • Lo se.- le dije muy seria. Porqué en verdad lo sabía y me dolía no ser capaz de estar de esa manera con él. Yo quería complacerle, pero no me sentía preparada para hacerlo. Hubiera sido fácil, podía enviar mi mente en algún otro lugar, tumbarme y dejar que el hiciera lo que quisiese, lo había hecho muchas otras veces, esos eran los días que era mas fácil porqué conseguía pensar que eso no me estaba pasando, pero no podía hacer eso con Tyson, no sin después sentir asco por él.

  • Alex, no lo he dicho por nada.- dijo Tyson viendo que me había puesto triste.

  • Claro que lo has dicho por algo, Ty. Siento no estar dándote lo que quieres.

  • Calla. No quiero oírte decir eso. Tu no tienes que darme nada, yo no espero nada, de verdad Alex, lo único que yo quiero es estar a tu lado, sea de la manera que se, y si hay días que me comporto como hoy es porqué tengo unas jodidas hormonas de adolescente que salen a flote en el momento menos oportuno. Pero nada mas. Mis hormonas van por un lado, pero mi mente por otro.

  • Ya Ty...¡pero yo que se! Algún día vas a querer hacerlo.

  • Eh...bueno si, supongo que si. Pero yo no quiero que hagas nada que tu no quieras hacer, no se, yo también espero que llegue el día en que tu quieras estar conmigo de esa forma.- Hubo silencio, porqué no sabía que decirle. Porqué en verdad no le podía decir que pensaba que ese día nunca llegaría.- Hasta que llegue ese día.- dijo Tyson quitandole hierro al asunto.- Te doy permiso para que me golpees si mis hormonas deciden tomar el mando.

  • Me parece justo.

  • Bien, ven aquí.


Me dio un abrazo y pasamos el resto de la tarde haciendo deberes y viendo la tele, cuando ya era tarde y Tyson estaba a punto de marcharse Chloe hizo su aparición. Se encontraba mucho mejor y al ver a Tyson creo que se le terminaron de pasar todos sus males. Estuvieron un buen rato haciendo el bobo hasta que Tyson dijo que tenía que irse, le dio un beso a Chloe en la frente y a mi uno suave en los labios, Chloe lo vio y cuando él salió por la puerta se me quedó viendo con ojos como platos:

  • Te ha besado.- me dijo.

  • Si.- le contesté.

  • ¿Eres su novia?

  • Algo así. ¿Te parece bien?- le pregunte.

  • ¡Claro! Es Ty.- me dijo, como si eso lo explicara todo.

  • Y ahora deja de ser tan cotilla y dime ¿Tienes hambre?

  • Sí.

  • ¿Pues sabes qué?

  • ¿Qué?

  • Vas a tener que tomarte un rico caldo de pollo porqué no quiero que vuelvas a enfermar.

  • ¡No!

  • Sí.


Le prepare a Chloe el caldo de pollo y luego mientras ella cenaba empecé a preparar algo mas sustancioso para mi padre y para mi. En eso estaba cuando llegaron mi padre y sus amigos. Estaban borrachos e inmediatamente supe que algo iba a pasar esa noche, puse a Chloe detrás de mi y encare a mi padre:

  • Estas borracho.- le dije.

  • ¿A ti que coño te importa?- respondió.

  • Se supone que vienes de trabajar.

  • ¡Pues sorpresa! Me han echado.

  • ¿Qué? ¿Y ahora que vamos a hacer?- me desesperé, sin el sueldo de mi padre estábamos perdidas, puede que mi padre fuera un autentico cerdo y que gastara mas de la mitad de su sueldo emborrachándose, pero una parte siempre llegaba a casa y nos mantenía a flote.- ¿De qué viviremos?- le dije enfadada.

  • Oye, callate.- me dijo, el muy idiota casi no podía mantenerse en pie.- Buscate un trabajo.- me dijo.

  • ¡Ya tengo un trabajo!- le chillé. -Pero también voy al instituto y cuido de Chloe. No te creas que voy a dejar todo eso para buscar otro trabajo por la mañana en que me paguen una mierda y me explotan para que tu te pases todo el día por ahí borracho.- una mano salió de la nada y me golpeó haciendo que mi cabeza impactara en uno de los armarios de la cocina, já, y yo pensando que no se podía mantener en pie. Chloe miro horrorizada a nuestro padre y me abrazó muerta de miedo. Ignoré el dolor del golpe y la sangre que empezaba a brotar de mi labio, también ignoré a mi padre que estaba gritando que era una malagradecida, me agaché hasta la altura de mi hermana y la abracé.- Chloe, no tengas miedo no te va a pasar nada.

  • Te ha pegado, tienes sangre.

  • No es nada, cariño.

  • Pero...

  • Shtt, quiero que hagas lo que te dije y que no le digas nada a Tyson.- le dije a la oreja.- ahora te diré que te vayas a tu habitación, pero quiero que te vayas a casa Tyson. Sobretodo no digas nada y hazme caso.- Mi hermana estaba llorando, estaba asustada pero asintió con la cabeza. Me levanté.- Chloe cielo, ve a tu habitación.- dije en voz alta. Ella se fue y ninguno de los hombres que estaba en la cocina le hizo caso.- No quiero que metas a Chloe en esto.- le dije a mi padre.

  • Pues mas vale que no vuelvas a replicarme porqué si no la iré a buscar a ella.

  • ¿Queréis cenar?- pregunté como si nada hubiera pasado. Pero mi padre ignoró la pregunta. Se acercó a mi y empezó a tocarme.

  • Sabes hija, en verdad es que eres bastante guapa. A Michel y George les gustas.- me estremecí.- Ellos van a pagarme para follar contigo ¿Qué te parece?

  • ¿Qué?- pregunte asustada.

  • Pues que vas a hacer todo lo que George y Michel te pidan, porqué me han pagado mucho dinero. Así no tendrás que buscar otro trabajo y podrás estar con tu hermanita y seguir yendo al instituto.

  • ¡Eres un hijo de puta!- chillé.- ¡No puedes hacerme esto! ¿No te ha bastado con todo lo que me has hecho pasar? ¡No puedes hundir mas mi vida.- Estaba llorando y luchando con él que me sujetaba con fuerza. Me golpeó con el puño en el estomago y me quedé momentáneamente sin aire. Entonces me empujó hasta que caí en los brazos de George.

  • Hola Alex.- dijo lascivamente. Y empezó a tocarme. Luche con él pero vino mi pare y sujetó mis brazos. Entonces George empezó a tocarme los pechos y Michel lo imitó.

  • Vamos arriba.- dijo mi padre.


Me arrastraron hasta arriba, a la habitación de mi padre. Tardaron mas de lo que hubieran querido porqué no pare ni un solo momento de intentar librarme de ellos. Juro que tenia tanto miedo que deseaba que uno de los golpes que mi padre me propinó me dejara inconsciente o que incluso me matara. Iban a violarme, los tres, estaba segura y no podía hacer nada para evitarlo, mi único consuelo era saber que Chloe estaba a salvo. Por otro lado solo sentía asco y humillación y odio, odio hacia mi padre que era capaz venderme.

Llegamos a la habitación de mi padre y me tiraron encima de la cama, intenté levantarme y escapar pero enseguida tuve a Michel encima de mi, entre los tres me desnudaron y luego me ataron a la cama para evitar que dejara de moverme, mi padre me golpeó de nuevo. Luego empezaron a discutir:

  • Yo lo haré primero.- dijo George.- quiero follarla ahora que está cabreada.

  • Como quieras.- dijo Michel.- pero deja su culo para mi, voy a darle tan fuerte por el culo que deseara morir.


Empecé a llorar mas fuerte, oírles hablar tan fríamente de lo que iban a hacerme me hizo ver que no había vuelta a atrás, me di cuenta de la situación, estaba desnuda y atada a una cama, con tres hombres sin ningún tipo de escrúpulo mirandome con lujuria, estaba perdida.

George se empezó a remover los pantalones y vino hacia la cama, se puso sobre mi y empezó a tocarme entre las piernas, de manera brusca, me hacía daño. Sacó su mano y después de escupir sobre su palma volvió a tocarme. Yo le miraba con odio e intentaba cerrar las piernas, pero era imposible. Luego sin mas, el tipo sacó su polla y comenzó a acariciarse a si mismo, el muy hijo de puta ya estaba muy excitado, se acarició un par de veces y luego se posiciono para penetrarme. Lo hizo de un solo golpe, con fuerza y brutalidad, sin importarle que me doliera hasta el alma. Grité de dolor y eso le gusto, empezó a embestirme con mas fuerza y mas hondo. Lloré, grité y creí morir, pero a nadie le importo. Mi padre estaba caliente y se puso a un lado de la cama y se masturbo mirando la escena. Se ve que Michel también estaba caliente por lo que no tardó en unirse, me colocaron de tal forma en que los tres podían violarme a la vez, el dolor incrementó tanto que ya estaba desesperada, no podía gritar porqué el enfermo de mi padre tenía su polla en mi boca, llorar era lo único que podía hacer, llorar y esperar que ese infierno terminara lo mas rápido posible.

De repente la puerta se abrió y entraron un montón de policías, esa parte fue muy confusa, creo que mi padre y los otros intentaron escapar, los policías les redujeron y les esposaron, pero a mi todo me daba igual, solamente quería morir, me dolía todo el cuerpo, mas de lo que había dolido nunca, me dolía el alma y me dolía el corazón, sollozaba sin parar y lo peor fue ver a Tyson paralizado en la puerta de la habitación, estaba contemplando la escena, sus puños estaban cerrados fuertemente y me miraba a mi y lloraba, lágrimas caían de sus ojos. Cuando se dio cuenta de que yo le miraba dio un paso hacia mi, pero un médico le apartó y fue el que llegó hasta mi, el médico me dijo algo que no escuché y se inclinó para revisar los daños, pero en ese momento me puse a gritar, grité que no me tocara y volvieron los sollozos, me bajé de la cama y me aparté de él hasta llegar a la pared de la habitación, me abracé a mi misma y seguí sollozando, el médico lo intentó de nuevo pero solo hizo que me pusiera mas histérica. Entonces entró una mujer y nos dejaron solas, me dijo que era enfermera y que no quería hacerme daño, que todo había terminado ya y que todas las personas que había en la casa solo querían ayudarme, que estaba herida y que debían llevarme al hospital, después de un rato me calmé un poco y dejé que la mujer me pusiera una bata porqué seguía desnuda y que inyectara un tranquilizante. Le pregunté por Tyson y ella me dijo que no sabía mucho, solo que era el chico que había avisado a la policía y que cuando llegaron aquí estaba como un loco. Fue lo ultimo que recuerdo antes de que me durmiera por efecto del tranquilizante.


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